Javier Milei, sin tiempo para dilatar decisiones difíciles

POLÍTICA Liliana FRANCO
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Empieza la última semana de la primera etapa del gobierno de Javier Milei. El lunes 27 otro escenario se abrirá. Si las elecciones muestran un voto de confianza (aunque sea pequeño) reforzará la convicción de que “todo marcha de acuerdo al plan”.
 
En caso contrario, habrá que interpretar las causas de la falta de confianza; qué se quebró en el contrato social entre Milei y parte de la sociedad y llevar a cabo una autocrítica que, si es sincera, deberá inexorablemente producir cambios.

Hoy el Gobierno está abocado a luchar voto a voto y curiosamente aún tienen tiempo para peleas internas. Días atrás, el jefe de gabinete, Guillermo Francos, advirtió que “es tiempo que los asesores tengan firma” en referencia a Santiago Caputo.

“Que el canciller Gerardo Werthein no hizo nada para lograr el apoyo de los Estados Unidos, por el contrario, se ocupó de poner trabas”, son quejas que se escuchan desde el entorno del “super asesor”; en tanto el canciller habría acusado directamente al mago de Kremlin ante Milei de las “contantes interferencias y campañas sucias” que sufre.
Karina -a quien Santiago pretende neutralizar - sufre en silencio al ver carteles por donde quiera que vaya acusándola de “Alta coimera” o “3%”.

Los protagonistas de estas disputas esperan con ansias que, luego de las elecciones, “Javier ponga todo en orden”, como así mismo los ministros que, prudentemente, se corren a un costado para no verse involucrados en esta pelea intestina.

Las dudas pasan hoy por hoy por cómo resolverá el presidente la lucha profunda que se desató entre su hermana -El Jefe- y su asesor estrella Santiago. ¿Puede prescindir de alguno de ellos? se preguntan en la Casa Rosada.

Entre aquellos que conocen a Milei desde hace tiempo, hay quienes no dudan en aseverar: “Javier jamás abandonaría a su hermana”. Explican que es su sostén afectivo y la persona en la que más confía. Aunque, aclaran, “esto no significa que no tengan puntos de vista diferentes, que no discutan”.

También se ocupan de desmentir - casi entre risas - la idea que “algún malintencionado instaló” que “Karina es la que manda y Javier obedece ciegamente”.

Poder real

En tanto, allegados a Caputo defienden con pasión a su líder y recuerdan que el propio Javier dijo públicamente, cuando ganó las elecciones en 2023: “Quiero agradecerle a ese gigante, que me ha acompañado a lo largo de todo este proceso. Ese gigante que suele mantenerse en la oscuridad, que se llama Santiago Caputo y es el verdadero arquitecto junto al Jefe". Eran tiempos en que Karina y Santiago constituían vértices del “triángulo del poder”, una figura que hoy tiene su base quebrada.

“Desprenderse de Santiago no es fácil, maneja muchas áreas estratégicas del gobierno”, afirman en su entorno. Recuerdan que a la administración Milei le es difícil contar con cuadros profesionales y más aún con “la dificultad que supone tener los sueldos congelados hace dos años”.

El poder de Santiago abarca al ministerio de Salud, Mario Lugones; al secretario de Justicia, Sebastián Amerio; al Jefe de la SIDE, Sergio Neiffert; a la Secretaria de Planeamiento Normativo de Presidencia, María Ibarzábal Murphy; al Secretario de Empresas y Sociedades del Estado, Diego Chaher; al presidente del ENACOM, Juan Martín Ozores; al titular de ARSAT, Mariano Greco; al secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta; al secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, y al titular de la Unidad de Información Financiera, Paul Starc, entre otras áreas como aduanas e impositiva.

Además, es el artífice de la comunicación digital del gobierno, una de las herramientas más eficaces para construir (destruir) la imagen de los políticos. Bien lo sabe Karina que ha sido culpada por la sociedad como “coimera” sin que se haya sustanciado alguna prueba, al menos por ahora, en la Justicia.

“¿Se imaginan reemplazar a tantas personas?” repiten en su entorno. Algunos en la Rosada deslizan que quizás el mayor aporte de Mauricio Macri sería acercar colaboradores.

No se trata sólo de reemplazar cargos, también Santiago Caputo suele ser el hombre de consulta para varios funcionarios del gobierno dado que “tiene poder decisión”.

Por el contrario, gobernadores comentan que en más de una oportunidad conversan algún tema con el jefe de gabinete y luego en la práctica no se concreta. Pero, en la Casa Rosada se sostiene que fue Milei quien debilitó el poder de sus ministros al reconocer que la autoridad la tienen por un lado Karina y por el otro Santiago.

“Esto debe cambiar”, admiten algunos ministros, tiene que quedar bien clara la cadena de mando.

Certezas empresarias

Los empresarios convocados por IDEA, esta semana en Mar del Plata, creen que es necesario afianzar y consolidar los cambios realizados hasta ahora.

No pocos temen “una vuelta al pasado” en la que Axel Kicillof es el representante. Miran con cierto entusiasmo a los gobernadores, pero en el fondo la mayoría querría que “vuelva el Milei del primer año que logró tantos aciertos y pocos fracasos”.

“Si no es así, lamentablemente, sería inevitable la triste vuelta a la historia pendular de la Argentina”, resumió un importante hombre de negocios.

A pesar del pedido de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que arengó a los empresarios a que “salgan y defiendan lo que piensan”, les resulta difícil levantar el perfil. Recuerdan lo mal que la pasaron Alfredo Coto, Federico Braun o Juan José Aranguren cuando levantaron la voz y luego fueron atacados por los gobiernos kirchneristas.

Muchos de los hombres de negocios, a pesar del rechazo que les genera la vuelta del populismo, optan por callar y si dejar por escrito un glosario de recomendaciones. A pesar de que, como dijo Rosendo Grobocopatel, “Desde que está el Coloquio IDEA Argentina solo va para abajo. Tiene que ser un llamado de atención. Argentina tiene un problema grande y ustedes, nosotros, son parte del problema. No alcanza con buenas intenciones, el empresariado decidió retirarse de la conversación pública y no sirve en lo institucional porque ocupa un rol cada vez menor”, afirmó ante un auditorio repleto de hombres de negocios que asentían.

“Hay que conversar con la sociedad, el problema es de legitimidad. Planteamos que la sociedad está intentando entender qué hacen las empresas, el sector privado, la respuesta es endogámica y es autocomplaciente”.

Y parece que tiene razón. Hace 61 años que se lleva a cabo el Coloquio de IDEA y sin duda, Argentina cada vez desciende más en los indicadores. La mirada empresaria de este Coloquio se resume en los siguientes puntos, similares a los planteados a lo largo de décadas.

Fuente: Ámbito

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