Tensión creciente en el Senado: el veto a los ATN sacude el tablero político y amenaza el frágil equilibrio de La Libertad Avanza

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • El Senado sesionará el jueves con un temario pendiente y el veto presidencial sobre los ATN como eje central del debate.
  • La Libertad Avanza llega debilitada, con solo 7 de 72 bancas y puentes rotos con exaliados claves.
  • Victoria Villarruel enfrenta críticas por su gestión interna y tensiones con legisladores, lo que agrava el clima político.
  • El temario incluye proyectos polémicos, como el aumento de penas por denuncias falsas y la postergada “ley Nicolás”.
  • El kirchnerismo conserva un tercio de bancas, suficiente para bloquear temas que requieran mayorías especiales.
  • El mercado espera reformas estructurales, pero el oficialismo enfrenta aislamiento y riesgo de derrota en el Senado.

El Senado argentino se prepara para una sesión clave el próximo jueves, marcada por un clima político enrarecido y el desafío de consensuar un temario largamente postergado. Sin embargo, el flamante veto presidencial sobre los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) destinados a los gobernadores irrumpió en la agenda como un punto de alto voltaje. El movimiento del Ejecutivo generó malestar incluso entre exaliados de La Libertad Avanza (LLA), complicando los intentos del oficialismo por mantener algún tipo de control en la Cámara alta.

La sesión llega en un momento delicado para el espacio libertario. El oficialismo, que cuenta apenas con siete bancas sobre un total de 72, enfrenta el desgaste de una relación rota con sectores que en el pasado le brindaron apoyo. “Duplicar las bancas no te sirve si dinamitás cada puente de diálogo”, admitió una fuente legislativa con peso, en alusión a las tensiones que desnudó el cierre de listas para las elecciones de octubre. La renovación parlamentaria de fin de año agrava la incertidumbre: varios senadores que continuarán en funciones ya se muestran reticentes a respaldar las iniciativas del Gobierno.

En este escenario, la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, intenta contener el descontento. Su rol, no obstante, ha estado marcado por tropiezos en la gestión interna y por su polémica presencia en redes sociales, que en ocasiones exacerbó los ánimos. En el Congreso, algunos recuerdan los roces del año pasado con legisladores como Natalia Gadano, la santacruceña que, junto a José María Carambia, puso en jaque la votación de la Ley Bases en el último minuto. “Patotera”, la calificaron desde otro despacho, reflejando el nivel de irritación que reina en los pasillos.

Mientras tanto, el temario para el jueves sigue abierto y es fuente de disputas. Entre los puntos firmes figura el pedido de sesión impulsado por la radical chubutense Edith Terenzi y el peronista disidente Juan Carlos Romero. Sin embargo, la amplitud de proyectos incorporados generó fricciones: uno de ellos, que agrava las penas por denuncias falsas, podría provocar una implosión en el recinto. El proyecto ganó notoriedad tras el caso de un médico acusado injustamente y despierta temores de efectos adversos en la protección de víctimas reales. Otro texto, la llamada “ley Nicolás”, que busca prevenir diagnósticos médicos errados tras la muerte de Nicolás Deanna, quedó en suspenso para evitar controversias, aunque sectores opositores reclaman su tratamiento inmediato.

La oposición kirchnerista, aunque podría perder bancas en octubre, mantiene un piso sólido de un tercio propio que le permite bloquear iniciativas que requieran mayorías especiales, como eventuales cambios en la Corte Suprema. Esta capacidad de bloqueo añade presión sobre el oficialismo, que necesita apoyos externos para avanzar con sus reformas estructurales en áreas laboral, previsional y tributaria. Por ahora, esos cambios, largamente esperados por el mercado, parecen lejanos.

Antes de la sesión, se prevé que Villarruel convoque entre martes y miércoles a la reunión de Labor Parlamentaria para negociar el orden del día con los jefes de bloque. Pero el veto presidencial a los ATN —que nació en el Senado— aparece como el primer punto de choque: varios sectores ya anticiparon su voluntad de insistir con dos tercios para revertirlo. “Sobran voluntades”, confió un senador experimentado, dejando entrever que el oficialismo podría enfrentar una derrota significativa.

En medio de un mercado expectante y una economía que demanda señales de estabilidad, la sesión del jueves se perfila como una prueba de fuego para LLA. La Libertad Avanza no solo arriesga perder una votación clave, sino también profundizar el aislamiento político que amenaza con minar su capacidad de gobernar en el mediano plazo. El Senado, habitualmente un cuerpo más previsible, se transformará esta semana en el epicentro de una pulseada que marcará el tono del segundo tramo del año legislativo.

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