El Gobierno apuesta a sostener la “pax cambiaria” con el carry trade como aliado silencioso

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • La estabilidad post electoral y el respaldo de EE.UU. refuerzan la continuidad del esquema de bandas cambiarias.
  • Javier Milei planea mantener el sistema hasta el final de su mandato.
  • Consultoras recomiendan mantener estrategias en pesos y extender plazos, ante una demanda monetaria en recuperación.
  • El carry trade vuelve a ganar atractivo en un contexto de dólar estable.
  • Bonos CER y letras en pesos de corto plazo son las principales apuestas del mercado.
  • La estacionalidad de fin de año impulsa la demanda de pesos y favorece rendimientos en moneda local.

La calma que atraviesa el frente cambiario argentino desde el cierre del ciclo electoral y el respaldo financiero de Estados Unidos reconfiguraron el tablero económico: el Gobierno logró estabilizar expectativas y consolidar, al menos por ahora, una sensación de equilibrio precario. En ese contexto, el esquema de bandas cambiarias que administra el Banco Central gana tiempo y credibilidad, mientras el presidente Javier Milei anticipa que su intención es mantenerlo hasta el final de su mandato.

En el mercado financiero, esa estabilidad se tradujo en un renovado protagonismo del carry trade, la estrategia por la cual los inversores buscan aprovechar los rendimientos en pesos bajo un escenario de dólar controlado. La city porteña volvió a mirar con atención las curvas de bonos en moneda local, alentada por informes de consultoras que ven en esta etapa una ventana de oportunidad para capturar retornos sin quedar expuestos a un brusco cambio en el humor cambiario.

Desde Delphos Investment, sostienen que “existe una recomposición gradual de la demanda de dinero”, lo que refuerza la sustentabilidad del esquema de bandas. Según su diagnóstico, la inyección de pesos por parte del Tesoro —con depósitos en el BCRA en el nivel más bajo desde abril, en torno a los $6 billones— contribuye a satisfacer ese mayor apetito por liquidez real. En consecuencia, la firma recomienda mantener bonos en pesos y extender la duración de las posiciones, incluso bajo escenarios de apreciación del dólar.

El análisis contempla dos posibles escenarios hacia adelante: que el Banco Central compre reservas a cambio de emisión, relajando el control sobre los agregados monetarios; o que el aumento de la demanda de dinero presione a la baja el tipo de cambio. En ambos casos, la clave es la estabilidad. Y mientras esa calma perdure, las estrategias en pesos continúan mostrando retornos positivos medidos en dólares, incluso suponiendo que el tipo de cambio llegue al techo de la banda.

Por su parte, IEB también detecta espacio para operaciones de carry trade, aunque con menor potencial que en meses anteriores. Según sus cálculos, si el tipo de cambio se mantiene estable hasta mediados de diciembre, las letras más cortas ofrecen un rendimiento directo cercano al 2,7% en dólares. Una ganancia modesta, pero significativa en un contexto de volatilidad global y expectativas inflacionarias aún elevadas.

En tanto, Grupo SBS pone el foco en los bonos ajustados por CER. Considera que, pese a la compresión de tasas reales, estos títulos siguen ofreciendo valor para quienes apuestan a una normalización de la economía a mediano plazo. Recomiendan papeles con vencimiento en 2026, como el TZXO6 o el TZXD6, que permitirían absorber eventuales presiones inflacionarias vinculadas a la recomposición tarifaria y al fin del actual apretón monetario. No obstante, advierten que el éxito de estas apuestas depende de la evolución del régimen cambiario y del horizonte temporal de cada inversor.

El informe de SBS también subraya una advertencia: si el Gobierno modificara el esquema de bandas hacia una mayor flexibilidad, esa decisión probablemente ocurriría en un contexto de mayores ingresos de divisas. En ese caso, el carry trade de corto plazo podría seguir siendo rentable, aunque siempre bajo el riesgo latente de un cambio de reglas.

El componente estacional también juega a favor. Según GMA Capital, la demanda de pesos tiende a incrementarse hacia fin de año, impulsada por los gastos de Fiestas y vacaciones. En promedio, diciembre presenta una demanda monetaria un 6% superior a la de octubre. En los últimos 14 años, la tasa en pesos rindió en promedio 4,8% en dólares durante noviembre y diciembre, y el retorno fue incluso mayor —8,1%— en períodos de cepo cambiario. Esa tendencia estacional, combinada con la tranquilidad cambiaria actual, abre una oportunidad táctica para posicionarse en instrumentos de corto plazo como las Lecaps o los bonos CER con vencimientos próximos.

En resumen, el clima de estabilidad permite que los flujos financieros vuelvan a mirar hacia el peso argentino, aunque el equilibrio es frágil y depende, como siempre, de la confianza. El Gobierno apuesta a sostener la pax cambiaria sin alterar el esquema de bandas, mientras el mercado explora hasta dónde puede estirar el retorno sin despertar al dólar.

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