Los bancos y una semana clave entre balances débiles y expectativas futuras

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Los principales bancos presentan balances en una semana marcada por expectativas de resultados débiles.
  • Galicia informó una fuerte pérdida trimestral, afectada por presión regulatoria y costos de integración.
  • La volatilidad de tasas y mayores encajes comprimieron márgenes y frenaron la recuperación del crédito.
  • La morosidad subió al 4,2%, aunque sin comprometer la estabilidad del sistema.
  • Las acciones bancarias acumulan fuertes caídas en dólares durante el año.
  • Analistas ven alto potencial a mediano plazo, pero persiste la incertidumbre inversora en el corto.

La publicación de los balances del tercer trimestre de los principales bancos del país inaugura una semana decisiva para el sistema financiero argentino, marcada por la cautela del mercado y por señales claras de que el sector atravesó meses particularmente tensos. Este martes será el turno de BBVA Argentina, Grupo Financiero Galicia y Grupo Supervielle; mientras que Banco Macro difundirá su reporte el miércoles. En todos los casos, el consenso inversor anticipa números frágiles, afectados por un escenario de volatilidad regulatoria, restricciones de liquidez y un enfriamiento del crédito.

El primer anticipo llegó con el balance de Grupo Financiero Galicia, que informó una pérdida trimestral de $87.710 millones. El rojo contrasta con el resultado acumulado de los primeros nueve meses del año, donde aún muestra ganancias por $259.223 millones. Pero los indicadores de rentabilidad muestran la magnitud del deterioro reciente: un ROE negativo de 4,7% y un ROA de –0,8%.

La entidad atribuyó la caída a tres factores: mayores exigencias de encajes impuestas durante el trimestre, un incremento en el costo de fondeo —que encareció la estructura financiera— y los gastos vinculados a la integración de HSBC, que ya suman más de $105.000 millones. A esto se sumó la fuerte volatilidad de tasas durante el período electoral, lo que comprimió márgenes y redujo la capacidad de las entidades para sostener el dinamismo crediticio que habían recuperado hasta septiembre.

Los analistas no se sorprenden. El Banco Central ya había confirmado que las entidades privadas registraron rentabilidad negativa en el trimestre, acompañada por un aumento de la morosidad que alcanzó el 4,2% en septiembre. Aunque el deterioro crediticio se viene extendiendo desde febrero, por ahora no pone en riesgo la estabilidad del sistema. Sin embargo, obliga a los bancos a operar con mayor prudencia y explica por qué las tasas continúan altas pese al estancamiento en la demanda de crédito.

Un mercado golpeado también en las acciones

La debilidad del sector no solo se observa en los balances. En lo que va del año, los papeles bancarios acumulan fuertes caídas en dólares: Supervielle lidera con un retroceso del 36%, seguido por BBVA Argentina (–26%), Galicia (–24,6%) y Macro (–23%). Hubo cierta recomposición tras las elecciones, pero insuficiente para revertir las pérdidas acumuladas.

La gran incógnita es el potencial del sector de cara al último trimestre y al arranque de 2026. Para algunas consultoras, los precios actuales no reflejan el margen estructural de crecimiento que podría abrirse si se estabiliza la macroeconomía.

Desde Delphos Investment destacan que “el potencial del sector no está en su pasado reciente, sino en el contexto poselectoral que podría habilitar una expansión significativa del crédito y de la rentabilidad”. Aseguran que depósitos y préstamos aún crecen, aunque a un ritmo cada vez menor por las restricciones de liquidez y los mayores costos de intermediación. Pero sostienen que la normalización económica y la recuperación de expectativas podrían revalorizar los papeles bancarios en el mediano plazo.

Goldman Sachs, en cambio, recoge una postura mixta entre los inversores: algunos continúan optimistas respecto al crecimiento de largo plazo —incluso proyectan un retorno potencial a ROEs del 20%—, otros prefieren esperar mayor claridad macro y un tercer grupo directamente sostiene una visión más escéptica tras la fuerte recuperación de precios que se vio en algunos tramos del año. El informe de la entidad proyecta balances dispares: pérdidas para Galicia, un ROE “de un dígito bajo” para BBVA y un resultado “de un dígito medio” para Macro.

El crédito como termómetro

Si existe un punto de acuerdo entre los especialistas es que los bancos argentinos cargan con un enorme potencial de expansión: el crédito apenas equivale al 12% del PBI, uno de los niveles más bajos de la región. Esa baja base es, al mismo tiempo, su principal debilidad coyuntural y su mayor promesa de crecimiento estructural.

La pregunta central es otra: ¿estarán dispuestos los inversores a posicionarse ahora, en medio de balances debilitados y una macroeconomía todavía incierta, para esperar la recuperación que muchos anticipan?

Por ahora, la respuesta se conocerá en los próximos días, cuando el mercado termine de procesar lo que muestren los balances y, sobre todo, cómo evalúan los bancos su capacidad de sostener rentabilidad en un período donde el crédito languidece, la liquidez aprieta y la regulación continúa bajo revisión.

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