Argentina atraviesa un escenario de alta volatilidad cambiaria y financiera a meses de las elecciones legislativas

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Tras dos semanas de fuerte desarme de Letras Financieras (LEFI) y rápida dolarización, el mercado argentino enfrenta alta incertidumbre política y económica que podría mantener la volatilidad del dólar y tasas hasta las elecciones de octubre.
  • El dólar mayorista cerró en $1.375, cerca del techo de la banda de flotación del BCRA en $1.450, donde la autoridad intervendría para contenerlo.
  • Aunque el Gobierno asegura que no habrá traslado del dólar a precios, ya se anuncian aumentos en productos básicos entre 3% y 9%, lo que complica el control de la inflación.
  • El BCRA atribuye la suba del dólar a “ruido político” típico de años electorales y compras del Tesoro para acumular reservas según el acuerdo con el FMI.
  • El presidente Milei y su equipo defienden la flotación cambiaria, alertando sobre el “riesgo KUKA” ligado a un posible regreso del kirchnerismo en 2027.
  • Para contener la presión cambiaria, el BCRA elevó los encajes bancarios del 30% al 40%, endureciendo la política monetaria y aumentando las tasas a cerca del 4,5% mensual.
  • La oferta escasa de dólares del sector agroexportador y la fuerte demanda generan incertidumbre sobre la estabilidad del dólar.
  • El Gobierno debe renovar vencimientos de deuda por unos 75 billones de pesos antes de octubre, un desafío clave para la estabilidad financiera.
  • El oficialismo confía en mantener la estabilidad con el plan actual, pero cuenta con un Plan B ante un posible resultado electoral adverso.
  • Queda la duda sobre si el BCRA podrá contener el dólar sin que suban los precios, y si el Gobierno mantendrá la confianza del mercado en un contexto electoral polarizado.

Tras dos semanas marcadas por un intenso desarme de Letras Financieras (LEFI) y una rápida dolarización de activos, el mercado argentino se enfrenta a una incertidumbre política y económica inédita, que podría extender la volatilidad del dólar y las tasas de interés hasta las elecciones de medio término del 26 de octubre. En este contexto, los comicios bonaerenses del 7 de septiembre serán un termómetro anticipado del clima electoral y financiero nacional.

El dólar mayorista cerró la semana en $1.375, acercándose al techo de la banda de flotación establecido por el Banco Central (BCRA) en $1.450, nivel en el que la autoridad monetaria intervendría para contener la divisa. Esta proximidad limita la expectativa de nuevas subas cambiarias y genera tensión sobre el traslado de la depreciación a los precios al consumidor.

Aunque desde el Ministerio de Economía y el BCRA se insiste en que la macroeconomía sólida y el ancla fiscal impedirán que la suba del dólar impacte en la inflación, el mercado ya registra anuncios de aumentos de precios en productos de consumo masivo y alimentos, con incrementos que oscilan entre el 3% y el 9%. Empresas como Arcor, Mondelez, Unilever y Softys confirmaron ajustes en sus listas, anticipando un mayor desafío para controlar la inflación en agosto.

El director del BCRA, Federico Furiase, señaló que la reciente escalada del dólar responde a “ruido político típico de años electorales”, sumado a la compra de divisas por parte del Tesoro para acumular reservas en línea con el acuerdo con el FMI. Asimismo, remarcó que el dólar “flota” y que la cotización puede tanto subir como bajar en función del mercado.

El presidente Javier Milei y su equipo económico, en sintonía con el BCRA, defienden el sistema de flotación cambiaria y alertan sobre el “riesgo KUKA”, un posible aumento del riesgo país ligado a un retorno del kirchnerismo al poder en 2027, lo que ya genera nerviosismo en el sector financiero.

Para contener la presión sobre el dólar, el BCRA anunció el aumento de encajes bancarios del 30% al 40%, endureciendo la política monetaria y elevando las tasas de interés que ya rondan el 4,5% mensual, lo que podría limitar la demanda de divisas y estabilizar la cotización. Sin embargo, la persistente escasez de oferta de dólares por parte del sector agroexportador y la firme demanda agregan incertidumbre a la estabilidad cambiaria.

Además, el Gobierno deberá afrontar vencimientos de deuda en pesos por alrededor de 75 billones de pesos hasta octubre, un desafío que se suma a la presión electoral y al contexto económico inestable. El comportamiento del mercado ante estos pagos será clave para el desarrollo del “riesgo KUKA” y la viabilidad del modelo económico actual.

Con las elecciones bonaerenses y nacionales a la vuelta de la esquina, el Gobierno mantiene la esperanza de que el plan actual logre sostener la estabilidad, aunque reconoce que, ante un resultado adverso, dispone de un Plan B para enfrentar posibles crisis.

El futuro inmediato se presenta cargado de interrogantes: ¿podrá el BCRA contener el dólar cerca del techo sin que se traslade a los precios? ¿Logrará el Gobierno mantener la confianza del mercado en medio de un clima electoral polarizado? La respuesta a estas preguntas definirá la hoja de ruta económica en los meses que vienen.

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