Furiase descarta “reseteo” económico post elecciones legislativas nacionales: la agenda del Gobierno entre expectativas y reservas en tensión

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Federico Furiase, director del BCRA, descartó un “reseteo” económico tras las elecciones, asegurando continuidad del plan oficial.
  • El mercado sigue atento a posibles ajustes, renegociaciones con el FMI y postergación del regreso a los mercados internacionales.
  • Analistas advierten que el Gobierno enfrenta debilidad parlamentaria y un esquema económico cortoplacista sostenido con parches.
  • Las reservas líquidas son limitadas: de 20.000 millones de dólares, solo 6.000 millones son realmente disponibles para pagos y importaciones.
  • El riesgo país subió cerca de 900 puntos, reflejando preocupación del mercado más por reservas que por resultado fiscal.
  • Expertos coinciden en que el impulso electoral y la acumulación de reservas serán claves para consolidar estabilidad y retomar crecimiento.

Federico Furiase, director del Banco Central (BCRA) y uno de los hombres de mayor confianza del ministro de Economía, Luis Caputo, despejó dudas sobre la continuidad del rumbo económico al afirmar, con contundencia, que tras las elecciones legislativas “de ninguna manera” habrá un reseteo de la política económica. La declaración se produjo a la salida de un encuentro con compañías de seguros este jueves y apunta a reforzar la narrativa oficial de estabilidad ante un mercado cada vez más inquieto.

El interrogante central para los analistas es cómo se combinará la continuidad del plan económico con la realidad política y financiera. En el mercado circula la expectativa de un eventual ajuste más profundo al plan vigente, una renegociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la postergación, al menos por seis meses, del regreso a los mercados internacionales, incluso en un escenario de triunfo de La Libertad Avanza en las legislativas nacionales.

Sin embargo, la fortaleza política del Gobierno no parece acompañar su estrategia económica. Aunque pudiera lograr un número suficiente de bancas para vetar proyectos de la oposición, la debilidad parlamentaria sigue siendo un condicionante. Pablo Moldován, director de C-P Consultora, apuntó que “el acuerdo con el FMI planeaba que para 2026 el Gobierno tenía que salir a los mercados, y hoy, con el riesgo país en cerca de 900 puntos, eso parece cada vez más lejano”.

Según Moldován, la estrategia oficial se basa en un escenario optimista: un triunfo electoral que destrabe la situación financiera. Pero, a partir de las variables objetivas —vencimientos, reservas netas y programa cambiario—, “el panorama se muestra bastante complicado”. El economista describió la política oficial como “un esquema cortoplacista sostenido a base de parches”, aunque reconoció que la narrativa sólida del Ejecutivo a veces disimula esta fragilidad.

Como ejemplo, recordó que a fines de 2024 se redujeron las retenciones para garantizar la liquidación de divisas en el primer trimestre de 2025, una apuesta que no se cumplió debido a cambios en la estacionalidad y que obligó a recurrir nuevamente al FMI. “Desde que apareció el blanqueo, el Gobierno viene pedaleando con la idea de que reabrirá el acceso a los mercados, pero los inversores se muestran reticentes. Es como un respeto cauteloso”, subrayó Moldován.

La relación con el FMI también podría tensionarse tras octubre. “Probablemente aparezca algún ‘ruidito’, con la posibilidad de nuevas metas de reservas y un cronograma de pagos distinto. La deuda argentina lleva demasiado tiempo sin funcionar, y al organismo ya le genera resquemor aportar dólares para que el país pague a los bonistas”, advirtió.

Por su parte, Lucila Barbeito, analista económica de J.P. Morgan, ofreció un panorama más optimista: “A partir del cuarto trimestre, Argentina podría retomar la senda del crecimiento y superar el 3% el próximo año”, aunque aclaró que esto requiere que el Banco Central acumule reservas y que el Gobierno consolide su agenda en el Congreso. “Los mercados valoran lo hecho hasta ahora, pero después de las elecciones será clave impulsar reformas que funcionen como catalizador”, puntualizó.

Miguel Kiguel, director de Econviews, se sumó al debate sobre reservas. Según sus cálculos, las reservas líquidas rondan los 20.000 millones de dólares, de los cuales 14.000 millones corresponden a préstamos del FMI. “Solo quedan 6.000 millones, un mes de importaciones, y con eso deben afrontar los pagos de enero. No es una situación exitosa”, dijo, relacionando directamente este dato con el nivel de riesgo país.

El Grupo IEB destacó que el riesgo país subió 214 puntos en los últimos dos meses, con spreads similares a los de 2012-2014. Sus analistas concluyen que “las reservas son la principal preocupación del mercado, incluso más que el resultado fiscal”, y que solo con un impulso electoral favorable Argentina podría acercarse a un riesgo país de 500 puntos.

Entre declaraciones oficiales y advertencias del mercado, la Argentina económica enfrenta un escenario de continuidad política bajo presión financiera, donde la acumulación de reservas y el blindaje parlamentario parecen ser las claves para sostener la estabilidad hasta 2025.

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