Fin de ciclo para las facultades delegadas: Milei entra en una nueva etapa sin su principal herramienta de poder

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
23R3WRU4INAIRMS2KIOOWKU774
  • Vencieron las facultades delegadas que permitían al Gobierno legislar por decreto en áreas clave.
  • Durante su vigencia, Milei aplicó más de 100 reformas, incluyendo privatizaciones y disoluciones de organismos.
  • La Libertad Avanza tiene escasa representación en el Senado y enfrenta proyectos opositores que no puede frenar.
  • La relación con los gobernadores se deterioró, y crecen las tensiones políticas en un año electoral.
  • Internas en el oficialismo complican la estrategia y generan fisuras.
  • El Gobierno apuesta a comunicación y ajuste económico como ejes para mantener apoyo popular.

El Gobierno de Javier Milei acaba de atravesar un punto de inflexión. Este martes vencieron las facultades delegadas que el Congreso le había conferido mediante la Ley Bases, quitándole al Ejecutivo la posibilidad de legislar por decreto en áreas sensibles como la administración, la economía, las finanzas y la energía. Con más de 100 reformas implementadas bajo ese paraguas —incluidas disoluciones de organismos, fusiones y privatizaciones—, el oficialismo enfrenta ahora un escenario político mucho más complejo.

“El Presidente no quiere gobernar con facultades delegadas, pero sí necesitaba un plazo para acelerar su programa de reformas”, explicó Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, durante un acto en Casa Rosada. Sin embargo, lo que se pierde no es menor: Milei ya no podrá sortear al Congreso para avanzar con cambios estructurales, y el margen de maniobra se estrecha justo cuando su coalición atraviesa su momento más frágil en ambas cámaras.

La Libertad Avanza cuenta con solo seis bancas propias en el Senado, donde este jueves se debatirán proyectos que incomodan al oficialismo: aumentos jubilatorios, moratoria previsional, emergencia en discapacidad y distribución de recursos a las provincias. La Casa Rosada admite que no tiene los votos para bloquearlos, y prepara vetos inmediatos. Sin embargo, los gobernadores ven en esta instancia una oportunidad para negociar recursos en un contexto de tensión creciente.

La falta de acuerdos quedó en evidencia con la desairada convocatoria presidencial a los mandatarios provinciales para la vigilia del 9 de Julio en Tucumán. A un año del frustrado “Pacto de Mayo”, la distancia entre Milei y los jefes territoriales se profundizó, impulsada tanto por las formas agresivas del oficialismo como por el calendario electoral que ya marca el pulso de la política.

La tensión institucional ya impacta en la economía. El dólar retomó una leve suba, el riesgo país preocupa al Gobierno, y los mercados reaccionan ante la posibilidad de vetos legislativos que no puedan ser sostenidos. “Tenemos que mantener el riesgo estable para no encarecer el rollover de deuda”, advirtió una fuente oficial.

A este escenario se suman internas dentro del propio oficialismo. La falta de una estrategia electoral común entre los sectores alineados con Karina Milei, los Menem y Santiago Caputo comienza a generar ruido. Una cumbre reciente en Casa Rosada buscó alinear posiciones, aunque el principal asesor presidencial se ausentó, avivando rumores de fisuras.

Sin herramientas extraordinarias ni mayorías parlamentarias, el Gobierno apuesta a su fortaleza comunicacional y al impacto del ajuste para sostener su narrativa de éxito. “Inventamos el ajuste expansivo y popular”, aseguró recientemente Milei, convencido de que su imagen sigue firme y de que puede dar “un batacazo” en las elecciones de septiembre y octubre.

La pregunta es si esa apuesta será suficiente para sortear la tormenta política que se avecina. Porque ahora, sin decreto y sin consenso, gobernar se vuelve otra cosa.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto