Intervención del BCRA y cláusula secreta del FMI: estrategia para contener el dólar

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El Banco Central intervino en el mercado cambiario vendiendo u$s53 millones el miércoles, u$s379 millones el jueves y u$s678 millones el viernes para sostener el esquema de bandas cambiarias.
  • Luis Caputo aseguró que el techo de la banda se mantendrá, buscando frenar la corrida al dólar y recuperar la confianza del mercado.
  • El riesgo país se disparó un 24%, alcanzando los 1.454 puntos, reflejando la alta tensión financiera y la preocupación por la sostenibilidad del plan.
  • Existe una “cláusula secreta” en el acuerdo con el FMI que autoriza al Gobierno a intervenir en el mercado cambiario con los dólares del préstamo, limitando las restricciones del organismo.
  • La consultora 1816 planteó tres escenarios post-elecciones: tipo de cambio flexible sin bandas, salto discreto y tipo de cambio fijo, o, en el caso menos probable, reinstauración del cepo.
  • La posibilidad de una dolarización quedó descartada, mientras que la política oficial busca equilibrar reservas, frenar la volatilidad y mantener la credibilidad del esquema cambiario.

En una semana marcada por la volatilidad cambiaria, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) intensificó sus intervenciones para contener el precio del dólar en el marco del esquema de bandas. Según estimaciones del mercado, durante tres jornadas consecutivas el organismo vendió u$s1.110 millones: u$s53 millones el miércoles, u$s379 millones el jueves y u$s678 millones el viernes. La estrategia apunta a frenar la corrida cambiaria y transmitir que el sistema de bandas se mantendrá sin cambios, tal como aseguró el ministro de Economía, Luis Caputo.

El objetivo del Gobierno es que la City financiera perciba estabilidad y que los privados ofrezcan dólares en el mercado, convirtiendo sus tenencias en pesos y aprovechando las altas tasas de interés. Para ello, el BCRA mantiene un incremento mensual del techo de la banda del 1%, equivalente a unos $50 centavos diarios. Actualmente, el techo se ubica en $1.475,32, y solo al superarlo se activaría la intervención con venta de billetes verdes.

Pese a estas medidas, la tensión persiste. El riesgo país se disparó un 24% durante la semana, alcanzando los 1.454 puntos, mientras que analistas señalan que cualquier modificación en las bandas podría ser contraproducente y generar un impacto negativo sobre la credibilidad del mercado. Gabriel Caamaño, economista, advirtió que “cambiar algo hoy sería contraproducente; se perdería toda la credibilidad que queda”.

En medio de estas operaciones, surgieron versiones sobre posibles restricciones cambiarias y los límites que el Fondo Monetario Internacional (FMI) podría imponer al Gobierno. Héctor Torres, exrepresentante argentino ante el FMI, señaló que existe una cláusula “secreta” que permitiría al país vender dólares en el techo de la banda sin mayores restricciones, aunque bajo un plan de contingencia confidencial. Esta estrategia se diseñó para evitar que la información genere efectos adversos en los mercados.

El organismo internacional también anticipó un plan alternativo frente a la volatilidad global, en un contexto de tensiones comerciales internacionales y elecciones legislativas. El “staff report” del FMI menciona que las condiciones externas e internas podrían afectar el crecimiento y la estabilidad financiera de Argentina, por lo que se acordaron mecanismos de contingencia para garantizar el cumplimiento del programa económico.

De cara al futuro, la consultora 1816 anticipó tres escenarios posibles para la política cambiaria posterior a las elecciones. El primero prevé un tipo de cambio flexible sin bandas, considerado el más probable y preferido por el FMI, con compras de divisas discrecionales o programadas, similar al esquema chileno. El segundo escenario plantea un tipo de cambio fijo tras un salto inicial, acompañado de una fuerte reducción de las tasas de interés en pesos, incentivando operaciones de carry trade. Finalmente, el tercer escenario, el menos probable, contempla la reinstauración de un cepo cambiario, aunque la consultora advierte que “más cepo implica menos reservas”.

En paralelo, los analistas descartan cualquier posibilidad de dolarización en el corto plazo. Implementarla requeriría convertir todos los bonos en pesos a dólares, un proceso complejo considerando los riesgos de reestructuración y la exposición de los bancos a instrumentos en pesos.

El BCRA y el equipo económico buscan que la combinación de intervenciones y comunicación firme frene la fuga de dólares y estabilice el mercado, mientras se monitorea la evolución del riesgo país y la respuesta de los inversores. No obstante, la estrategia implica un alto costo: cada venta de reservas reduce la liquidez del organismo, lo que podría limitar su capacidad de maniobra si la presión sobre el dólar persiste en las semanas previas a las elecciones.

El desafío es claro: sostener las bandas hasta los comicios sin generar pánico adicional, equilibrar la necesidad de reservas con la confianza del mercado y mantener alineado al FMI en un contexto de incertidumbre internacional y tensiones políticas locales.

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