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Baja del impuesto PAÍS: alertan que la demanda más fuerte de importadores y una menor oferta presionará al dólar

ECONOMÍA Marcos Phillip*
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La reciente reducción del Impuesto PAIS en Argentina ha generado un intenso debate entre economistas y actores del mercado. Esta medida, impulsada por el gobierno con el objetivo de mitigar la presión inflacionaria y fomentar las importaciones, presenta un escenario complejo y lleno de interrogantes.

Según analistas consultados por iProfesional, la disminución de este tributo, si bien podría generar un impacto positivo en ciertos sectores, también plantea desafíos significativos para la economía argentina. Los expertos coinciden en que la medida no es una solución mágica para los problemas estructurales que enfrenta el país, sino más bien una pieza de un rompecabezas más grande.

Por un lado, la reducción del Impuesto PAIS alivia la presión sobre los precios de los bienes importados y podría contribuir a moderar la inflación. Sin embargo, esta medida también implica una menor recaudación fiscal, lo que podría complicar el financiamiento del déficit fiscal. Para compensar esta pérdida, el gobierno deberá buscar nuevas fuentes de ingresos o ajustar el gasto público.

Otro de los puntos clave es el impacto que esta medida tendrá sobre el mercado cambiario. La expectativa es que la reducción del impuesto genere una mayor demanda de dólares por parte de los importadores, lo que podría presionar al Banco Central a vender reservas internacionales. Además, los analistas advierten sobre el riesgo de que la convergencia entre el dólar oficial y el dólar financiero se produzca a través de una devaluación, lo que podría generar una nueva ola inflacionaria.

La decisión de reducir el Impuesto PAIS se enmarca en un contexto de alta incertidumbre económica, con una inflación persistente y un tipo de cambio que se mantiene bajo presión. Los expertos consultados coinciden en que el éxito de esta medida dependerá en gran medida de la implementación de políticas complementarias que apunten a estabilizar la economía y generar confianza en los inversores.

En los próximos meses, será fundamental monitorear de cerca la evolución de las variables macroeconómicas para evaluar el impacto real de la reducción del Impuesto PAIS. Los resultados de esta medida tendrán repercusiones no solo en la economía argentina, sino también en la vida cotidiana de los ciudadanos.

¿Qué pasa con la baja del Impuesto PAIS?

De acuerdo con Ecolatina, la reducción del Impuesto PAIS, por el tono de las declaraciones (de funcionarios), daría la impresión de que la reducción no sería compensada por una suba del tipo de cambio oficial, por lo que -asumiendo esto- la consecuencia de dicha medida tiene impactos simultáneos en varios frentes.

Por un lado, señalaron que en el plano fiscal se reduce la alícuota de un ingreso sensible para el fisco. Para dimensionar, durante julio el déficit financiero marcó $0,6 billones (primero desde el cambio de gestión) y se hubiera duplicado de no existir el aporte del Impuesto PAIS. No obstante, indicaron que hacia adelante el Tesoro cuenta con los recursos extras de Ganancias tras la restitución de la cuarta categoría, y los ingresos transitorios provenientes del blanqueo (el cual viene marchando bien, a juzgar por la dinámica de los depósitos en dólares del sistema financiero de los últimos días) y la moratoria.

Por otro lado, precisaron que si bien podría ser una herramienta que ayude a reducir el nivel de precios de los bienes transables en la economía, lo cierto es que no son pocos los factores que dificultan vislumbrar un efecto concreto en la dinámica inflacionaria. Para empezar, ya se anunció que tendrá lugar un nuevo ajuste de los precios regulados en algún momento de los próximos meses.  

"Pero más allá de ello, para que la medida tenga algún tipo de impacto será esencial mantener las expectativas de devaluación a raya para que este menor costo sea percibido como sostenible en el tiempo por los importadores. Si bien la curva de los dólares futuros se viene reduciendo y se encuentra alejada de la tónica de principios de 2024, aún se encuentra por encima del deslizamiento cambiario oficial del 2% mensual", observaron.

La idea de "cerrar" la brecha desde arriba

Desde Portfolio Personal Inversiones señalaron que lo que era impensado hace unos meses comienza lentamente a volverse más probable: Caputo listó en su cuenta de X algunas de las cosas que ya están pasando en la economía y que se potenciarán en los próximos meses. Lo que más llamó la atención: "el dólar financiero va a converger al dólar oficial", pero sin hacer mención sobre una eventual salida del cepo.

Según los expertos, "cerrar" la brecha desde arriba no es el escenario base del mercado, dado que se espera que la convergencia se dé del oficial al CCL, lo que en los hechos resultaría en un salto discreto de 35,8% para que desaparezca el gap cambiario hoy. 

No obstante, indicaron que el titular del Palacio de Hacienda ya dio señales de que el camino elegido podría ser el menos previsto. La reducción de la alícuota del impuesto PAÍS de 17,5% a 7,5% va en este sentido. Y aclararon que con la medida el tipo de cambio efectivo de las importaciones considerando el costo de cobertura bajó 8,4%. Si bien esto amplió el spread con el CCL de 11,4% a 21,3%, redujo el diferencial con el oficial de -18,8% a -11,4%.

"¿Qué implica que el oficial converja al financiero? Llevar el tipo de cambio real a mínimos históricos. Si el crawling peg se mantiene en 2% mensual y la inflación oscila en 3,8% en línea con el último REM, el tipo de cambio real se ubicaría en diciembre en el nivel más bajo desde noviembre 2015 y diciembre 2001. La pregunta del millón es si este valor sería coincidente con el de equilibrio de mercado. Razones sobran para creer que no sería así. Tanto en noviembre 2015 como en diciembre 2001, un nivel tan bajo de tipo de cambio real precedió a una fuerte devaluación", señalaron.

Vuelta al MULC para los importadores

Según los expertos de Ecolatina, la lógica indicaría que tras el abaratamiento del tipo de cambio los importadores tendrían incentivos para volver al MULC, sumado al acortamiento de plazos de acceso que pasó de cuatro a dos cuotas, el cual comenzaría a impactar a partir del mes próximo.

Justamente en este sentido, estimaron que el equipo económico sigue dando señales de compromiso en reducir y mantener estable la brecha (y en un sentido más amplio la nominalidad), aún a costas de acumular menos reservas. Los incentivos planteados buscan atraer una demanda creciente de divisas en los dólares financieros, que sólo durante el primer semestre implicó que un tercio del pago de importaciones se canalicen vía CCL.

Como consecuencia, alertaron que la demanda de divisas en el MULC se tornará creciente. Debido al esquema planteado, durante septiembre los importadores contarán con acceso para cancelar el 25% de las compras externas por los meses de mayo a julio, sumado al 50% de aquellas correspondientes a agosto a raíz del nuevo esquema. El pico de la demanda tendría lugar durante octubre, debido a la postergación de importaciones evidenciada durante agosto a la espera de la reducción del Impuesto PAIS, lo que permitió al BCRA retomar las compras en el MULC.

"Este mayor acceso se da en el marco de una actividad con signos de recuperación, que de sostenerse implicaría un piso de demanda cada vez mayor. No obstante, la regulación que restringe la operación cruzada entre MULC y CCL penalizando a una espera de 90 días podría suavizar, al menos temporalmente, esta demanda creciente", apuntaron.

Por estas razones, vaticinaron que hacia adelante el panorama en el MULC luce poco alentador y, por consiguiente, se volverá más desafiante la acumulación de Reservas. En lo que resta de 2024, el mencionado efecto sobre la demanda de divisas se solapará con una temporada alta de la liquidación llegando a su fin, abriendo el interrogante en torno a qué tan sostenible es el esquema actual sin el agro aportando dólares para recomponer reservas y contener la brecha.

"Aún es más complejo el horizonte si se extiende hacia 2025, con las muestras de reticencia respecto al levantamiento del CEPO del equipo económico y el presidente. Y es que, si bien el CEPO permitiría ganar cierto grado de libertad en la "administración" de la salida de divisas, difícilmente permita llevar adelante la necesaria reducción del Riesgo País y el ingreso de fondos desde el exterior (del FMI o privados) en un año que tendrá una exigencia de vencimientos en moneda dura cercanos a los u$s 11.000 millones", concluyeron.

 

 

* Para www.iprofesional.com

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