


Por RICARDO ZIMERMAN
x: @RicGusZim1
En política, los tiempos suelen dividirse entre el antes y el después de una elección. Pero Javier Milei parece decidido a inaugurar una categoría propia: el “mientras tanto” permanente. Mientras el país aguarda los resultados del 26 de octubre, el Presidente ya adelantó su próximo movimiento: un rediseño del gabinete y una revisión del modo en que se gobierna. O, dicho en criollo, una cirugía mayor a corazón abierto, con el poder político en terapia intensiva.
En una entrevista televisiva, Milei confirmó que habrá cambios. No detalló nombres ni cargos —fiel a su estilo de reserva intermitente—, pero dejó entrever que Santiago Caputo, su asesor más influyente y acaso su sombra más densa, podría asumir un “rol central” en la nueva etapa. Lo que en otras administraciones sería una simple reconfiguración ministerial, en el caso libertario se parece más a un terremoto político: se trata de alterar la arquitectura de un gobierno donde nadie sabe con exactitud quién manda.
Porque ese es el fondo del asunto. La gestión Milei, a casi un año de iniciada, es un laboratorio de poder en ebullición: una presidencia hiperpersonalista, una hermana todopoderosa con capacidad de veto y un consultor que hace y deshace ministerios sin ocupar ninguno. En ese triángulo —Milei, Karina, Caputo— se ha incubado la inestabilidad que hoy amenaza con devorar a sus propios creadores.
La inminente poda del gabinete se lee como la respuesta desesperada a una crisis de mando. En Casa Rosada lo reconocen con resignación: “Ya nadie sabe con quién hay que hablar”. Es una frase que podría figurar en un manual de autoayuda para funcionarios perdidos. Mientras tanto, en los pasillos del poder se especula si Milei usará bisturí o motosierra: ¿será un ajuste quirúrgico o un recambio salvaje?
Pero la presión para mover las piezas no es solo interna. En Washington, donde Milei selló su alianza ideológica con Donald Trump, también se deslizaron sugerencias concretas. La administración norteamericana, garante implícito del plan económico argentino, quiere previsibilidad y acuerdos políticos que aseguren la gobernabilidad. A cambio del respaldo financiero, exige que Milei se abrace —aunque sea con asco— al concepto de “coalición”.
Y ahí entra otra figura que nunca se retira del todo: Mauricio Macri. El ex presidente, desde su púlpito de X, pidió construir “una nueva mayoría” y convocar al diálogo “con humildad y honestidad”. En realidad, se trata de un modo elegante de decir: “Si quieren que los ayude, empiecen por tratarme bien”. Macri ve con simpatía las reformas libertarias, pero también percibe el caos de conducción. Y el caos no se financia.
Milei sabe que necesita abrir el juego. Pero abrir el juego implica aceptar que no puede jugar solo. Por eso Caputo, el consultor que pasó de la penumbra al protagonismo, se mueve como un ministro sin cartera, negociando en Washington, presionando en el Congreso y armando acuerdos subterráneos con figuras del PRO y de Provincias Unidas. Lo hace sin autorización formal, pero con la venia tácita del Presidente, que lo considera su “cerebro político”. Lo que nadie sabe es qué opina Karina Milei, guardiana del dogma libertario y dueña del botón rojo. Su silencio, cuentan los que la frecuentan, vale más que cualquier decreto.
El dilema es evidente: si Caputo asume un rol institucional, ¿qué pasa con Guillermo Francos, actual jefe de Gabinete y enlace con el macrismo? La tensión entre ambos se percibe desde hace semanas. En el entorno de Macri leen la posible salida de Francos como una señal de cierre, no de apertura. Y en política, las señales importan tanto como los hechos.
Mientras tanto, el tablero opositor también se reacomoda. Macri busca liderar una coalición parlamentaria que incluya a gobernadores moderados y legisladores de Provincias Unidas. Su objetivo: condicionar al gobierno desde una posición de “apoyo crítico”, lo que en términos prácticos significa acompañar las reformas que convengan y bloquear las que no. Milei lo sabe y por eso tantea un acercamiento, aunque con el orgullo herido. En la intimidad, el Presidente reconoce que Macri tiene el manual del Congreso que él nunca leyó.
Santiago Caputo, por su parte, parece decidido a empujar esa convergencia, aunque con sus propias reglas. Lo demuestra su reciente mensaje público al ex mandatario: “Estamos de acuerdo, Presidente Macri”. Una frase simple, pero cargada de cálculo: si Milei no puede construir gobernabilidad, que al menos parezca que lo intenta. Caputo quiere, en esencia, que el libertarismo sobreviva a su propia anarquía.
El problema es que, para lograrlo, deberá convencer a Karina y a un Presidente que todavía cree que la política es una enfermedad curable con mercado. El cambio de gabinete puede ser la última oportunidad para que Milei entienda que gobernar no es tuitear. Que no alcanza con el dogma, ni con los likes, ni con la épica antisistema. Que el poder, cuando se lo desprecia, se venga.
Si el Presidente logra reconstruir su línea de mando, tal vez empiece el verdadero gobierno. Si no, el lunes 27 no marcará el relanzamiento de nada, sino la confirmación de que el experimento libertario se quedó sin alquimista.





Fuerza Patria prepara una ofensiva judicial para evitar que el escrutinio provisorio favorezca a La Libertad Avanza

Santilli se desmarca de las declaraciones de Reichardt y busca recentrar la campaña en los problemas bonaerenses

Flavia Royón: “Es la hora de las provincias; la nueva política nacerá del interior”
:quality(85):max_bytes(102400)/https://assets.iprofesional.com/assets/jpg/2025/04/594230.jpg)
El FMI endurece su postura y pide a la Argentina acumular reservas y acelerar reformas estructurales

El “Blue Chip Swap”: la nueva carta de EE.UU. para contener la tormenta argentina

Randazzo apunta a 2027 y pide PASO para definir la nueva oposición

Grabois endurece su discurso y acusa a Milei de “arrodillarse ante los poderosos”

Macri pide una “nueva mayoría reformista” y sorprende con el respaldo de Santiago Caputo

Milei retoma ventaja en las encuestas: CB Consultora proyecta cinco puntos sobre Fuerza Patria

El dólar toca máximos y la asistencia de Estados Unidos no logra frenar la escalada cambiaria

Cristina Kirchner reapareció en el Día de la Lealtad: “El 26 es Milei o Argentina”

Milei relanza su ofensiva en Buenos Aires: “La Libertad Avanza o la Argentina retrocede”

Fargosi asegura que La Libertad Avanza “va a ganar” y plantea la segunda etapa del plan de Milei
