
Javier Milei, el escándalo cripto y la "bomba atómica": ¿crítica o predicción de Patricia Bullrich?
OPINIÓN Juan Rezzano *



Patricia Bullrich calificó de "bomba atómica" la actitud de referentes de la oposición que consideran que la promoción de una estafa con criptomonedas es causa suficiente para iniciar un proceso de juicio político contra Javier Milei. Con ánimo de cuestionar la movida, a la que le adjudicó la intención de "bajar al Presidente de un hondazo", ¿es posible que la ministra de Seguridad haya lanzado, en cambio, una predicción involuntaria?
“Lo que pasó anoche fue como una bomba atómica para tratar de bajar al Presidente de un hondazo. Es una cosa increíble pedir un juicio político por un tuit", dijo Bullrich en declaraciones a radio Rivadavia.
“Llevarlo a juicio político es una cosa totalmente desmedida con tal de sacar al Presidente y desviarnos del camino. Vamos a apoyar siempre a los privados que hagan cosas y Milei tiene la libertad de poder plantear las cosas que considere”, agregó la ministra.
Javier Milei, en el banquillo
¿El escándalo tendrá, efectivamente, el poder de daño de una bomba atómica política?
Por lo pronto, la promoción de una criptomoneda que disparó abruptamente su cotización y se cayó como un piano en cuestión de horas, lo que causó cuantiosas pérdidas a inversores que confiaron en el Presidente, provocó un terremoto que sacude el fin de semana y promete escalar.
Por el calibre de las imputaciones que recaen sobre sus hombros, el escándalo coloca al Presidente en la situación más comprometida desde que asumió el poder, en diciembre de 2023.
"El Presidente podría haber violado abiertamente la Ley de Ética Pública y la Ley de Entidades Financieras, particularmente en lo referido a la publicidad para la captación de recursos (art. 19). Además, lo sucedido podría configurar delitos de lavado de dinero, defraudación y/o estafa, que la UIF no puede ignorar", advirtió el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro.
"Es la segunda vez que, como funcionario, Milei publicita activos del mundo crypto que terminan siendo una estafa", señaló el senador radical Martín Lousteau; en tanto el abogado mediático Carlos Maslatón, que fuera uno de los más entusiastas impulsores de Milei como figura política, lo acusó de cometer "fraude financiero".
Ya no se discuten las condiciones emocionales del Presidente ni sus manifestaciones violentas, su xenofobia o la homofobia que descarga en foros internacionales. Tampoco, la veta fascista de militantes que se reivindican como brazos armados y reciben respaldo presidencial. Tampoco se discute aquí el modelo económico del ajuste y la bicicleta financiera ni están en cuestión las políticas de desguace del Estado. Al Presidente se le imputan, ahora, faltas éticas graves y la comisión de delitos penales económicos.
¿Y si fuera cierto que no estaba "interiorizado sobre los pormenores" del negocio que infló con su tuit hasta generar una burbuja fraudulenta multimillonaria, como argumentó como todo ensayo de explicación de lo inexplicable? ¿Se le podría perdonar semejante torpeza al presidente que se postula para el Nobel de Economía? No está claro qué opción sería Guatemala y cuál, Guatepeor.
La avanzada de la oposición en el Congreso
Como quedó claro en las manifestaciones públicas que Bullrich acusa de golpistas, por ese cambio sustancial en la naturaleza de la discusión, un sector de la oposición está convencido de que ahora tiene argumentos para cuestionar seriamente la idoneidad del líder libertario para ejercer la primera magistratura y, concretamente, para impulsar un proceso de juicio político, como el que decidió promover Unión por la Patria basado en que "la participación de Milei en un delito de estafa cripto es de enorme gravedad" y "un escándalo sin precedentes". La pregunta es: ¿qué chances tiene de prosperar tiene esa iniciativa?
Para armar una comisión investigadora en la Cámara de Diputados, la oposición necesita mayoría simple del recinto. El juicio político requiere un trámite más largo. Hay una comisión que inicia el proceso y, con una mayoría simple de sus miembros, define la aprobación de las medidas (admitir la investigación, emitir citaciones y despachar eventuales dictámenes de acusación que, por ejemplo, ya tienen los cuatro jueces de la Corte Suprema). Las exigencias aumentan a la hora de enviar el expediente al Senado, que es la cámara en la que se sustancia el juicio y requiere dos tercios del pleno de Diputados.
Al menos mucho ruido en el Congreso
El escudo parlamentario que ha conseguido armar el Presidente en la cámara baja alcanza para convertir casi en una quimera la llegada del juicio al Senado, pero acaso no para que la oposición dura consiga montar un escenario que colocaría a Milei en una situación inesperada y, para peor, disparada por un error no forzado; una crisis que lo obligaría a ser muy generoso en el juego del toma y daca con aliados que, en esa mesa de negociaciones, tienen mucho para ganar en el arranque del año electoral.
Cuando se deslizaba manso y tranquilo hacia unas urnas que le prometían allanarle el camino hacia el segundo tiempo de su primer mandato y hacia una eventual reelección, una bomba atómica acaba de estallar, con consecuencias impredecibles.
* Para www.letrap.com.ar



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