El Gobierno frente a un dilema cambiario: riesgo de devaluación y presión sobre reservas tras la derrota en Buenos Aires

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Tras la derrota en Buenos Aires, el dólar oficial coquetea con la banda superior, lo que obligaría al BCRA a vender reservas y genera riesgo de devaluación.
  • Las reservas líquidas disponibles (~u$s20.000 millones) provienen en gran parte de créditos del FMI y encajes bancarios, limitando la maniobrabilidad.
  • El Tesoro enfrenta vencimientos de deuda por u$s3.000 millones hasta fin de año y u$s14.000 millones durante 2026, sin acceso a mercados internacionales.
  • Analistas advierten que el esquema de flotación con bandas no es sostenible en el mediano plazo y podría acelerarse la inflación.
  • La derrota bonaerense refuerza al peronismo y aumenta la percepción de riesgo político, afectando la prima de riesgo y la gobernabilidad.
  • El Gobierno se encuentra en un dilema: conseguir recursos para pagar deuda o modificar el esquema cambiario, con consecuencias económicas y políticas significativas.

La derrota de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires no solo dejó secuelas políticas, sino que también tensionó el esquema cambiario que sostiene el Banco Central (BCRA). En los últimos días, el dólar oficial coqueteó con la banda superior, actualmente en $1.472, lo que obligaría a la autoridad monetaria a vender divisas para mantener el tipo de cambio dentro del rango, un movimiento que podría complicar la posición del Tesoro frente a los vencimientos de deuda y generar una presión inflacionaria adicional.

Expertos de la consultora C-P advirtieron que la venta de reservas del FMI deteriora la capacidad de pago de la deuda y aumenta el riesgo de ruptura del esquema de flotación con bandas. “La venta de reservas puede acelerar la demanda de dólares. No puede descartarse un quiebre del esquema antes de las elecciones”, señalaron. Actualmente, el BCRA dispone de reservas líquidas por alrededor de 20.000 millones de dólares, aunque gran parte de estos fondos no son propios, sino aportados por encajes de depósitos del sistema financiero y créditos del FMI, lo que limita la maniobrabilidad de la autoridad monetaria.

La presión sobre Hacienda es doble: el Tesoro dispone apenas de 1.100 millones de dólares tras intervenir en el MULC la semana previa a las elecciones y enfrenta vencimientos por 3.000 millones hasta fin de año, 4.200 millones en enero y 14.000 millones durante el resto de 2026. Con el riesgo país por encima de los 1.100 puntos, el acceso al mercado internacional de crédito es prácticamente imposible, mientras que las colocaciones de deuda en pesos (BONTE) se ven restringidas por las altas tasas actuales. Según Vectorial, “con incertidumbre política, no se puede esperar que progresen los proyectos del RIGI o las privatizaciones”.

Desde la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia coinciden en que el esquema de bandas no es sostenible en el mediano plazo. “En los próximos doce meses hay vencimientos de deuda en moneda extranjera por 19.000 millones de dólares: casi la mitad de las reservas brutas actuales de 40.350 millones. Con déficit de cuenta corriente y sin entrada de inversiones productivas ni financiamiento de organismos multilaterales, el escenario se complicará”, señalaron.

El mercado ya proyecta más allá de octubre. En Cohen Aliados Financieros destacan que el resultado bonaerense refuerza al peronismo y aumenta la percepción de riesgo sobre la gobernabilidad del Gobierno, lo que se refleja en la prima de riesgo y en la dificultad de sostener la política económica actual. “Un resultado poco contundente del oficialismo reforzaría la desconfianza, con un riesgo país que estaría lejos de ceder. Ante la ausencia de ingresos por la cuenta capital, el equilibrio externo debería lograrse mediante una suba del tipo de cambio real y mayor acumulación de reservas por parte del BCRA”, señalan.

En síntesis, la estrategia de “todo o nada” del Gobierno lo ubica en un callejón financiero: debe elegir entre no conseguir los recursos para pagar la deuda o modificar el esquema de flotación con bandas. Cualquier intento de sostener el dólar oficial dentro del límite superior sin respaldo suficiente podría desencadenar una devaluación abrupta y un aumento adicional de la inflación, complicando aún más la gestión económica y limitando el margen de acción político de La Libertad Avanza tras el revés electoral.

El desafío ahora es doble: mantener la estabilidad cambiaria y, al mismo tiempo, negociar con un Congreso en el que la capacidad del oficialismo para impulsar reformas sigue limitada. La combinación de vencimientos de deuda, reservas condicionadas y tensión política genera un escenario que, según los analistas, será un verdadero test para la sostenibilidad del programa económico y la estrategia electoral de Milei.

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