La brecha cambiaria vuelve al centro de la escena y redefine las estrategias en la City

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • La brecha cambiaria volvió a ampliarse y reactivó estrategias basadas en diferencias de cotización.
  • Analistas recomiendan pasar de MEP/CCL a bonos dólar linked para capturar la futura compresión de la brecha.
  • El BCRA podría impulsar el tipo de cambio oficial al recomprar reservas, acelerando el cierre del diferencial.
  • La restricción cruzada limita operaciones directas con divisas y canaliza movimientos hacia instrumentos en pesos.
  • La demanda por deuda corporativa en dólares impulsa el alza del CCL y profundiza la brecha.
  • La reducción de la brecha dependerá de decisiones regulatorias y del funcionamiento del esquema de bandas cambiarias.

La dinámica del dólar volvió a marcar el pulso del mercado financiero y reactivó movimientos que, durante semanas, habían permanecido en segundo plano. La brecha cambiaria —que tras las elecciones se había comprimido casi a cero— volvió a ampliarse hasta la zona del 6% e incluso rozó el 8% en algunas ruedas, impulsada por una renovada demanda de dólar MEP y contado con liquidación (CCL). En este nuevo escenario, analistas y operadores comenzaron a revisar sus estrategias, convencidos de que la volatilidad entre las distintas cotizaciones abre una ventana de oportunidades de corto plazo.

El equipo de research de IEB planteó una táctica concreta: desarmar posiciones en instrumentos vinculados al MEP o al CCL y migrar hacia bonos dólar linked, que ajustan por la evolución del tipo de cambio oficial. La apuesta se apoya en un supuesto central: la brecha actual sería transitoria y tendería a comprimirse nuevamente. El razonamiento es que, si la cotización oficial acelera en relación con los dólares financieros, el rendimiento de los instrumentos dólar linked capturará ese diferencial.

Ese posible escenario se conecta con otra expectativa relevante dentro del mercado. Una vez que la demanda de pesos muestre señales de mejora, el Banco Central retomaría la recomposición de reservas mediante compras en el mercado oficial. Esa intervención —anticipan en la City— presionará al alza el dólar mayorista, generando un cierre de la brecha “de arriba hacia abajo”. Es decir, con un tipo de cambio oficial avanzando más rápido que las cotizaciones financieras, que permanecen relativamente estables.

Restricción cruzada y límites operativos

Esa estrategia, sin embargo, solo puede canalizarse a través de instrumentos dólar linked y no mediante la compra directa de divisas en la plaza oficial. La razón es la reinstauración de la “restricción cruzada”, vigente desde finales de septiembre, que impide comprar dólar MEP o CCL durante 90 días a quienes hayan operado previamente en el mercado oficial, y viceversa. La medida busca evitar los llamados “rulos” y frenar la presión artificial sobre el dólar mayorista.

Esa regulación no impide operar en bonos dólar linked, que se pagan y cobran en pesos, lo que los convierte en la vía más accesible para quienes buscan posicionarse ante una potencial compresión de la brecha.

Un fenómeno alimentado por la deuda corporativa

El repunte reciente de la brecha sorprendió a muchos operadores, sobre todo porque se dio en un contexto de relativa tranquilidad cambiaria. Las miradas se dirigieron entonces hacia el CCL, que mostró una firme tendencia a subir más rápido —o a bajar menos— que el tipo de cambio oficial. Un informe de Portfolio Personal Inversiones atribuyó este comportamiento al auge de la deuda corporativa argentina en dólares emitida en el exterior.

Con rendimientos atractivos de entre 7,5% y 8,5% anual, las nuevas colocaciones despertaron fuerte interés entre los inversores, que recurren al dólar “cable” para girar fondos al exterior y suscribirse a esas emisiones. Esa demanda adicional agranda la distancia entre MEP y CCL, y a la vez empuja hacia arriba la brecha con el oficial.

El operador Nicolás Cappella confirmó esta tendencia y agregó que la diferencia entre MEP y CCL llegó a tocar casi el 3% al cierre de la semana, impulsada por esa demanda excepcional asociada a las licitaciones de deuda corporativa.

¿Qué puede hacer el Gobierno?

Una manera rápida de reducir la brecha sería eliminar la restricción cruzada, permitiendo que los minoristas vuelvan a cumplir el rol de arbitrajistas naturales entre mercados. Sin embargo, esa decisión tendría implicancias delicadas dentro del actual esquema de bandas cambiarias: si la brecha se cerrara en un punto demasiado alto, el margen para que el Tesoro o el Banco Central compren divisas dentro de esa banda se vería limitado.

En consecuencia, la evolución de la brecha vuelve a ser un indicador clave a seguir. No solo importa que se reduzca, sino también dónde lo haga, ya que de ese punto dependerá la capacidad del equipo económico para seguir acumulando reservas sin alterar el delicado equilibrio cambiario.

Por ahora, el mercado se mueve con cautela y atención. La demanda de dólares financieros, la estrategia dólar linked, la regulación cruzada y las emisiones corporativas configuran un tablero dinámico donde cada decisión oficial —o cada nueva señal de la City— puede alterar el paisaje en cuestión de días.

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