Diciembre caliente: reformas, bandas cambiarias y la carrera por los dólares que sostienen el plan Milei

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El Gobierno convocará a sesiones extraordinarias para avanzar con reformas laboral e impositiva.
  • Milei quiere aprobar las leyes clave durante el verano, aprovechando el resultado electoral.
  • Caputo evalúa subir el crawling peg del 1% al 1,5%, pero sin fecha definida.
  • Economistas presionan por compras de dólares para reforzar reservas.
  • Caputo apuesta a cuatro fuentes de divisas: capitales financieros, “dólares del colchón”, bonos corporativos e inversiones por el RIGI.
  • La duda central: si esas canillas bastarán para sostener las bandas cambiarias sin un nuevo salto del dólar.

Diciembre no traerá únicamente el habitual recambio de clima político. También abrirá un capítulo decisivo para la estrategia económica del Gobierno. La Casa Rosada prevé convocar a sesiones extraordinarias del Congreso, un movimiento que buscará acelerar el tratamiento de sus reformas estructurales: el capítulo laboral y el paquete impositivo. Javier Milei insiste en que esas leyes deben aprobarse cuanto antes, tanto para enviar una señal contundente a los mercados como para cimentar la competitividad de la economía. En el oficialismo repiten que los resultados electorales de octubre ofrecen la legitimidad necesaria para avanzar durante el verano, incluso en medio de debates que prometen ser ásperos.

Mientras tanto, en el terreno económico se cocina otra discusión igualmente sensible: el futuro de las bandas cambiarias. Luis Caputo mantiene bajo estricta reserva cualquier ajuste al régimen vigente, aunque dejó trascender ante inversores de Wall Street que evalúa elevar la tasa de depreciación mensual del 1% al 1,5%. El detalle no es menor: modificar el ritmo de la devaluación podría redefinir expectativas en un mercado que sigue con lupa cada gesto del ministro. El interrogante central —cuándo lo hará— sigue sin respuesta.

El mercado presiona y el Gobierno evita definiciones

El dilema cambiario se volvió uno de los puntos de mayor tensión en las últimas semanas. Desde distintos sectores del establishment económico se multiplicaron los pedidos para que el Gobierno reanude la compra de divisas y recomponga reservas del Banco Central. Domingo Cavallo, Joaquín Cottani, representantes del Fondo Monetario y hasta Juan Carlos de Pablo coincidieron en el mismo planteo: sin acumulación de dólares, el actual esquema de bandas enfrenta riesgos crecientes.

Caputo, sin embargo, rechaza tajantemente la idea de avanzar hacia una flotación libre del tipo de cambio. “En la mayoría de los países el dólar no flota libremente, no nos agrandemos”, advirtió ante empresarios. La definición deja al desnudo una convicción compartida en el binomio Milei-Caputo: las bandas se mantienen. La duda es si el ministro logrará sostener un tipo de cambio real que podría quedar atrasado, al menos hasta que la inflación ceda por debajo del nivel de depreciación mensual.

Las cuatro canillas de dólares para sostener el esquema

En este contexto, Caputo apuesta a cuatro fuentes de divisas para evitar un nuevo salto del dólar y mantener la estabilidad cambiaria:

1. Ingreso de capitales financieros.

La primera señal ya se observa en los mercados bursátiles, que viven un auge desde las elecciones del 26 de octubre. La contracara es el derrumbe en la dolarización de portafolios: tras un septiembre y octubre con compras récord de divisas, la primera mitad de noviembre mostró una caída abrupta, con un volumen estimado entre USD 600 y USD 750 millones en compras vía home banking. El mes podría cerrar en torno a USD 1.000–1.200 millones, muy lejos de los picos previos.

2. Los dólares del colchón.

El Gobierno intenta reactivar el proyecto de “inocencia fiscal”, que busca legalizar fondos no declarados y atraerlos al circuito formal. La iniciativa eleva los montos que configuran delitos tributarios y flexibiliza el marco para quienes blanqueen activos. La meta es que la ley quede aprobada antes de fin de año.

3. Emisión de bonos corporativos.

El resultado electoral abrió un boom de emisiones de deuda empresarial en Nueva York. Según la consultora 1816, noviembre ya es el mes de mayor actividad en la era Milei, con colocaciones de YPF, Tecpetrol, Pampa y Pluspetrol. Aunque las empresas no están obligadas a liquidar en el mercado local, parte de esos dólares podría volcarse al spot.

4. Inversión directa vía RIGI.

El Comité Evaluador aprobó el noveno proyecto bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones. En el oficialismo aseguran que se trata de iniciativas que generarán un flujo importante de divisas en los próximos meses.

¿Alcanza para sostener la calma cambiaria?

La pregunta atraviesa a todo el arco económico: ¿serán suficientes estas cuatro canillas para sostener las bandas y evitar presiones dolarizadoras? El Gobierno apuesta a que sí, confiado en que el ingreso de capitales, la normalización de expectativas y el flujo del RIGI permitirán transitar el verano sin sobresaltos.

Pero el margen sigue siendo estrecho. Entre las reformas que deberán discutirse en el Congreso y la necesidad de garantizar estabilidad en el frente cambiario, diciembre se perfila como un mes en el que la política y la economía volverán a marchar en paralelo, con un ojo puesto en las leyes y el otro en la pizarra del dólar.

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