La “coalición para el futuro”: Milei busca ampliar su base de poder tras las legislativas

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Barry Bennett pidió a La Libertad Avanza construir una “coalición para el futuro” que garantice reformas y gobernabilidad.
  • Santiago Caputo podría asumir un cargo formal para articular con la oposición.
  • El Gobierno busca incorporar al PRO al interbloque oficialista en Diputados.
  • Mauricio Macri respalda la idea de una nueva mayoría política junto a Milei.
  • Gobernadores aliados piden ampliar la base de sustentación sin comprometer el equilibrio fiscal.
  • Milei deberá definir si el nuevo articulador político será Francos, Menem o Caputo.

A pocos días de los comicios legislativos, el Gobierno de Javier Milei atraviesa una etapa decisiva en la que las tensiones internas se cruzan con una necesidad impostergable: construir una nueva mayoría política que permita garantizar la gobernabilidad durante el segundo tramo del mandato. El llamado del lobbista estadounidense Barry Bennett, cercano a los asesores informales de Donald Trump, puso en palabras lo que varios dentro de la Casa Rosada ya advertían: “Tienen que armar una suerte de coalición para el futuro”.

El mensaje, transmitido tanto a funcionarios libertarios como a dirigentes de la oposición dialoguista, apunta a un mismo objetivo: crear un marco político que viabilice las reformas estructurales —laboral y tributaria, principalmente— que el mercado considera esenciales para incentivar la inversión privada. Ese reclamo, que ya forma parte de la agenda del asesor presidencial Santiago Caputo, alimenta las disputas internas dentro del Gabinete y abre un nuevo capítulo en la reconfiguración del esquema de poder.

Hasta el momento, la tarea formal de articular con gobernadores y bloques parlamentarios recae en el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, acompañado por Lisandro Catalán y Martín Menem. Sin embargo, el papel de Caputo se vuelve cada vez más visible. Desde el entorno del estratega aseguran que, tras las elecciones, Milei evalúa otorgarle un cargo con firma, lo que implicaría su incorporación formal al Gabinete. Su primera misión sería la confección de esa “coalición” que, en su visión, debería empezar con la incorporación del PRO al interbloque oficialista de Diputados.

El objetivo no es menor: con las actuales 37 bancas de La Libertad Avanza, más las seis del bloque Liga del Interior y una de CREO, el oficialismo sigue lejos del número necesario para asegurar la gobernabilidad parlamentaria. La entrada de los “amarillos” no solo reforzaría la aritmética legislativa, sino que también daría un gesto de madurez política hacia los mercados y el exterior. En esa línea, Caputo ha tejido una alianza con el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, aunque en el partido fundado por Mauricio Macri todavía no hay certezas sobre una convergencia inmediata.

“Todo depende de lo que hablen Mauricio y Javier”, admitió un dirigente macrista involucrado en las negociaciones, que subraya un punto sensible: el respeto por la identidad del PRO. En el espacio amarillo persiste el malestar por la imposición de la marca “La Libertad Avanza” en todas las listas provinciales, incluso en distritos donde la alianza fue compartida. “Si respetan el amarillo, todo bien. Si no, que se hagan cargo”, sentenció un referente del macrismo duro.

Mauricio Macri, en un extenso posteo publicado el jueves, pareció tender un puente discursivo: planteó que la segunda etapa del gobierno de Milei debe sustentarse en una “nueva mayoría” que no se limite a un solo espacio político. El mensaje cayó bien en la Casa Rosada, donde se multiplican las reuniones entre Milei y el propio Macri. Francos, hombre de confianza del Presidente, actúa como nexo en esa incipiente arquitectura política.

Aun así, las dudas persisten. Martín Menem, titular de Diputados, considera que la formalización de un interbloque con el PRO podría resultar contraproducente, ya que evidenciaría la fragmentación interna del partido opositor. “Cristian no maneja a todos: los bullrichistas o las Lospenatto no se le alinean. Si forzábamos un interbloque, podía quedar solo”, sostienen cerca del riojano, que prefiere una cooperación “de hecho” antes que una alianza formal.

Desde el Salón Parravicini, donde opera buena parte del equipo político libertario, analizan otra vía: intensificar el diálogo con los gobernadores aliados. El tridente integrado por Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco) ya planteó públicamente la necesidad de ampliar la base de sustentación política del Gobierno. “Con nosotros solos no alcanza”, resumió Cornejo en el 61° Coloquio de IDEA. Los tres coinciden en que el “óptimo político” que permitió la aprobación de la Ley Bases debe recuperarse para concretar las reformas pendientes.

Según los mandatarios provinciales, hay entre 12 y 15 gobernadores dispuestos a acompañar un nuevo ciclo de reformas, siempre que el Ejecutivo muestre señales de apertura. En ese equilibrio entre ortodoxia libertaria y pragmatismo político, Milei deberá decidir quién será el arquitecto de la nueva gobernabilidad: si mantiene el poder en manos de Francos y Menem, o si permite que Caputo —el asesor que más lo interpreta— se convierta en el nuevo constructor de su “coalición para el futuro”.

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