Estados Unidos aclara que su apoyo financiero a la Argentina no depende del fin del swap con China

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Scott Bessent negó que el apoyo estadounidense esté condicionado al fin del swap con China.
  • Aclaró que la preocupación de Washington se centra en proyectos chinos de infraestructura y defensa.
  • Las declaraciones se dieron tras la reunión entre Milei y Donald Trump en la Casa Blanca.
  • La polémica surgió luego de que Bessent mencionara un supuesto compromiso argentino de “sacar a China del país”.
  • Estados Unidos busca limitar la influencia de Beijing en América Latina.
  • Milei ratificó su alineación con Washington y la “alianza estratégica con el mundo libre”.

En medio de la visita oficial del presidente Javier Milei a Washington, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, buscó poner paños fríos a las especulaciones sobre las condiciones del nuevo acuerdo de asistencia financiera para la Argentina. En una conferencia de prensa ofrecida en la Casa Blanca, Bessent negó que el respaldo económico estadounidense esté condicionado al cierre del swap de monedas con China, aunque reconoció que la Casa Blanca observa con atención la expansión de la infraestructura y las inversiones estratégicas chinas en el país.

“La asistencia estadounidense no está condicionada al cierre del swap con China. Cualquier información que afirme eso es incorrecta”, afirmó el funcionario, en un mensaje que buscó llevar claridad tras las versiones surgidas luego del encuentro entre Milei y el presidente Donald Trump. Sin embargo, Bessent no esquivó el tema de fondo: el creciente rol del gigante asiático en sectores considerados sensibles para Washington.

China, un actor incómodo para Washington

Durante su exposición, Bessent explicó que la preocupación de Estados Unidos no es financiera sino geopolítica, y apuntó directamente a los avances de Beijing en infraestructura, tecnología y defensa. “Me refería más bien a los puertos, bases militares y centros de observación que se han creado en Argentina”, precisó el secretario del Tesoro, en alusión a proyectos como la base espacial china en Neuquén o la participación de empresas chinas en obras de energía e infraestructura portuaria.

Las declaraciones llegan en un contexto donde la rivalidad entre Washington y Beijing atraviesa toda la política exterior de Estados Unidos, y América Latina —en especial Argentina— aparece como un escenario relevante. La administración Trump considera clave garantizar que los países aliados mantengan una alineación económica y militar que limite la influencia china en la región.

En ese sentido, el gobierno de Milei ha mostrado una fuerte sintonía ideológica y diplomática con Estados Unidos, incluso antes de asumir la presidencia. El propio Milei ha reiterado en varias oportunidades su intención de “romper con los vínculos con regímenes autoritarios”, en referencia a China y Rusia, y de consolidar una “alianza estratégica con el mundo libre”.

El trasfondo político del acuerdo

Las aclaraciones de Bessent se producen luego de que una entrevista previa generara controversia internacional. En esa oportunidad, el secretario del Tesoro había sido citado diciendo que Milei “tenía el compromiso de sacar a China de Argentina”, una frase que fue interpretada como una condición política para acceder a los fondos de asistencia.

El funcionario intentó ahora reformular su posición con un tono más diplomático, subrayando que el acuerdo económico busca fortalecer la estabilidad financiera argentina y promover inversiones de largo plazo. Aun así, dejó entrever que Estados Unidos seguirá de cerca los vínculos de Buenos Aires con Beijing, en especial en materia de defensa y tecnología.

Por su parte, fuentes del gobierno argentino señalaron que la aclaración de Bessent “confirma la voluntad de cooperación sin imposiciones” y remarcaron que “la prioridad del presidente Milei es mantener una relación de confianza con los Estados Unidos sin comprometer la soberanía económica del país”.

Una alianza estratégica con tensiones

El entendimiento entre Milei y Trump consolidó la alineación política entre Buenos Aires y Washington, pero también dejó al descubierto las tensiones que genera la relación con China, segundo socio comercial de la Argentina. A pesar de la retórica libertaria, el gobierno argentino aún depende del swap de monedas con el Banco Popular de China, que le otorga margen de maniobra en materia de reservas y comercio exterior.

De fondo, la administración norteamericana busca que Argentina redireccione sus alianzas económicas hacia Occidente, reforzando los lazos con Estados Unidos y con organismos multilaterales afines. Bessent, que lideró las negociaciones técnicas del paquete financiero, evitó precisar los montos o plazos del apoyo, pero confirmó que “se trata de una inversión estratégica en un país aliado que está haciendo las reformas correctas”.

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