


Los más de 25 años del peronismo en el poder provincial son consecuencia de una multiplicidad de factores en los que no siempre repara con autocrítica la oposición. Habitualmente, el eje del juecismo-radicalismo, al que se suman ahora los libertarios con más vehemencia achaca entre las causas el rol de los medios y la habilidad del PJ para romper al arco opositor.
Sin embargo, cierto es que para que esto último suceda hubo egos, posturas irreconciliables, traiciones y hasta opacas negociaciones en barrios cerrados para que se diluyera el poder de fuego de la oposición. Ocurrió en 2007, cuando Mario Negri decidió empujar a una parte del radicalismo a un poco creíble escenario de tercios que terminó en una polarización absoluta entre Juan Schiaretti y Luis Juez; se repitió en 2015 y 2019 por el dedo ordenador de Mauricio Macri y el capricho local; e impactó con fuerza en la decisión del 2023 cuando Rodrigo de Loredo le ‘coqueó’ el fernet a Juez y apostó por el Municipio.
Ahora, a días de un triunfo contundente como el del domingo pasado, en algunos sectores de la oposición cordobesa asoma nuevamente ese fantasma. Porque el diputado Gabriel Bornoroni se considera el padre absoluto de la victoria (y de la criatura Gonzalo Roca) y pedirá una carrera sin obstáculos para liderar la boleta opositora a la gobernación en 2027, pero Juez ya anunció que buscará lo mismo en otro intento y De Loredo, fiel a su estilo, habla de su futuro en varios despachos. De manera propia o con intermediarios.
Y a esto lo saben, no sólo aquellos con los que el radical negocia su porvenir después de diciembre, sino también los que por ahora comparten con él su rol de opositor.
Sobre ese control de egos, vanidades y desconfianza por situaciones del pasado la oposición intenta construir su futuro. Tiene, en lo inmediato tratar de sortear una frase que se reiteró en el arco opositor en el último tiempo y que el diputado Luis Picat recordó esta semana en un streaming a modo de ejemplo: “vamos todos juntos, pero soy yo”.
En la medida que el arco opositor no deje atrás esa máxima, con mayor dificultad enfrentará el objetivo de desbancar al PJ.
Fortalezas y debilidades del nuevo polo Bornoroni-Juez
El libertario se convirtió en meses en el dueño del teléfono indicado en Córdoba. Al punto que algunos que lo toreaban antes o le reclamaban de manera pública lo poco generoso en la construcción, hoy tienen más reserva en las críticas.
Además, la apuesta que hacían muchos por una derrota el pasado domingo, y donde se encuentran incluso integrantes de espacios mencionados en esta nota, no resultó. Bornoroni y Roca no lo dicen, pero no les cayó bien que De Loredo dijera a días de la elección que con él LLA ganaba por 20 puntos. “Sin De Loredo se ganó por paliza. LLA no necesita de De Loredo, está claro que la desesperación y la necesidad corre por cuenta de él hacia nosotros”, dijo un libertario que está al tanto de todas las conversaciones del radical.
Otro al que miran de reojo algunos libertarios es Juez. El senador demostró lealtad en la campaña y bancó todo, hasta agravios en contra de su familia desde Las Fuerzas del Cielo, la tropa tuitera que digitan entre Santiago Caputo y El Gordo Dan. También la línea directa de Juez con Milei es un activo y el peso de la banca en la Cámara alta, al igual que en el Consejo de la Magistratura, suman puntos para un oficialismo de ánimos y respaldos zigzagueantes.
Asimismo, Juez y De Loredo, a diferencia de Bornoroni, tienen un plafón que el libertario aún no ostenta: bancas en la Unicameral con poder de daño a un cordobesismo herido. Usarlas y cómo hacerlo es otra discusión.
En la convivencia opositora, Juez y su entorno ya mandaron un mensaje también referido a sus intenciones de ir, una vez más, por la gobernación en dos años. Hasta ahora, el argumento es el mismo que desembocó en la tensión con De Loredo en 2023 y son las encuestas. “Llegado el momento veremos quién es el que más mide”, amagan algunos juecistas.
Aunque es cierto que no lo hacen con la vehemencia con la que cruzaron al radicalismo y hay más cautela con todos surfeando la ola violeta.
La UCR es un hervidero
Como lo contó Alfil a principios de esta semana, el centenario partido arrancó el pase de facturas y la cacería. Los gestos entre Ramón Mestre y Marcos Ferrer a días de la elección se esfumaron rápido y hace unas horas se acusaron de todo; desde endilgarse mutuamente el fracaso hasta acusar el exintendente al presidente del partido de negociar cargos con los libertarios junto a De Loredo.
La prueba de fuego para la porción deloredista de la UCR es la incorporación o no del actual diputado al Gobierno nacional en diciembre. ¿Los elogios del cordobés a Bullrich habrán tenido algo que ver con su futuro? ¿Tendrá lugar en el despacho principal de Seguridad? Algunos dicen que ese lugar es para la exfuncionaria delasotista Alejandra Monteoliva, aunque hay cordobeses que le ponen una ficha al radical.
Y la pregunta acá es si se sostendrá aquel argumento de arribar sólo dentro de un proyecto colectivo y no como una aventura personal, o habrá un punto intermedio entre ambos.
Radicales que hablan con De Loredo dicen que esa incertidumbre, acerca de un arribo o no al Gabinete nacional lo tiene inquieto por demás. Pero también lo incomoda que Bornoroni y Juez jueguen en tándem, pongan la ambulancia en marcha para buscar radicales y él quede afuera de la foto como el domingo pasado.
Mestre, por su parte, ya avisó que irá por la interna y el control del partido el año próximo. No se sabe si él pondrá la cara, sí está claro que la empresa tiene una enorme dificultad después de la elección del domingo. Por lo pronto, aquellos que lo escucharon después del domingo dicen que acumula bronca con intendentes que presiden comités departamentales y jugaron con el peronismo en Provincias Unidas. “Me cagaron de los dos lados: los peronistas con Provincias Unidas y los radicales que De Loredo mandó a votar a Roca”, repite en su entorno.
Por ahora, en el mestrismo saben que se preparan denuncias y expulsiones para un centenar de dirigentes del partido después de lo que fue la Legislativa; por eso acumulan pruebas. En este contexto, y aunque falte mucho, la foto de unidad opositora todavía luce difusa con miras al 2027. Tranquilidad que de todas maneras no debe entusiasmar por demás al Panal.
CON INFORMACION DE DIARIOALFIL.





Carlos Pellegrini: el pueblo correntino que fue elegido entre los más lindos del mundo





Juez: "La verdadera reforma que Argentina necesita todavía está pendiente y no se puede lograr atropellando"


Milei y Macri volverán a verse este viernes: entre las milanesas de Olivos y la disputa por el liderazgo liberal

Educación bajo la lupa: el Gobierno promete más inversión real y niega ajustes en las universidades

Reacomodamiento en la Casa Rosada: Milei alista cambios clave en Seguridad, Defensa y Comunicación

Benegas Lynch busca capitalizar el triunfo libertario para ordenar el Congreso y aprobar el Presupuesto 2026

Santilli llama a preservar la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza en medio de tensiones internas

Luis Juez: “El peronismo no perdió una elección, perdió la brújula”

Grabois acusa a la Corte de “proscripción política” tras la inhabilitación de Guillermo Moreno








Milei acelera los cambios en su Gabinete tras la victoria electoral

Bullrich defiende el nuevo Código Penal y promete “el fin de la impunidad”







