

Para la city, el debut del dólar sin cepo fue "un éxito" pero advierte por el talón de Aquiles del acuerdo con el FMI
ECONOMÍA Santiago Escobar*



El desarme del cepo cambiario marcó un punto de inflexión para el rumbo económico del Gobierno, y los primeros movimientos del mercado ofrecieron señales alentadoras. Lejos de una reacción nerviosa, los dólares financieros se alinearon en la parte baja de la nueva banda, los bonos mostraron firmeza y el riesgo país descendió con decisión. Aunque las acciones cedieron algo tras el impulso inicial, el mensaje fue claro: la apertura fue bien recibida. Ahora, la pregunta inevitable es qué sigue.
En ese contexto, las principales consultoras de la city pusieron a circular sus informes con las primeras impresiones, certezas y dudas que genera el nuevo régimen, pero como sostiene Econviews, la evaluación arroja un resultado unánime: “Los primeros días sin cepo fueron, sin dudas, un éxito para el Gobierno”.
Aunque la adaptación al nuevo régimen todavía está en marcha y llevará tiempo, “las señales iniciales son alentadoras y hay buenas razones para pensar que el programa puede funcionar”, desliza la consultora de Miguel Ángel Kiguel. El estudio proyecta que en el frente cambiario, los próximos meses podrían venir con viento a favor. “La cosecha gruesa aumentará la oferta de dólares y el carry trade volverá con fuerza, respaldado por el “techo” de la banda como una especie de seguro”.
Sucede que a diferencia del pasado, ahora los no residentes podrán participar. Por eso, el J.P. Morgan alentó a sus clientes a comprar las Lecaps que vencen el 15 de agosto de 2025, “ya que el reciente alivio de las normas del mercado cambiario marca un cambio de juego para los mercados locales”. Bicicleta financiera a pleno aunque con la condición de permanecer al menos seis meses en esa posición.
Las reservas: el punto de tensión del nuevo régimen
Econviews asegura que hay tensiones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) respecto a la estrategia de acumulación de reservas: “Mientras el organismo pide que el Banco Central (BCRA) intervenga dentro de la banda, el Gobierno insiste en que solo lo hará en el piso”.
Si se mantiene esta postura, podría darse una apreciación del tipo de cambio real, lo que implicaría tasas más altas, menor actividad y pérdida de competitividad, por lo que surge los primeros interrogantes: “¿A ese tipo de cambio llegarán las inversiones? ¿El campo liquidará?”.
Al respecto, el informe de FMyA es claro y recuerda que el Gobierno aseguró que, en la posición intermedia de la banda no intervendrá para comprar reservas. Sin embargo, enfrenta el desafío de acumular u$s1.500 millones en reservas netas en los próximos dos meses para cumplir con lo pactado con el FMI.
“Aunque el objetivo total de acumulación es de u$s5.000 millones, u$s3.000 millones provendrían de desembolsos de organismos internacionales y u$s500 millones corresponderían al “neto” del REPO, lo que deja un remanente de u$s1.500 millones que deberían ser comprados en el mercado. Si el BCRA no los adquiere, la baja del Riesgo País hacia los 500 puntos básicos podría verse comprometida”, desliza.
Por su parte, Facimex Valores, analiza que el programa está diseñado para que el tipo de cambio eventualmente converja al piso de la banda, ya que recién en ese momento podrá comenzar a darse la remonetización de la economía. “No obstante, no se puede descartar que, para cumplir con las metas de reservas netas estipuladas con el FMI, el BCRA opte ocasionalmente por comprar divisas dentro de la banda”.
El BCRA deberá entonces comprar u$s130 millones por día
Un informe del Banco Provincia, asegura que para cumplir la meta de reservas con superávit de cuenta corriente, es decir, compras en el mercado, el Central debería sumar u$s130 millones promedio por día en los próximos dos meses. “Para dimensionar, en enero y febrero promedió compras por u$s75 millones”, explica. Un monto más que exigente.
Entonces, para cumplir con las metas, el BCRA debería acumular poco más de u$s4.000 millones en reservas netas hasta el 13 de junio, no perder más de u$s100 millones entre esa fecha y el 30 de septiembre, y sumar otros u$s4.500 millones hasta fin de año.
“Este último tramo coincide con el pago de cupones y amortizaciones de bonos Globales y Bonares previsto para el 9 de julio, por un total de u$s4.500 millones, lo que implicaría tener que recomprar ese monto en el mercado”, señala el Banco.
En total, las reservas netas deberían aumentar en u$s10.000 millones durante el resto de 2025, cifra que asciende a u$s15.000 millones si se consideran los compromisos de deuda. “Cabe aclarar que estos montos no incluyen los desembolsos del FMI, ni los primeros u$s4.000 millones que giren otros organismos multilaterales, ni tampoco los u$s1.500 millones de financiamiento de mercado mencionados en la página 99 del acuerdo”.
Por lo tanto, la mayor parte de la meta deberá cumplirse con compras del Banco Central en el mercado oficial. Y es aquí donde se quiebran las expectativas del mercado.
El informe especial de ABECEB resalta que, una de las “condiciones para el éxito”, del programa, entre otras varias que menciona, es convencer al mercado de que la flotación entre las bandas de $1.000 a $1.400 deja un espacio suficiente de flexibilidad como para adaptarse a los shocks que hoy aparecen como probables.
“Entre esos shocks se destacan tanto los de origen externo –desde precios de las commodities hasta tasas de interés y devaluaciones de emergentes–, como los de naturaleza política, en un año electoral”, desliza el centro de estudios. Y advierte: “Hay una variable fundamental para saber si el mercado empieza a creer: la acumulación de reservas. “Es necesario cumplir con las metas de reservas que fijó el FMI en el acuerdo. Debido a esto, los márgenes para intervenir si la brecha se acerca al techo de la banda, es difícil que sean amplios”.
Por último, el documento de MacroView es contundente: “La banda cambiaria prevista para 2025 presenta un diseño particular: un piso extremadamente bajo y en declive, que será muy difícil de alcanzar, y un techo alto, aunque no inalcanzable”.
Para la consultora, a primera vista, la banda no parece pensada para que el Banco Central compre dólares de forma constante, pero tampoco para evitar completamente las ventas, ya que su funcionamiento dependerá en gran medida del éxito del ajuste fiscal, el torniquete monetario, y la evolución de la demanda de pesos.
“El esquema establece que si el tipo de cambio alcanza el techo de la banda, el BCRA deberá vender dólares; mientras que si cae al piso, deberá comprarlos. Sin embargo, el Banco Central también está habilitado —y obligado— a comprar dólares incluso cuando el tipo de cambio se mantenga dentro de los márgenes de la banda, con el fin de cumplir la meta de acumulación de reservas acordada con el FMI. En el contexto de un mercado cambiario unificado, se trata de una meta ambiciosa”, concluye.
* Para www.ambito.com

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