Empresarios piden reducción de impuestos y relanzamiento del Plan Canje para frenar la escalada de precios de autos 0km

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
600928
  • Federico Pieruzzini, CEO de Eximar, denunció que la segunda escala del impuesto interno sobre autos de lujo mantiene elevados los precios y reduce la competitividad del mercado automotor argentino.
  • Aunque el Gobierno eliminó la primera escala y redujo la segunda en enero, Pieruzzini considera que la medida es insuficiente y genera distorsiones en todos los segmentos del mercado.
  • Propuso reducir la segunda escala del impuesto y relanzar un Plan Canje Nacional moderno, incentivando el cambio de autos antiguos por 0km, híbridos o eléctricos.
  • Un estudio elaborado por Pieruzzini y César Litvin muestra que los consumidores argentinos “pagaban por dos” debido a la carga fiscal, que puede alcanzar hasta 196% en autos importados de extrazona.
  • La comparación regional evidencia que Argentina tiene una carga fiscal muy superior a países como Chile, Paraguay, Brasil y Estados Unidos, afectando la competitividad y los costos logísticos.
  • Pieruzzini advierte que, pese a la eliminación del Impuesto PAIS, los tributos nacionales, provinciales y municipales siguen elevando los precios, y sostiene que la reducción fiscal y el Plan Canje serían clave para modernizar el parque automotor y mejorar el acceso a vehículos nuevos.

En medio de la creciente preocupación de los consumidores por los elevados precios de los autos, Federico Pieruzzini, CEO del grupo Eximar —que comercializa marcas como Volvo, Jaguar, Land Rover y MG— reclamó medidas concretas para aliviar el mercado automotor. El empresario planteó, a través de su cuenta de LinkedIn, que el principal obstáculo no son los valores en sí, sino la brecha generada por la segunda escala del impuesto interno que grava a los autos de lujo.

En enero, el Gobierno eliminó la primera escala de este tributo y redujo la alícuota de la segunda, pero Pieruzzini sostiene que la medida no fue suficiente. “Esa segunda escala encarece el segmento alto y, por contraste, crea un espacio donde las automotrices suben los precios de autos generalistas y semi-premium que no pagan ese impuesto para aumentar sus márgenes”, explicó. Según el ejecutivo, esta situación provoca que los precios se mantengan elevados y que el mercado pierda competitividad.

Como solución, Pieruzzini propuso dos iniciativas centrales: la reducción de la segunda escala del impuesto para reducir la brecha de precios y la implementación de un Plan Canje Nacional modernizado. Este plan incentivaría la renovación del parque automotor, promoviendo el cambio de vehículos antiguos por 0km más seguros y eficientes, y ofreciendo beneficios adicionales para quienes opten por modelos híbridos o eléctricos.

El empresario, junto al tributarista César Litvin, había elaborado un estudio que señalaba que, debido a la elevada carga fiscal, los consumidores argentinos “pagaban por dos” al adquirir un vehículo nuevo. En el caso de autos importados, la situación es aún más crítica: los vehículos de extrazona enfrentan derechos de importación del 35% y tasas adicionales que elevan la carga impositiva hasta un 196% en algunos casos. Mientras tanto, los autos provenientes de Brasil, dentro del Mercosur, están exentos de derechos de importación, lo que muestra una diferencia marcada dentro de la región.

El contraste con otros países es notable. En Chile, el IVA es del 19% y no existen impuestos internos ni tasas municipales significativas. Paraguay mantiene un IVA del 10% y la patente anual no supera el 1% del valor fiscal del auto. En Brasil, la carga es más moderada que en Argentina, con el IPI entre 7% y 25% y el impuesto de propiedad IPVA entre 3% y 4%. En Estados Unidos, la situación es aún más favorable: los impuestos a la venta varían entre 0% y 10% según el estado y los tributos anuales sobre la propiedad son generalmente fijos y bajos.

Los efectos de esta sobrecarga impositiva son múltiples. La imposibilidad de acceder a vehículos nuevos contribuye a la antigüedad del parque automotor, con implicancias directas en seguridad vial. Además, encarece los costos logísticos y operativos, afectando la competitividad regional del transporte y la distribución de bienes.

Pieruzzini destacó que, aunque la eliminación del Impuesto PAIS resultó un paso positivo, no basta frente al entramado de tributos nacionales, provinciales y municipales que continúan presionando sobre los precios al consumidor. Según el empresario, reducir la carga fiscal y reactivar el Plan Canje serían medidas claves para dinamizar el sector, mejorar la seguridad vial y permitir un acceso más equitativo a vehículos modernos y eficientes.

En un contexto donde los consumidores sienten que los autos 0km son inalcanzables y la competencia internacional muestra precios más accesibles, la propuesta de Pieruzzini busca alinear la política tributaria con los objetivos de modernización del parque automotor y promoción de la movilidad sostenible. La discusión sobre impuestos y planes de incentivo se instala como un tema central para la industria y para los usuarios que esperan un alivio tangible en sus bolsillos.

Con los precios actuales y la presión fiscal vigente, la industria automotriz argentina enfrenta un desafío doble: mantener la competitividad y facilitar el acceso de los consumidores a vehículos nuevos, seguros y eficientes, mientras se negocia un escenario impositivo que hoy genera una barrera significativa para la expansión del mercado.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto