La estabilidad cambiaria modera la inflación y refuerza expectativas de desaceleración hacia fin de año

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
605496
  • La inflación de octubre se ubicará entre 2% y 2,4%, apenas por encima del 2,1% de septiembre.
  • El IPC porteño repitió un incremento del 2,2% mensual.
  • Los economistas destacan una inflación núcleo inferior al 2%.
  • Los rubros con mayores subas fueron bienes y servicios varios, indumentaria y esparcimiento.
  • Para noviembre se prevé una inflación similar, influida por tarifas y combustibles.
  • Los analistas anticipan que la desaceleración podría consolidarse hacia 2026.

La calma post electoral en el mercado cambiario empieza a reflejarse en los precios. Con un dólar que se mantiene estable dentro de las bandas de flotación y sin sobresaltos financieros, economistas y consultoras privadas ajustaron a la baja sus estimaciones de inflación para los últimos meses del año. Según los relevamientos más recientes, la inflación de octubre se ubicó entre 2% y 2,4%, apenas por encima del 2,1% de septiembre, lo que consolida una tendencia de desaceleración moderada pero sostenida.

El Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) —considerado un anticipo de los datos nacionales— registró en octubre un alza del 2,2%, el mismo incremento que el mes anterior. La cifra ratifica la estabilidad en el ritmo de aumento de precios tras las elecciones legislativas, y sugiere que el INDEC podría publicar un dato similar cuando difunda el índice nacional.

“Nosotros tenemos una inflación de 2,4% para octubre. El impulso vino de precios estacionales, como frutas, verduras y turismo, pero la inflación núcleo está por debajo del 2%. Hay una parte no tan buena y otra positiva”, explicó el economista Sebastián Menescaldi, de la consultora Eco Go, al analizar el comportamiento de los precios.

En la misma línea, la Fundación Libertad y Progreso (LyP) estimó un incremento del 2,4% mensual para octubre, con una inflación acumulada del 24,9% en el año y una variación interanual del 31,4%. El informe destacó que el mes mostró un “recorrido relativamente parejo”, con una leve aceleración hacia el cierre pero sin saltos bruscos. “El rubro alimentos y bebidas se moderó en la tercera semana, para luego acelerarse al final del mes. Indumentaria aportó estacionalidad contenida y bienes del hogar siguieron tranquilos, aunque vivienda presionó al alza”, detalló el reporte.

De acuerdo con los registros de C&T Consultores, dirigida por Camilo Tiscornia y María Castiglioni, los precios minoristas en el Gran Buenos Aires aumentaron 2% mensual, el mismo ritmo de septiembre, lo que redujo la variación anual del 30,3% al 29,3%. “Bienes y servicios varios fue el rubro de mayor suba, con 4,5%, impulsado por cigarrillos y artículos de tocador. Le siguieron indumentaria y esparcimiento, ambos con alzas cercanas al 3%. En esparcimiento se destacó el alza de los paquetes turísticos por el feriado largo y el efecto del tipo de cambio”, detalló el estudio.

El economista Iván Cachanosky, de la Fundación Libertad y Progreso, coincidió en que “octubre mostró una leve aceleración, explicada por el fuerte incremento en alcohol y tabaco, y avances significativos en vivienda. En contraste, el rubro bienes y servicios varios fue el de menor aumento”.

Qué se espera para noviembre

De cara a noviembre, los analistas proyectan que la inflación se mantendrá en torno al 2% o algo por encima, pero alertan sobre el impacto de los ajustes en precios regulados que el Gobierno postergó hasta después de las elecciones. Entre ellos, destacan las subas en transporte público, gas, electricidad, combustibles y carne, que comenzaron a aplicarse a comienzos del mes.

“Esperamos una inflación similar a la del mes pasado, arriba del 2%, impulsada por los aumentos de tarifas y combustibles”, anticipó Menescaldi, quien subrayó que el control del tipo de cambio sigue siendo clave para mantener la estabilidad.

Desde Libertad y Progreso, la economista Clara Alesina sostuvo que “con el proceso electoral concluido, se espera que el tipo de cambio modere su impacto sobre los precios”, mientras que su colega Julián Orué añadió que “aunque la inflación se mantendrá por encima del 2% en lo que resta del año, el equilibrio fiscal y la baja emisión monetaria deberían permitir que en 2026 vuelva a ubicarse por debajo de ese umbral”.

El consenso entre los economistas es que el escenario actual combina una inflación controlada pero sensible a los precios regulados, con una política fiscal más previsible y un mercado cambiario en calma. Si esas condiciones se mantienen, el Gobierno podría cerrar el año con el índice mensual estabilizado y una señal de confianza para los inversores y el consumo interno.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto