Llaryora ya no apuesta al cemento sino al estado liviano (¿paraíso fiscal inmobiliario?)

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Martín Llaryora abandonó el manual schiarettista que dominó en el oficialismo hasta un poco antes de las elecciones de medio término y que decía que las obras y el cemento traen votos en Córdoba, y trocó a la narrativa filolibertaria que asegura que la gente apoya aquello que le aliviane y le facilite la vida diaria. Por ejemplo, una baja de impuestos como la que trazó en el plan fiscal provincial para el año 2026, un proyecto que empezó a diseñarse en la reunión que el gobernador y el ministro de Gobierno Manuel Calvo mantuvieron hace dos semanas con los funcionarios de Javier Milei, el jefe de Gabinete Manuel Adorni y el ministro del Interior Diego Santilli. 

El Panal aún no tiene mediciones del impacto de la baja de la presión fiscal en inmobiliario y en Ingresos Brutos contemplados en el Presupuesto del año entrante. La gente verá el efecto real de la medida recién cuando reciba los cedulones digitales, pero en el entorno del sanfrancisqueño suponen que los anuncios en sí crean clima positivo para el oficialismo que la oposición no va a poder neutralizar con el argumento del “dibujo”. Convencido de eso, Llaryora quiere dar un paso más en esto del estado acotado y prepara un anuncio que los suyos aseguran será  “revolucionario” en materia impositiva, superior incluso a la reducción del 30% que fue uno de los puntales del triunfo de Jose Manuel de la Sota a fines de 1998, cuando lo libertario era solo una teoría prima hermana del anarquismo clásico. El anuncio seguramente se dará el año que viene (el sanfrancisqueño quiere que sea en año no electoral) y apuntaría a una suerte de impuesto inmobiliario cero para viviendas únicas, familiares o con determinados metros cuadrados. “El 70% de las viviendas”, aseguran. Como en todo, llaryroristas esperan que la Municipalidad de la ciudad Capital le copie a la Provincia para convertir a Córdoba en una especie de paraíso fiscal para casas de familia. Se verá. La principal fuente de ingresos propios de la Provincia es Ingresos Brutos, y solo el 10% proviene de los patrimoniales, sellos y etc. Dicen los técnicos del gobierno que la quita (como la del Presupuesto en discusión) no produce una rebaja de ingresos que no pueda compensarse presupuestariamente en otras cuentas. Se llama ajuste.

Como adelantó este diario la semana pasada, parecen enfriados los cambios en el Gabinete de Llaryora. Eso no quiere decir que no haya movimientos, porque sigue fuerte la posibilidad de que Llaryora “intervenga” en el gobierno de Daniel Passerini (las fuentes le bajan el tinte de artículo constitucional al asunto y le dan forma de colaboración autodefensiva) porque la Capital sigue siendo una preocupación electoral a futuro para la intención reeleccionista del Uno. No es el único movimiento que se puede esperar dentro del oficialismo antes de fin de año. Hay sigilo y conversaciones de mesa chica que parecen llevar a cambios ¿en el Tribunal Superior de Justicia? Como diría León Gieco, siempre mencionamos al TSJ. 

Los que lo tratan lo ven “políticamente tranquilo” a Llaryora luego de la derrota de octubre.  Confía bastante en la relación con Santilli a nivel nacional, y confía más en la división entre Luis Juez, Gabriel Bornoroni y Rodrigo de Loredo, los tres referentes de la oposición.

En la Legislatura, está confirmado que el riocuartense Juan Manuel Llamosas deja el Banco de Córdoba para ir como presidente provisorio. Es un hecho la salida del presidente del bloque, Miguel Siciliano, que este jueves tiene turno para ir al Congreso de la Nación a conocer el escenario donde se va a mover en principio los dos próximos años. Es decir que el legislador, igual que la intendenta de Despeñaderos, Carolina Basualdo, asumirá la banca en la cámara baja a menos que un cisne de algún color se cruce. Schiaretti, por la próxima intervención quirúrgica, puede demorar en asumir, pero lo hará. A propósito de la salud de los mandamases, el rigor del poder parece cobrar tributo. El exgobernador con un cateterismo, el jefe del Palacio 6 de Julio en post operatorio por cirugía oncológica exitosa y el mandatario con un tema no grave pero que lo puede paralizar unos días. Lo mismo, el domingo estuvo en Traslasierra, que el jueves ardió no por incendios sino por la causa que envuelve al ex hombre fuerte del PJ provincial y de la zona, Oscar Gonzalez. Casi compensatorio, el mandatario inauguró el acueducto que suministra agua potable a localidades de los departamentos San Javier y San Alberto, para unos 110 mil habitantes, y la construcción de un puente vado que conectará a Villa Sarmiento con Villa Dolores.

CON INFORMACION DE DIARIOALFIL.

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