San José 1111: el kirchnerismo convirtió el arresto de CFK en una misa política

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • El kirchnerismo movilizó miles de militantes a San José 1111 bajo el lema “#CristinaLibre, 100 días de injusticia” para respaldar a Cristina Kirchner.
  • CFK, en arresto domiciliario por la causa Vialidad, salió varias veces al balcón, saludó, bailó y publicó su agradecimiento en redes.
  • Participaron referentes de La Cámpora, intendentes bonaerenses, Wado de Pedro, Mayra Mendoza, Jorge Taiana y otros dirigentes peronistas.
  • Axel Kicillof reafirmó su apoyo a Cristina y buscó calmar especulaciones internas sobre su alineamiento.
  • El Partido Justicialista denunció “condena política” y vinculó el caso a un intento de Javier Milei de consolidar su modelo económico.
  • La movilización reforzó la narrativa de proscripción y mostró que CFK sigue ordenando al panperonismo rumbo a octubre.

Bajo el lema “#CristinaLibre, 100 días de injusticia”, el kirchnerismo volvió a mostrar su capacidad de movilización el sábado frente al domicilio porteño de Cristina Kirchner, en San José 1111. La ex presidenta, que cumple arresto domiciliario tras la condena en la causa Vialidad, fue el centro de una concentración que mezcló reclamo judicial, liturgia peronista y especulaciones internas en Fuerza Patria.

Desde el mediodía, las calles del barrio de Constitución se llenaron de banderas, bombos y militantes. A las 15.28, cuando CFK salió por primera vez al balcón para saludar, el clamor estalló en cánticos y en la entonación del himno nacional. Sonriente, lanzó besos, bailó e incluso se colocó una flor que le alcanzó un militante con una caña de pescar. Durante la tarde repitió la escena en varias ocasiones, una de ellas junto al candidato a diputado Jorge Taiana, símbolo de la campaña bonaerense. “Gracias por estar siempre”, publicó en sus redes, acompañando las postales del encuentro.

El acto funcionó como un reafirmar de lealtades. La Cámpora, el Frente Patria Grande, intendentes históricos y agrupaciones del conurbano bonaerense acudieron sin una directriz formal, en un clima de autoconvocatoria. Entre los presentes estuvieron Wado de Pedro, Mariano Recalde, Mayra Mendoza, Gabriel Katopodis, Martín Sabbatella y el exgobernador Felipe Solá. Incluso dirigentes antes distanciados, como Guillermo Moreno y Luis D’Elía, buscaron mostrarse cerca de la ex mandataria. El Partido Justicialista emitió un comunicado denunciando “condena política sin sustento jurídico” y vinculando la detención a un intento del gobierno de Javier Milei de consolidar su modelo económico.

El gobernador Axel Kicillof también hizo su gesto de apoyo. Si bien su presencia física fue objeto de especulaciones, ratificó su respaldo al declarar: “Cada día con Cristina detenida, Argentina es un país más injusto y una democracia más débil”. En Ensenada, días antes, Kicillof había reunido a intendentes y dirigentes de Fuerza Patria para analizar la estrategia electoral tras las elecciones del 7 de septiembre y fortalecer la candidatura de Taiana de cara al 26 de octubre. Su entorno buscó desdramatizar la relación con CFK, aunque el alineamiento del gobernador sigue siendo tema de debate interno.

Facundo Tignanelli, jefe del bloque de Unión por la Patria en la Legislatura bonaerense, pidió “cortar con la novelita del llamado entre Cristina y Axel” y concentrarse en los problemas de la gente. Mayra Mendoza, una de las principales organizadoras, subrayó que “nadie necesita invitación para demostrarle cariño a Cristina”, a quien definió como “secuestrada por el poder”. La intendenta de Quilmes insistió en que el peronismo debe trabajar mancomunadamente para “frenar a Milei en las urnas”.

El sábado no solo fue un gesto de apoyo a CFK sino también un intento de ordenar al peronismo en torno a su figura, en medio de tensiones y de una campaña que entra en su fase decisiva. La movilización reforzó la narrativa de proscripción que el kirchnerismo viene sosteniendo: que la condena busca impedir el regreso electoral de Cristina Kirchner y disciplinar a toda la dirigencia opositora.

En la vereda opuesta, el oficialismo de Milei minimiza la acusación de persecución política y mantiene la línea dura frente a su principal adversaria. Sin embargo, la postal del sábado dejó claro que, a cien días de su detención, Cristina Kirchner sigue siendo el imán que ordena al panperonismo y un factor de peso en la disputa política de cara a octubre y a las presidenciales de 2027. El balcón de San José 1111 se convirtió, por unas horas, en el altar donde el kirchnerismo renovó su fe.

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