El rally de los bonos argentinos marca un giro histórico, pero el desafío recién empieza

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Los bonos argentinos viven su mejor momento desde 2020, impulsados por el optimismo postelectoral.
  • El riesgo país cayó con fuerza y podría acercarse a los 400 puntos básicos si se consolida la estabilidad.
  • El respaldo de Estados Unidos y la disciplina fiscal fortalecieron la confianza del mercado.
  • Adcap y GMA Capital coinciden en que el rally aún tiene recorrido, pero depende de resultados concretos.
  • La sostenibilidad del ciclo exige coordinación entre el Banco Central y el Ministerio de Economía.
  • Un paso en falso —monetario, político o externo— podría revertir la mejora en cuestión de días.

Los bonos soberanos argentinos protagonizan un fenómeno inesperado: después de años de derrumbe y desconfianza, se transformaron en el activo más buscado del mercado local. El repunte de sus precios se combinó con una fuerte baja del riesgo país, indicador que mide el costo adicional que enfrenta la Argentina para financiarse frente a Estados Unidos. En apenas semanas, esa brecha se redujo drásticamente y despertó una pregunta central en los mercados: ¿hasta dónde puede llegar la mejora?

El cambio de tendencia no fue casual. La contundencia política de las últimas elecciones reconfiguró el ánimo financiero y generó una oleada de optimismo. Los inversores comenzaron a descontar un escenario de mayor estabilidad, con un tipo de cambio controlado, reservas en recuperación y una administración que busca consolidar reformas estructurales. En ese contexto, los bonos soberanos recuperaron protagonismo, impulsados también por el respaldo de Estados Unidos, que aportó 2.000 millones de dólares para sostener la moneda. Esa señal de confianza, sumada a la percepción de gobernabilidad, permitió que los activos argentinos volvieran al radar de los fondos globales.

Sin embargo, los analistas advierten que el rally no garantiza un éxito duradero. Para que la mejora se consolide, el Gobierno deberá transformar la expectativa en resultados concretos. “La economía está saliendo de un equilibrio malo y acercándose a uno bueno”, señalaron desde Adcap, en referencia a la estabilización del dólar y la posibilidad de recuperar el acceso a los mercados internacionales. Según sus proyecciones, el riesgo país podría descender hasta los 400 puntos básicos, un nivel que implicaría una reducción sustancial del costo de financiamiento y una suba adicional de los bonos.

Desde GMA Capital, en tanto, atribuyeron el salto de precios al “shock de gobernabilidad” que generó el 41 % de apoyo electoral. “Fue el rally más fuerte de los últimos treinta años”, indicaron, al remarcar que los precios actuales todavía no reflejan todo el potencial si el programa reformista se mantiene en pie. Ambas consultoras coinciden en que el atractivo de los bonos trasciende la especulación: detrás del alza hay un cambio de percepción. Los inversores ya no descuentan colapso, sino una incipiente normalización.

Un riesgo país en descenso y una oportunidad frágil

El riesgo país se convirtió en el termómetro clave del momento económico. Cuanto más alto, más costoso es para el país endeudarse; cuanto más bajo, mayor es la confianza. Hoy, tras el salto postelectoral, el indicador muestra una tendencia descendente que podría profundizarse si se mantienen la disciplina fiscal y el orden monetario. Para Adcap, el respaldo financiero estadounidense y una política fiscal más coherente anclaron expectativas. Si el Banco Central logra acumular reservas y sostener el control de los agregados monetarios, la Argentina podría reinsertarse gradualmente en los mercados.

GMA Capital enfatizó, en cambio, el factor político: “El mercado ya descuenta que el Gobierno puede llegar competitivo a 2027”. Esa percepción amplía el horizonte de inversión y sostiene el apetito por riesgo argentino. Si el riesgo país logra perforar el umbral de los 400 puntos, los inversores interpretarán que el país vuelve a ser un deudor confiable, algo que no sucede desde 2017.

Los próximos pasos y los riesgos latentes

El desafío inmediato, coinciden los analistas, es sostener la estabilidad monetaria. Adcap plantea que una recalibración de los encajes bancarios podría liberar liquidez y mejorar el crédito, siempre que se haga sin comprometer la deuda interna. GMA Capital, por su parte, anticipa que hacia fin de año el Gobierno podría eliminar las bandas cambiarias y flexibilizar los controles de capital, en un esquema de agregados monetarios que favorezca la acumulación de reservas.

Ambas visiones confluyen en una idea central: la continuidad política y la coherencia económica son el combustible que puede convertir el rebote en un ciclo sostenido. Pero también advierten sobre tres riesgos concretos: una relajación prematura de la política monetaria, una recuperación económica más lenta de lo previsto y trabas políticas que frenen las reformas. A eso se suma el contexto global: un aumento de las tasas internacionales o una caída en los precios de las materias primas podría recortar el apetito por activos emergentes.

En síntesis, el rally de los bonos refleja una ventana de oportunidad que combina expectativa, política y credibilidad. Los precios ya dieron su veredicto; ahora será la gestión la que determine si este avance se consolida o se disipa como en otras etapas de euforia pasajera. El equilibrio es frágil, pero el mercado, por primera vez en años, parece dispuesto a darle una segunda oportunidad a la Argentina.

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