
Israel conmemoró dos años del ataque terrorista de Hamas con homenajes a las víctimas y la esperanza del fin de la guerra
INTERNACIONALES

Este martes, Israel vivió una jornada marcada por la memoria y la exigencia de justicia desde el amanecer, al cumplirse dos años del ataque terrorista del 7 de octubre de 2023, perpetrado por Hamas que dejó 1.200 personas muertas, en su mayoría civiles, y 251 secuestrados. Aquel día, cientos de militantes palestinos irrumpieron en el sur del país y asaltaron vilmente el festival de música electrónica Nova, masacrando a 370 personas solo en ese recinto y dejando una profunda herida en la sociedad israelí. Las actividades conmemorativas de este año se extendieron por todo el territorio, reuniendo a sobrevivientes, familiares de víctimas, autoridades y ciudadanos que reclamaron el retorno de los rehenes aún retenidos en Gaza.
La primera de las ceremonias tuvo lugar en el propio lugar del festival Nova, en las inmediaciones del desierto del Néguev, cerca de la franja de Gaza. Decenas de personas llegaron al amanecer para rendir homenaje a quienes perdieron la vida. El silencio envolvió el área a las 06:29 horas, momento exacto en que Hamas lanzó el ataque en 2023. Las familias, acompañadas por amigos y representantes de la comunidad, se reunieron bajo un cielo apenas iluminado, rodeados de retratos y recuerdos de las víctimas. Flores rojas —anémonas silvestres, símbolo del desierto floreciente— y banderas de Israel decoraban los postes levantados en memoria de quienes fallecieron o fueron secuestrados aquel día.
Durante la vigilia, sobrevivientes compartieron sus testimonios. Alon Musnikov, estudiante de Derecho que acudió al festival junto a sus amigos, señaló ante Reuters: “Vivimos con este trauma todos los días… es como si hubiera pasado ayer”. Musnikov acudió junto a los familiares de tres amigos que fueron asesinados en el ataque, quienes, según el propio testimonio, no pudieron articular palabra debido a la emoción y el dolor.
La escena se repitió en diversas ciudades. En Jerusalén, familiares de los 48 rehenes que continúan en manos de Hamas y simpatizantes marcharon hasta la residencia del primer ministro Benjamín Netanyahu, portando fotografías y carteles. Las protestas se entrelazaron con actos de homenaje: Reuters reportó que las sirenas de memoria sonaron a lo largo del país, deteniendo la rutina diaria para invitar a un minuto de silencio colectivo. Los participantes, algunos con banderas o lazos amarillos, detuvieron su actividad para recordar a los que ya no están y exigir a las autoridades el regreso de los capturados.
En la icónica Plaza de los Rehenes en Tel Aviv, el ambiente fue de recogimiento y solidaridad. Voluntarios repartieron brazaletes con mensajes de esperanza y exigieron que “todos regresen a casa”, de acuerdo con organizaciones civiles de mujeres. Los asistentes, muchos de ellos familiares directos de los secuestrados, compartieron recuerdos y expresaron su desesperación ante el lento avance de las negociaciones para el retorno de los cautivos israelíes. Uno de los asistentes, un visitante australiano con familiares residentes cerca de Gaza, declaró a Reuters: “Dos años es demasiado… Es absolutamente indignante que todavía haya rehenes dos años después”.
Los actos de memoria también se organizaron en Kfar Aza, un kibutz que sufrió uno de los asaltos más violentos durante la ofensiva de 2023. Allí, residentes y familiares participaron de la ceremonia a la misma hora en que comenzó el ataque, según los sobrevivientes entrevistados por Reuters. El eco de los disparos provenientes de la vecina Gaza acompañó la jornada, recordando la persistencia del conflicto.
El ambiente social estuvo atravesado por un reclamo común: la necesidad de mantener viva la memoria y de exigir respuestas. Reuters recogió las palabras de Josef Avi Engel, abuelo de uno de los rehenes liberados, quien pidió desde la protesta que el gobierno israelí priorice el retorno de los 48 israelíes aún retenidos en Gaza y reconoció públicamente el esfuerzo del expresidente estadounidense Donald Trump, a quien las familias pidieron, en una carta a la comisión noruega, que recibiera el Premio Nobel de la Paz por su papel en la mediación del conflicto.
Los testimonios de familiares, como el de Orit Baron, madre de una joven asesinada, se repitieron durante la jornada: “Dejé de trabajar para dedicarme a la memoria de mi hija y contar su historia”, compartió en declaraciones a Reuters. Otros asistentes cuidaron los altares improvisados, limpiaron retratos y arreglaron flores en los lugares donde, hace dos años, murieron sus seres queridos.
Las actividades de este martes incluyeron también vigilias nocturnas y cenas en la vía pública, como la organizada cerca de la residencia de Netanyahu en Jerusalén, donde activistas y familiares reiteraron la presión sobre el gobierno ante las negociaciones críticas que se llevan a cabo en Egipto. Según fuentes israelíes y medios locales, solo una veintena de los rehenes cautivos permanecerían con vida, lo que aumenta la impaciencia y la angustia social.
La efeméride cobró fuerza este año en un contexto de conflicto abierto y marcado por las negociaciones entre Israel y Hamas, con la mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar, para lograr un plan de paz para la franja de Gaza. Las familias, los sobrevivientes y los colectivos civiles reiteraron su compromiso para que Israel “nunca olvide” a sus muertos y mantenga viva la exigencia de justicia y retorno de los rehenes, una demanda que, dos años después, sigue esperando respuesta.
CON INFORMACION DE INFOBAE.





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