La derrota del peronismo expone tensiones internas y culpas hacia Cristina Kirchner

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Gustavo Sáenz responsabilizó a Cristina Kirchner por la derrota del peronismo en Salta, Jujuy y Misiones.
  • LLA superó ampliamente a Fuerza Patria en estas provincias, con diferencias que superan los 20 puntos porcentuales.
  • Mario Secco también apuntó contra la exmandataria, destacando el uso político de los intendentes de la provincia de Buenos Aires.
  • El cambio a la Boleta Única de Papel generó confusión entre votantes y afectó resultados en algunas jurisdicciones.
  • Se destaca el desdoblamiento electoral impulsado por Axel Kicillof como acierto estratégico para fortalecer la figura de los intendentes.
  • Las tensiones internas reflejan una crisis de coordinación y liderazgo dentro del peronismo, que deberá redefinir su estrategia frente al avance de la oposición.

La contundente derrota del peronismo ante La Libertad Avanza (LLA) en las recientes elecciones legislativas no solo dejó saldo político negativo en varias provincias, sino que abrió un intenso debate interno sobre las responsabilidades por los resultados. Dos figuras clave del oficialismo provincial y local no dudaron en señalar directamente a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner como la principal responsable de la caída electoral.

El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, fue uno de los primeros en levantar la voz. A través de su cuenta oficial de X, acusó a la exmandataria de intervenir los partidos justicialistas de Salta, Jujuy y Misiones, imponiendo candidatos de La Cámpora a dedo y generando una estrategia que, según su visión, estuvo más orientada a intereses personales que a los del partido. “Sra. Cristina, usted intervino los PJ de Salta, Jujuy y Misiones para poner a dedo candidatos de La Cámpora que sean funcionales a usted y a su hijo. El PJ no es una pyme familiar”, lanzó Sáenz, agregando que la derrota de Fuerza Patria en esas provincias es “su responsabilidad y el terror de muchos argentinos de que vuelva”.

El gobernador hizo hincapié en los números como argumento de su crítica: en Salta, LLA alcanzó el 30,4% frente a 12,2% de Fuerza Patria; en Jujuy, 37,2% contra 15,5%; y en Misiones, 37,1% frente a 9,4%. “Sus candidatos hicieron la peor elección de la historia en estas tres provincias”, concluyó Sáenz, subrayando la magnitud del retroceso electoral y acompañando su mensaje con un video en el que recordó que la exvicepresidenta ya tuvo su oportunidad y que debería dejar que la historia la juzgue.

A la crítica de Sáenz se sumó Mario Secco, intendente de Ensenada, quien también responsabilizó a Cristina Kirchner por el fracaso electoral en la provincia de Buenos Aires. Durante una entrevista en el programa De Acá en Más por Urbana Play, Secco denunció que los intendentes son utilizados según conveniencia: “Cuando les conviene, nos usan. Cuando no les conviene y necesitan un chivo expiatorio, agarran a los intendentes”, aseguró.

Secco defendió su propio accionar durante la campaña, destacando que fue “el intendente más votado como testimonial en Ensenada” y que el cambio a la Boleta Única de Papel (BUP) generó confusión entre los votantes, lo que contribuyó a una pérdida de puntos que podrían haber revertido parcialmente los resultados. Aun así, reconoció que la preferencia por La Libertad Avanza es una “realidad” que obliga a repensar estrategias: “Perdimos porque la lista nuestra no llenó el vaso y volvemos a empezar”, expresó.

El jefe municipal también valoró el desdoblamiento electoral impulsado por el gobernador Axel Kicillof, que consideró un acierto estratégico para poner en valor tanto a los intendentes como a la gobernación. “Siempre a los intendentes nos utilizan de mula y después nos quieren gastar. El que puso en valor nuevamente a los intendentes en la provincia de Buenos Aires es el gobernador Axel Kicillof”, afirmó, enfatizando la importancia de fortalecer la relación entre los niveles provinciales y municipales de gobierno.

Las declaraciones de Sáenz y Secco reflejan no solo un clima de autocrítica en el peronismo, sino también un intento de trasladar responsabilidades hacia la cúpula del partido y, de manera explícita, hacia Cristina Kirchner. Mientras algunos buscan explicar la derrota en factores externos —como la implementación de la BUP o la estrategia de campaña nacional—, otros responsabilizan directamente a la conducción partidaria central y sus decisiones de intervención.

La discusión interna se convierte así en un reflejo de la crisis más profunda que enfrenta el peronismo: la falta de coordinación entre sus líderes nacionales, provinciales y locales, la adaptación a nuevas formas de votación y la necesidad de reconstruir un proyecto político que logre recuperar terreno frente al avance de la oposición liberal. La pregunta que queda flotando en los pasillos del partido es si este señalamiento público contra la expresidenta será el inicio de una renovación interna o solo un capítulo más en la historia de divisiones que el peronismo arrastra desde hace años.

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