Crisis metalúrgica: producción en caída, empleo en riesgo y una industria que no encuentra piso

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • La producción metalúrgica cayó 2,3% mensual en agosto y 6,1% interanual, con la utilización de la capacidad instalada en 44,8%, niveles no vistos desde 2020.
  • El empleo del sector bajó 2,9% interanual y 0,5% mensual; el 90,5% de las empresas no planea aumentar personal.
  • La crisis afecta a casi todos los segmentos: Autopartes (-12,6%), Fundición (-14,4%) y Bienes de Capital (-8,1%), mientras la maquinaria agrícola frena su repunte.
  • Santa Fe mantiene producción casi estable (0,2%), pero Buenos Aires cae 8,7%; Córdoba, Mendoza y Entre Ríos también muestran retrocesos.
  • El déficit comercial se amplía: importaciones crecieron 23% y exportaciones 25,9%, reflejando pérdida de competitividad frente a productos extranjeros.
  • ADIMRA advierte que la industria opera 17% por debajo de máximos históricos; se requieren políticas activas para estimular inversión, empleo y competitividad.

La industria metalúrgica argentina atraviesa un escenario crítico que recuerda los momentos más duros de la pandemia. Según un informe del Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la producción del sector cayó en agosto un 2,3% respecto de julio y un 6,1% en comparación con el mismo mes de 2024. El dato más alarmante es el desplome de la utilización de la capacidad instalada (UCI) al 44,8%, un nivel que no se registraba desde el confinamiento de 2020.

El presidente de ADIMRA, Elio Del Re, describió un panorama “de estancamiento generalizado” y advirtió sobre los riesgos para el empleo: “La industria nacional atraviesa niveles productivos muy bajos, que ni siquiera alcanzan a revertir la profunda caída de 2024. Necesitamos políticas activas que reconstituyan el tejido productivo, porque de lo contrario los niveles actuales pondrán en riesgo el empleo”, sostuvo.

Los datos confirman su preocupación. El empleo sectorial cayó un 2,9% interanual en agosto y un 0,5% respecto de julio. Además, el 90,5% de las empresas consultadas no prevé aumentar sus plantillas o directamente evalúa recortes. En paralelo, el 74,4% de las compañías espera que su nivel de producción se mantenga igual o disminuya en los próximos meses, lo que refleja un marcado pesimismo.

La debilidad es transversal a casi todos los segmentos. La maquinaria agrícola, uno de los pocos rubros que había mostrado señales de recuperación, interrumpió su repunte con una caída del 1,9%. Carrocerías y Remolques, que había crecido 6,8% en meses previos, continuó en alza pero a un ritmo mucho más lento, señalando una desaceleración preocupante. Los sectores históricamente castigados sufrieron retrocesos más pronunciados: Autopartes se desplomó 12,6%, Fundición cayó 14,4% y Bienes de Capital retrocedió 8,1%. También cedieron terreno Otros Productos de Metal (-7,1%), Equipos y Aparatos Eléctricos (-3,4%) y Equipamiento Médico (-1,6%).

La crisis no afecta de manera homogénea a las provincias. Santa Fe, motor tradicional del sector, logró mantenerse apenas en terreno positivo con un 0,2%, un desempeño que contrasta con los números del primer semestre. Buenos Aires, epicentro de la industria metalúrgica, registró una fuerte contracción del 8,7%, consolidándose como la jurisdicción de peor desempeño. Córdoba (-4,5%), Mendoza (-4,4%) y Entre Ríos (-2,7%) también mostraron retrocesos que revierten las mejoras parciales de principios de año.

El frente externo agrava la situación. Las importaciones de productos metalúrgicos sumaron en julio u$s2.281 millones, un 23% más que el año anterior, mientras que las exportaciones, aunque crecieron 25,9%, apenas alcanzaron u$s527 millones. El déficit comercial del sector se amplía y deja en evidencia la pérdida de competitividad de la industria local frente a la creciente penetración de productos extranjeros. Desde junio de 2024, cuando las compras externas tocaron su nivel más bajo, las importaciones crecen a un ritmo promedio del 3,5% mensual.

El informe de ADIMRA concluye que la actividad metalúrgica opera hoy un 17% por debajo de sus máximos históricos y solo muestra un débil crecimiento acumulado de 1,6% en lo que va del año. Para los industriales, el repunte de corto plazo es poco probable sin medidas de estímulo específicas. Del Re insistió en que “la industria no puede recuperarse sola” y reclamó políticas que impulsen la inversión, protejan el empleo y mejoren las condiciones de competitividad.

Con una capacidad instalada cercana a mínimos históricos, un mercado interno deprimido y una presión creciente de las importaciones, la metalurgia argentina enfrenta uno de sus desafíos más severos en décadas. Los próximos meses serán determinantes para definir si el sector logra estabilizarse o profundiza una crisis que ya amenaza con dejar cicatrices profundas en el empleo y en el entramado productivo del país.

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