Argentina busca consolidarse como jugador clave en el mercado global de GNL

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Argentina busca consolidarse como exportador clave de Gas Natural Licuado (GNL), con Vaca Muerta como epicentro del proyecto.
  • Para alcanzar su meta, el país debe aumentar la producción de gas en un 78%, pasando de 142 a 111 millones de metros cúbicos diarios adicionales.
  • Los primeros cinco buques de licuefacción serán operados por Southern Energy, YPF, ENI y Shell, apuntando a cubrir el 5% de la capacidad mundial de licuefacción hacia fines de la década.
  • El comercio global de GNL ha crecido, especialmente vía buques, ofreciendo oportunidades frente a la caída del gas ruso en Europa.
  • Argentina enfrentará competencia feroz de Estados Unidos, Canadá, Rusia y México, con capacidad de licuefacción en expansión y mercados ya consolidados.
  • El éxito dependerá de inversión sostenida, eficiencia en producción, infraestructura logística y capacidad de ofrecer precios competitivos en el mercado internacional.

Argentina se enfrenta a un desafío monumental si quiere consolidarse como un exportador relevante de Gas Natural Licuado (GNL), con Vaca Muerta como epicentro de esta ambición. Para alcanzar este objetivo, el país deberá incrementar su producción de gas en un 78%, un salto significativo que lo obligará a competir en un mercado global dominado por gigantes energéticos y proyectos consolidados desde hace años.

El plan de expansión es ambicioso. Según los datos de la Comisión de Energía de la Producción Hidrocarburífera (CEPH), solo los primeros cinco buques de licuefacción, operados por empresas de peso como Southern Energy, YPF, ENI y Shell, requerirán un total de 111 millones de metros cúbicos diarios de gas. Esto representa un aumento considerable sobre los 142 millones de metros cúbicos diarios que actualmente produce Argentina. El objetivo final es alcanzar, para fines de la década, el 5% de la capacidad mundial de licuefacción de gas, lo que ubicaría al país entre los principales exportadores de la región y del mundo.

El contexto internacional presenta tanto oportunidades como desafíos. Si bien el comercio global de gas natural ha mostrado una caída promedio del 2,5% anual desde 2019, esta tendencia se explica casi en su totalidad por la reducción de ventas a través de gasoductos, en especial por la disminución del suministro ruso hacia Europa. En paralelo, las exportaciones de GNL vía marítima han crecido un 2,3% anual, desplazando parcialmente el gas ruso y alcanzando ya el 48% del total del comercio de gas en 2024. Esta dinámica favorece a países como Argentina, que buscan posicionarse en el mercado global de GNL mediante envíos por buques.

Sin embargo, el camino no será sencillo. La competencia en el mercado de GNL es intensa y está liderada por actores con décadas de experiencia y capacidad instalada. Entre 2019 y 2024, la capacidad global de licuefacción creció un 15%, con una utilización del 87% en 2024, lo que evidencia la presión existente sobre los precios y la demanda. Además, se proyecta que la capacidad mundial de licuefacción aumente un 44% hacia 2032, con numerosos proyectos en fase inicial en Estados Unidos, Canadá, Rusia y México, entre otros. Esto significa que Argentina no solo deberá aumentar su producción, sino también garantizar eficiencia y competitividad para poder disputar mercados frente a estos gigantes.

El desafío requiere una estrategia integral: inversión sostenida, desarrollo tecnológico, eficiencia operativa y la capacidad de ofrecer un producto competitivo a nivel internacional. Además, la logística de transporte y la infraestructura portuaria serán determinantes para que el país pueda cumplir con los plazos previstos y garantizar la calidad del suministro en un mercado que valora la confiabilidad y la constancia en los despachos.

Expertos consultados subrayan que el tiempo juega en contra de Argentina. Cada retraso en la expansión de la producción o en la construcción de terminales de licuefacción puede traducirse en pérdida de oportunidades frente a competidores consolidados. Por ello, la coordinación entre el sector público y privado, junto con políticas claras de incentivo a la inversión, se vuelve un factor crítico para el éxito del proyecto.

En suma, Argentina se encuentra en una carrera de alto riesgo y alta recompensa en el mercado global de GNL. Si logra aumentar su producción, mantener eficiencia operativa y ofrecer precios competitivos, podrá consolidarse como un actor relevante en un mercado dinámico y en expansión. Vaca Muerta, más que un yacimiento, se presenta como la llave estratégica para que el país transforme su potencial energético en presencia internacional, diversificando sus ingresos y posicionándose como proveedor confiable de gas natural licuado en el mundo.

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