Valdés cuestiona el centralismo fiscal y reclama el cumplimiento de obras nacionales

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Valdés denunció el incumplimiento de obras nacionales en Corrientes por unos 60 millones de dólares.
  • Afirmó que la Nación “se queda con el 65 % de los recursos del país” y reclamó mayor equidad federal.
  • Criticó los impuestos distorsivos como las Retenciones y el Impuesto al Cheque.
  • Cuestionó la conducción del radicalismo nacional a cargo de Martín Lousteau.
  • Reafirmó su apoyo a una reforma laboral inspirada en la modernización alfonsinista.
  • Defendió el rol de Provincias Unidas y llamó a “romper la grieta” desde el federalismo.

El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, realizó un balance de su reciente encuentro con el presidente Javier Milei y, aunque destacó la apertura al diálogo del nuevo Gabinete, no ocultó su malestar por el incumplimiento de compromisos en materia de obra pública y por lo que calificó como una política fiscal “centralista”. Su diagnóstico combinó reconocimiento por los esfuerzos macroeconómicos del Ejecutivo nacional con una crítica abierta al manejo de los recursos y a la falta de respuesta en temas clave para las provincias.

Valdés describió un escenario de incumplimiento por parte de la Nación, que —según sus palabras— mantiene deudas y obras paralizadas en territorio correntino. “Nosotros firmamos con el gobierno un convenio para ayudarlo en una situación difícil. Asumimos obras que eran obligaciones fiscales y contractuales de la Nación por cerca de 60 millones de dólares”, explicó. Sin embargo, el compromiso nacional no se habría cumplido en la misma medida. “Una la está cumpliendo a medias (Autovía 12) y las otras dos las dio de baja (planta de residuos cloacales y pavimentación de la Ruta nacional N.º 123). O sea, nosotros cumplimos y la Nación no ha cumplido”, afirmó.

El mandatario radical sostuvo que la situación genera malestar no solo por la inequidad en el reparto de responsabilidades, sino porque —según su visión— el Estado nacional concentra de forma excesiva los recursos. “Nos sentimos incumplidos, insatisfechos. El Gobierno Nacional se queda con el 65 % de todos los recursos del país y tiene la responsabilidad de ejecutar rutas y puentes nacionales”, remarcó.

Aunque reconoció que el Ejecutivo de Milei está enfocado en estabilizar la macroeconomía y que existe una “predisposición al diálogo”, Valdés advirtió que el federalismo se resiente si no se respetan los acuerdos con las provincias. “La Nación tiene que empezar a generar y dejar de saquear a las provincias argentinas”, expresó.

Un reclamo contra los impuestos distorsivos

El gobernador correntino también apuntó contra la estructura tributaria nacional, a la que calificó de “injusta y concentradora”. En ese sentido, criticó los impuestos considerados distorsivos —como las Retenciones y el Impuesto al Cheque— que, según afirmó, afectan a las economías regionales sin un correlato de coparticipación. “Todos estos 200.000 millones de dólares se quedó solamente la Nación, no coparticipó absolutamente un peso”, denunció, en un mensaje directo al Ministerio de Economía.

Para Valdés, antes de discutir una reforma fiscal profunda, el gobierno central debe revisar la distribución de los recursos. “Permanentemente la Nación va generando impuestos sobre todos los argentinos para saquear a las provincias”, insistió, remarcando que Corrientes mantiene una de las alícuotas más bajas del país y no dispone de margen para nuevos aumentos impositivos.

Crítica interna y horizonte político

El gobernador también se refirió al futuro de la Unión Cívica Radical, partido del que es referente en el norte del país. En declaraciones radiales, cuestionó la conducción nacional encabezada por Martín Lousteau: “Fue una conducción a contrapierna; la mayoría del radicalismo tenía una visión diferente”. Valdés reclamó la necesidad de un proyecto nacional que devuelva al radicalismo su “vocación de poder” y recupere una identidad capaz de ofrecer una alternativa nítida al electorado.

En el plano legislativo, se mostró dispuesto a acompañar una reforma laboral “en consonancia con la modernización que el partido impulsa desde la época de Alfonsín”, una postura que lo ubica entre los sectores del radicalismo dispuestos a cooperar con el programa de reformas del Gobierno, pero sin resignar autonomía política.

Por último, el mandatario valoró la experiencia de Provincias Unidas, el espacio interprovincial que reunió cerca de 1,7 millones de votos en la última elección, y reafirmó su compromiso de defender el sistema federal. “La polarización impidió romper la grieta, pero seguiremos buscando consensos”, expresó, en un mensaje que combina pragmatismo político con advertencia económica.

La exposición de Valdés refleja el dilema que enfrentan varios gobernadores: apoyar la estabilidad macroeconómica impulsada por el Gobierno Nacional sin resignar los reclamos por una distribución más equitativa de los recursos y una ejecución federal de las obras. En su lectura, el desafío es doble: sostener el diálogo sin aceptar un modelo fiscal que, según considera, “premia al centro y castiga a las provincias”.

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