Una apuesta con cautela: el regreso del carry trade en un escenario de calma cambiaria

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • La calma cambiaria y la mayor demanda estacional de pesos reactivan el interés por el carry trade.
  • Las tasas en pesos cayeron al 30% anual, reduciendo el atractivo para perfiles conservadores.
  • El dólar oficial está apenas 6% por debajo del techo de la banda, lo que eleva el riesgo de correcciones.
  • Bonos en pesos a tasa fija exhibieron fuertes subas y ofrecen retornos de hasta 17% en dólares.
  • La estrategia resulta viable para plazos cortos en diciembre, pero depende totalmente de la estabilidad cambiaria.
  • Analistas recomiendan el carry sólo para inversores agresivos y con visión de mediano o largo plazo.

La reciente tranquilidad en el mercado cambiario, combinada con la estacional suba en la demanda de pesos típica de diciembre, volvió a despertar el interés por el carry trade entre los inversores más arriesgados. Sin embargo, el renovado atractivo de esta maniobra convive con señales de alerta: tasas en descenso, incertidumbre cambiaria y una brecha cada vez más estrecha entre el dólar oficial y el techo de la banda de flotación. En este contexto, especialistas coinciden en que la estrategia puede ofrecer retornos interesantes, pero sólo para perfiles dispuestos a tolerar volatilidad y asumir riesgos considerables.

Hoy, los instrumentos en pesos ofrecen tasas promedio cercanas al 30% anual, lejos del 50% que se veía hasta hace pocas semanas. Aun así, quienes se inclinan por el carry trade —operación que consiste en desprenderse de dólares para invertir transitoriamente en pesos y luego regresar a la divisa con una ganancia diferencial— encuentran en el actual escenario de estabilidad cambiaria una ventana de oportunidad. El problema es que esa estabilidad se sostiene en un equilibrio frágil: el tipo de cambio oficial opera apenas un 6% por debajo del techo de la banda, lo que deja poco margen de error ante eventuales correcciones.

A esto se suma que no están completamente despejadas las dudas sobre la continuidad del esquema de flotación administrada. Si bien el Gobierno insiste en que no habrá cambios, en el mercado creen posible que se ajuste el ritmo de actualización de la banda superior, de 1% a 1,5% o incluso 2% mensual. Un movimiento de ese tipo ampliaría el espacio para subas del dólar y podría diluir rápidamente los retornos de quienes ingresen al carry con plazos cortos.

Pese a ese riesgo, varios analistas sostienen que el contexto de diciembre —con mayor demanda de pesos por pagos de aguinaldos, consumo y planificación de vacaciones— juega a favor de estrategias de corto plazo. Juan Truffa, director de Outlier, asegura que este mes suele ser propicio para tomar posiciones breves en pesos, dado que el tipo de cambio tiende a mantener cierta estabilidad, mientras las tasas podrían reflejar una suba por cuestiones estacionales.

En paralelo, la compresión del riesgo país y la fuerte recuperación de los bonos en pesos fortalecieron el interés por los instrumentos a tasa fija. Pedro Moreyra, director de Guardian Capital, destaca que títulos como el TX26, el DCP y el T15E7 treparon entre 10% y 26% en dólares en sólo una semana, impulsados por la caída abrupta en los rendimientos. Según sus cálculos, de mantenerse el esquema de bandas, algunos bonos largos en pesos podrían ofrecer retornos de hasta 17% en dólares en un plazo de catorce meses, superando incluso el desempeño esperado de los títulos soberanos en moneda extranjera.

No obstante, la advertencia es unánime: el carry trade continúa siendo una estrategia para perfiles agresivos. Martín Genero, analista del sector, señala que el riesgo principal está en la distancia que aún separa al tipo de cambio del límite superior de la banda. Un salto brusco hacia esa zona, sin tiempo para corregir posiciones, podría borrar las ganancias proyectadas. Para quienes estén dispuestos a mirar más allá del corto plazo, los Boncap 2027 aparecen como una alternativa más sólida, con un rendimiento estimado en torno al 15% en dólares si el Gobierno sostiene la actual política cambiaria.

El asesor financiero Ian Colombo coincide en que la clave está en el horizonte temporal. Aunque las tasas en pesos ya no son tan competitivas, la estabilidad cambiaria y la elevada oferta de dólares tras las elecciones crean condiciones favorables para el carry, especialmente en un mes en el que la demanda de moneda local se dispara. Para los inversores conservadores, sugiere alternativas más moderadas, como fondos comunes, Lecap o bonos de menor duración.

En síntesis, el carry trade vuelve a escena, pero sin la contundencia de otras épocas. Es un juego de equilibrio entre una estabilidad que se percibe como transitoria y rendimientos que, aunque atractivos, dependen por completo de que el esquema cambiario se mantenga sin sobresaltos.

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