Docentes en pie de lucha: CTERA lanza un paro nacional mientras la CGT mantiene el diálogo con el Gobierno

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • CTERA lanzó un plan de lucha que culminará con un paro nacional y una Marcha Federal el 14 de octubre.
  • Los reclamos incluyen una nueva Ley de Financiamiento Educativo y la restitución del FONID.
  • Los gremios de la CGT, encabezados por UDA, mantienen el diálogo con el Gobierno.
  • Sergio Romero se reunió con la ministra Sandra Pettovello para discutir mejoras salariales.
  • El sector sindical docente muestra una fuerte división estratégica frente al Ejecutivo.
  • La Marcha Federal buscará reinstalar el debate sobre la inversión educativa y el rol del Estado.

Los gremios docentes vuelven a ocupar el centro del conflicto social con una nueva pulseada contra el Gobierno nacional. A partir de este miércoles, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) pondrá en marcha un plan de lucha que culminará el martes 14 con un paro nacional de 24 horas y una Marcha Federal Educativa. El reclamo central: una nueva Ley de Financiamiento Educativo, la reactivación de la Paritaria Nacional Docente y la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), entre otros puntos.

El cronograma de protestas, que incluye clases públicas, carpas educativas, radios abiertas y caravanas en distintas provincias, marca un nuevo endurecimiento del sector sindical más combativo del magisterio, liderado por Sonia Alesso. Bajo el paraguas de la CTERA y con el apoyo del Frente de Unidad Docente Bonaerense —AMET, FEB, SADOP, SUTEBA y UDOCBA—, los gremios buscan visibilizar la crisis presupuestaria del sistema educativo y la pérdida del poder adquisitivo del salario docente en medio de la inflación persistente.

La estrategia confrontativa de la CTERA contrasta con la línea adoptada por los sindicatos nucleados en la CGT, donde la Unión Docentes Argentinos (UDA), al mando de Sergio Romero, optó por retomar las negociaciones con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Esa mesa de diálogo, abierta a fines de septiembre, intenta evitar un conflicto mayor mientras se esperan definiciones sobre un eventual incremento salarial que impida que los haberes docentes queden por debajo de la línea de pobreza.

Romero, uno de los dirigentes con mayor ascendencia en el ámbito educativo, destacó el encuentro con Pettovello como “vertebral” por concentrar en su cartera tanto la Secretaría de Trabajo como la de Educación. “Somos un sindicato del Estado y defendemos la educación de gestión pública donde van los hijos de las trabajadoras y los trabajadores”, subrayó el dirigente cegetista. Aunque su sector ha mantenido reclamos firmes, prefiere sostener un canal institucional de negociación frente a la confrontación abierta de la CTERA.

Los reclamos del ala dura del sindicalismo docente incluyen, además, la asignación de fondos específicos para infraestructura escolar, el pago de sumas adeudadas a las provincias y una mejora integral del presupuesto educativo. También figura la defensa de los regímenes jubilatorios especiales y de los derechos previsionales, un tema sensible para un sector con alto grado de feminización y envejecimiento laboral.

En la práctica, la disputa gremial deja en evidencia la falta de una estrategia unificada frente al Gobierno de Javier Milei. Mientras CTERA y la CTA de los Trabajadores, cercanas al kirchnerismo, sostienen que la administración libertaria “desmanteló” los instrumentos de financiamiento federal, la UDA y otros gremios afines a la CGT apuestan a negociar una salida institucional sin romper los canales de diálogo. Esa fractura interna debilita la posibilidad de un reclamo conjunto, algo que el oficialismo observa con atención para evitar una escalada nacional.

La Marcha Federal Educativa del próximo martes será el punto culminante del plan de lucha de CTERA. Se espera que columnas docentes de todo el país confluyan en Buenos Aires para exigir la sanción de una nueva ley de financiamiento que garantice que el Estado nacional vuelva a aportar el 6% del PBI al sistema educativo, como establecía la norma derogada. El reclamo será acompañado por organizaciones sociales y centros de estudiantes, en un contexto donde el salario docente promedio se encuentra entre los más bajos del sector público.

El conflicto docente vuelve así a convertirse en termómetro del malestar social y del desafío que enfrenta el Gobierno para recomponer el diálogo con los trabajadores estatales. Entre las aulas y las calles, la educación argentina vuelve a ser escenario de una disputa que trasciende lo salarial y que pone en discusión el modelo de Estado que propone el oficialismo.

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