Malamud: “El Gobierno tiene arrogancia en la victoria y humildad en la derrota”

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Andrés Malamud consideró que el nombramiento de Adorni muestra “la capacidad de aprendizaje” del Gobierno.
  • Sostuvo que la reorganización del gabinete refleja una “hegemonía libertaria consolidada”.
  • Advirtió que la oposición está desarticulada y sin liderazgo nacional claro.
  • Señaló que la economía será el factor decisivo para el futuro político de Milei.
  • Destacó que el oficialismo aprendió de sus errores y mostró flexibilidad.
  • Analizó el rol del clima mediático y la lectura interna como elementos clave en la estrategia del poder.

El politólogo Andrés Malamud analizó la reciente designación de Manuel Adorni como jefe de Gabinete y consideró que el cambio refleja una característica esencial del oficialismo: su capacidad de aprendizaje. “El Gobierno tiene arrogancia en la victoria y humildad en la derrota. Y la humildad es mejor maestra”, afirmó, al evaluar el relanzamiento del equipo de ministros tras las elecciones legislativas.

Para el analista, la decisión del presidente Javier Milei de mover piezas en su gabinete muestra una virtud poco frecuente en la política argentina: la flexibilidad. “Cuando el Gobierno necesita cambiar, cambia”, destacó. Esa adaptabilidad —sostuvo— explica buena parte del éxito que La Libertad Avanza ha tenido durante su primer tramo de gestión. “Lo que vemos después de las elecciones es lo normal: organización en el partido del Presidente y fragmentación enfrente”, resumió.

La renovación de nombres dentro del Ejecutivo, encabezada por Adorni, ocurre en un contexto político marcado por la consolidación del poder libertario y el desconcierto de la oposición. Para Malamud, el panorama actual refleja una hegemonía sin contrapesos inmediatos. “Hoy Milei no tiene a nadie por delante porque la mayoría de los gobernadores salieron derrotados. Y esa situación hace que el peronismo esté desorganizado, lo que al mismo tiempo le impide encontrar un candidato natural”, explicó.

El especialista interpretó la coyuntura como el resultado de un proceso de fragmentación más profundo que afecta a los partidos tradicionales. “Ya no son confederaciones de provincias. Son espacios desarticulados, incapaces de generar liderazgo nacional”, sostuvo. En ese marco, señaló que “la organización sólo volverá cuando surja una figura que mueva el amperímetro”. Hasta entonces, afirmó, “el partido presidencial es violeta”, en referencia al color que identifica a La Libertad Avanza.

Mientras tanto, Milei continúa capitalizando el apoyo social a su programa económico y político, aun en medio de tensiones y resistencias. Para Malamud, la centralidad del Presidente se mantiene intacta porque “el Gobierno logró construir una narrativa de cambio que sigue siendo más fuerte que el malestar coyuntural”.

La economía, el eje del futuro político

El analista advirtió que el desempeño económico será “el factor determinante del futuro político del Gobierno”. “Muchos presidentes caen por la economía, pero políticamente Milei tiene el camino abierto”, sostuvo. En su visión, el desenlace del experimento libertario dependerá de la capacidad del Ejecutivo para sostener estabilidad y crecimiento.

Malamud amplió su análisis al contexto regional, recordando que en América Latina “hasta 2015 la reelección era la norma y luego se convirtió en la excepción”. “Todo depende de la economía y de la suerte. Es lo que les pasó a Macri, a Trump y a Alberto Fernández”, observó.

Según el politólogo, “cuando la economía se cae, en la Argentina parece que todo se cae con ella”. No obstante, destacó que Milei y su equipo “han demostrado capacidad para aprender de los errores y adaptarse al contexto”, una cualidad que considera fundamental para sostener gobernabilidad.

El poder de los medios y la lectura interna

Malamud también analizó el papel del sistema mediático en la construcción del clima político. “Los medios muchas veces distorsionan la percepción de los hechos. Un ejemplo fue el narcoescándalo de Espert, que terminó fortaleciendo al Gobierno: la reacción rápida y el desplazamiento mostraron autoridad, y la gente apoyó esa decisión”, argumentó.

El analista agregó que el triunfo del oficialismo en la Ciudad de Buenos Aires fue un punto de inflexión interno. “Puertas adentro, entendieron que ganar la Capital generó un problema. Desde la arrogancia inicial, leyeron mal la realidad. Pero se ve que aprendieron de esa derrota”, reflexionó, aludiendo al reordenamiento político encabezado por Adorni.

En síntesis, Malamud trazó un diagnóstico optimista pero no exento de advertencias: la fortaleza de Milei depende tanto de su capacidad para adaptarse como de su éxito económico. En su lectura, la clave está en mantener el equilibrio entre convicción y aprendizaje: una fórmula que, hasta ahora, le ha permitido al Gobierno sortear las turbulencias políticas sin perder centralidad.

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