Luis Caputo partió a Washington en busca de respaldo financiero mientras el mercado espera ajustes post-elecciones

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Luis Caputo viajó a Washington para negociar un posible salvataje financiero de EE.UU. en plena parálisis del gobierno de Trump.
  • El Tesoro cuenta con u$s110 millones diarios para intervenir en el mercado de cambios; el BCRA intervendría si estas ventas no alcanzan.
  • El mercado anticipa cambios en el régimen cambiario post-elecciones para acumular reservas y reducir el riesgo país.
  • Escenario optimista: victoria del oficialismo permitiría flotación sucia, eliminación de controles y menor presión sobre tasas de interés.
  • Escenario neutro: ajustes graduales de la banda cambiaria y remoción parcial de controles con mantenimiento de tasas altas.
  • Escenario pesimista: caída de la demanda de pesos obligaría a controles estrictos y limitaría la baja de tasas, afectando financiamiento y actividad económica.

El ministro de Economía, Luis Caputo, viajó este viernes a Washington con un objetivo central: negociar los detalles del posible salvataje financiero que Estados Unidos estaría dispuesto a brindar a la Argentina. La visita se produce en un contexto de alta tensión cambiaria en el mercado local y en un momento políticamente delicado para la administración de Donald Trump, ya que la delegación argentina llegará en plena parálisis del gobierno estadounidense tras el fracaso del Congreso en aprobar un financiamiento temporal.

La agenda de Caputo anticipa un encuentro clave entre el presidente Javier Milei y su par estadounidense, Donald Trump, previsto para el martes 14 de octubre. Entre tanto, quedan cinco ruedas de negociación directa antes del viaje, y 14 días hasta las elecciones de medio término, que definirán la composición del Congreso y podrían condicionar la política económica post-electoral.

Fuentes del sector financiero señalaron que el Tesoro cuenta actualmente con un poder de fuego de aproximadamente u$s110 millones diarios para intervenir en el mercado de cambios y contener el tipo de cambio, en función de los depósitos en dólares disponibles. Sin embargo, advierten que si estas ventas no alcanzan, el Banco Central debería intervenir directamente, en un escenario donde los vencimientos de deuda son elevados y la presión sobre el tipo de cambio es constante.

El mercado ya anticipa un posible cambio de régimen cambiario tras las elecciones. Desde Facimex señalaron que será necesario ajustar el esquema para evitar una apreciación real excesiva del peso y priorizar las compras de divisas por parte del Tesoro. Según esta visión, el respaldo estadounidense permitirá cumplir con compromisos financieros, pero la acumulación orgánica de reservas será clave para lograr una baja sostenida del riesgo país y recuperar acceso al financiamiento de mercado.

Entre las medidas planteadas se destacan dos puntos: recalibrar el régimen cambiario mediante la actualización de la banda actual, avanzar hacia un esquema de banda de intervención, o incluso migrar hacia una flotación pura; y acelerar la compra de dólares con los pesos generados por el superávit primario, idealmente siguiendo un cronograma preestablecido. Grupo SBS coincide con esta perspectiva y resalta que la percepción del mercado sobre los resultados electorales será decisiva en términos de demanda de pesos, un factor clave para la transición hacia un esquema que permita acumular reservas de manera sostenida.

El escenario optimista se materializaría si el oficialismo obtiene un buen resultado electoral. Según Facimex, esto permitiría avanzar hacia una flotación sucia, removiendo controles cambiarios remanentes y reduciendo las tasas de interés reales, con perspectivas de un retorno más sólido a los mercados financieros. Grupo SBS agrega que el Gobierno podría aprovechar tanto el respaldo de EE.UU. como el flujo extraordinario de liquidación de exportaciones para iniciar un sendero virtuoso de acumulación de reservas, evitando que el flujo comercial se desvíe hacia otros instrumentos financieros en lugar de fortalecer las reservas.

En un escenario de paridad electoral, los especialistas plantean un ajuste gradual de la banda cambiaria para corregir la apreciación del peso, con remoción progresiva de los controles y mantenimiento de tasas reales de un dígito alto, generando condiciones decentes de acceso al mercado.

Por el contrario, un escenario pesimista, con derrota del oficialismo, complicaría la demanda de pesos, presionando sobre la nominalidad y el financiamiento del Tesoro. Facimex y Grupo SBS coinciden en que el ajuste del esquema cambiario en ese contexto debería priorizar la limitación del uso de reservas para intervención, preservando el financiamiento externo y manteniendo controles cambiarios estrictos, sin posibilidad de reducir las tasas reales a niveles de un dígito.

En definitiva, la misión de Caputo en Washington no solo busca un respaldo financiero inmediato, sino también abrir espacio para que la política cambiaria y la acumulación de reservas se articulen con los resultados electorales, configurando un horizonte económico condicionado tanto por la diplomacia como por el mercado interno.

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