Tal como lo adelantó este miércoles Alfil, el macrismo terminó dando un batacazo puertas adentro del PRO y terminó de fracturar el vínculo entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich. La novela del PRO viene de larga data y tuvo su punto álgido llegadas las PASO del 2023 cuando Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta avanzaron en la pulseada sin el consentimiento del fundador del partido. Rodríguez Larreta cayó en la primera vuelta y Bullrich siguió adelante cerrando después de octubre un acuerdo que la llevó a ser parte del actual Gobierno nacional.
El ingreso de la dirigente al espacio libertario erosionó los vínculos puertas adentro del PRO. Decisiones unilaterales, según remarca parte de la dirigencia, y falta del cumplimiento de su parte en el acuerdo en donde abrió pocos espacios para los miembros del partido amarillo.
Cada partido tiene su propia lógica. El PRO fue fundado por el empresario y luego expresidente Macri por lo que miembros del partido, que comprenden el funcionamiento del espacio, entienden que se maneja con lógica de empresa, verticalista y con una jefatura en la conducción, a cargo de quien lo creó.
El juego de la dirigencia política se metió al medio, basada en internas y disputas. Con tiempo, estrategia y en frío, Macri fue derribando a quienes se pararon en la vereda del frente e intentan disputarle el poder. La última caída fue Bullrich.
Ayer se reunieron en el Hotel Abasto en Caba todos los delegados del PRO, representando a las provincias del país. En ese encuentro, la ministra de Seguridad esperaba coronarse como la presidenta de la Asamblea del partido, rol clave para ejecutar alianzas y frentes electorales.
Sin embargo, los macristas ya lo habían adelantado: el expresidente buscaría la manera de avanzar en una jugada estratégica de último momento y quedarse con ese rol también para tomar el control absoluto del partido. Ahora, seguramente, irá por el ordenamiento en las provincias.
Arning, la sorpresa detrás de Yeza
La intendenta de Mendiolaza Adela Arning fue designada, mediante votación, como vicepresidente de la Asamblea Nacional del PRO, mientras que el diputado nacional y exintendente de Pinamar, Martín Yeza, será quien presida la Asamblea. Mediante votación a mano alzada y por unanimidad, la dupla Yeza-Arning fue designada, por unanimidad de los asambleístas presentes, para presidir la asamblea nacional del partido por los próximos cuatro años.
“Es un orgullo y una responsabilidad muy grande ocupar este lugar al que Mauricio Macri me convocó. Yo me uní a la política siguiendo un liderazgo muy claro y hoy es tiempo de volver a ser ese partido que represente los valores del cambio, que la mayoría de los argentinos de bien queremos para nuestro país. Desde mi lugar voy a trabajar y defender al partido, y voy a seguir caminando y convenciendo a la gente para que el PRO vuelva a estar donde tiene que estar”, expresó Adela luego de su proclamación.
Arning, quien estrenó mandato como intendenta en diciembre de 2023, es una militante del PRO en Córdoba, muy cercana al esquema de Guillermo Dietrich y por medio de él se alcanzó el acuerdo. En febrero de este año, Arning junto a Pablo Cornet, intendente de Villa Allende, llevaron a los intendentes del Departamento Colón a reunirse con el expresidente. Incluso, la semana pasada Macri estuvo en Córdoba jugando al golf en Mendiolaza y mantuvo reuniones con la dirigente anfitriona.
Asimismo, quienes mantuvieron reuniones con Macri en Córdoba, destacaron que a quienes el presidente del PRO destacó por su buena labor para el futuro de los amarillos son Pablo Cornet, Oscar Agost Carreño, presidente del PRO Córdoba y Sara Marojel, intendenta de Marcos Juárez.
Crónica de un escándalo
La reunión empezó cerca de las 11 de la mañana. Se tomó lista con la presencia de más de 150 asambleístas. Los presentes relatan que, cuando Bullrich empezó a dilucidar que no asumiría directamente el rol de presidenta de la Asamblea Nacional, ordenó a los, entre treinta y cuarenta, dirigentes de su espacio a retirarse.
La reunión de los bullrichistas, que salieron enojados y que tuvieron cruces de palabras entre pasillos, con otros dirigentes, se refugiaron en un bar a pocos metros del hotel.
En el Abasto se prosiguió con el encuentro. Hicieron números y el quórum seguía vigente, razón por la cual avanzaron en votar a las nuevas autoridades.
Con la mirada en el 2025
“Si la elección fuera este año, el PRO sólo no puede”, dijo un dirigente de capital que milita en el partido de Macri. El expresidente quiere volver a ser gobierno y hoy no necesita de Bullrich para construir lo propio, incluso para tender puentes con Javier Milei. Tanto en las elecciones como en el plan de metas, el expresidente apoya la gestión del libertario, aunque con mirada crítica por sobre la falta de políticas sociales que acompañen a los argentinos en el cambio de rumbo que planteó la gestión actual.
Todo apunta a un proceso de revalorización del partido, de volver a las bases para retomar la génesis que los llevó a ser conducción. Mauricio Macri volvió a tomar las riendas del PRO, de la estructura y de la experiencia que La Libertad Avanza puede llegar a ir a pedirle para gobernar.
CON INFORMACION DE DIAIRO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE CAROLINA BIEDERMAN.