Juan Carlos Molina, el cura patagónico que dará el salto a la política

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • El sacerdote Juan Carlos Molina será el principal candidato a diputado nacional por la lista de unidad del peronismo en Santa Cruz.
  • Molina tiene vínculos cercanos con Cristina Kirchner y el papa Francisco, y ya había ocupado un cargo público al frente de la Sedronar entre 2013 y 2015.
  • Es fundador de la Fundación Valdocco, con sedes en Santa Cruz, Chaco y Haití, dedicada a la asistencia de niños y jóvenes vulnerables.
  • En 2024, Valdocco fue investigada por el gobierno provincial, lo que generó un fuerte respaldo del Papa con una carta pública.
  • Molina adelantó que en el Congreso se enfocará en problemas de Santa Cruz: turismo en crisis, desempleo, educación, salud mental y pobreza.
  • Su candidatura busca condensar la unidad del peronismo santacruceño y trasladar su prestigio social al terreno político.

El peronismo de Santa Cruz encontró en el sacerdote Juan Carlos Molina la figura capaz de sintetizar una lista de unidad para competir en las elecciones de octubre. De 58 años, con un fuerte trabajo social en la Patagonia, vínculos estrechos con Cristina Fernández de Kirchner y el papa Francisco, Molina encabezará la nómina de candidatos a diputados nacionales que consensuaron el Partido de la Victoria, Kolina, el Partido Justicialista y el Instrumento Electoral por la Unidad Popular.

Aunque su perfil siempre estuvo asociado a la militancia social y comunitaria, el sacerdote ya tuvo una experiencia en la gestión pública: entre 2013 y 2015 fue titular de la Sedronar, la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico, durante el segundo mandato de Cristina Kirchner. Desde ese rol impulsó políticas de inclusión para jóvenes y abrió centros de atención en todo el país.

“Cristina fue la primera que apoyó mi candidatura cuando lo pidieron los compañeros de Santa Cruz. Yo no lo buscaba, pero entendí que en estas circunstancias no podía hacerme el distraído”, explicó Molina, en diálogo con Infobae. Con tono irónico agregó: “No fue el dedo de Cristina, creo que fue el dedo de Francisco”. Una forma de remarcar tanto su cercanía con la expresidenta como con el Papa, quien en más de una ocasión lo respaldó en medio de turbulencias políticas.

Molina nació en Chillar, un pequeño pueblo bonaerense, pero hace 25 años fue destinado a la Patagonia como sacerdote. Desde entonces vive en Cañadón Seco, Santa Cruz, donde fundó la primera sede de Valdocco, una organización que hoy cuenta con cuatro casas: en la propia Santa Cruz, en El Calafate, en el Impenetrable chaqueño y en Haití. Allí asiste a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad.

El año pasado, Valdocco atravesó un fuerte conflicto con el gobierno provincial, que la investigó por supuestas irregularidades. La causa finalmente no prosperó, pero dejó a Molina en el centro de la escena política santacruceña. Incluso provocó la intervención de Francisco, quien le envió una carta de apoyo escrita de puño y letra. “No pierdas la paz ni el sentido del humor. Bienaventurados cuando los persiguen por causa de la justicia”, le escribió el Papa en un gesto que reforzó su legitimidad pública.

Su salto a la política partidaria lo obligará ahora a dejar de lado los micrófonos de Radio 10, donde cada domingo conducía Rompiendo moldes. En su despedida no dio explicaciones, pero horas después confirmó su postulación. “Me saca de mi comodidad, pero no hay que sacarle el cuerpo a la jeringa. Mi agenda en Diputados tendrá que ver con Santa Cruz, con la salud mental, la niñez, la educación, el trabajo y la pobreza”, adelantó.

La realidad provincial es, según Molina, su principal preocupación. “El turismo está hecho pedazos. Más que el hotelero me preocupa la mucama, el jardinero. También los mineros del carbón sin trabajo, el salario de los maestros que no llegan a fin de mes. Eso es lo que me desvela”, planteó, en un mensaje con claro tono social.

Su relación con el kirchnerismo comenzó en 2006, cuando como director de una escuela rural se vinculó con Néstor y Cristina Kirchner, y con Alicia Kirchner en el área social. Ese mismo año jugó un rol clave durante el conflicto petrolero que derivó en la muerte del policía Jorge Sayago, donde ofició de mediador en los reclamos contra YPF.

De perfil sencillo, Molina suele definirse como “un tipo que labura con los pibes que nadie quiere”. Su obra en Valdocco y su capacidad de tender puentes en situaciones de crisis le granjearon prestigio dentro y fuera de Santa Cruz. Ahora deberá probar si ese reconocimiento social puede traducirse en un liderazgo político dentro del Congreso.

El desembarco del sacerdote en la arena electoral no solo condensa la unidad del peronismo santacruceño, sino que también abre interrogantes sobre su futuro. En una provincia donde la figura de Cristina Kirchner sigue siendo central, Juan Carlos Molina aparece como un candidato capaz de aportar frescura, territorio y contención en un escenario político cargado de tensiones.

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