Llaryora apostó, ahora habrá que ver si saca un pleno o solo salva la plata

Por Carlos Zimerman

Llaryora apostó fuerte. En las próximas elecciones será él o Milei, ni más ni menos. Sin importar quién lidere las boletas de ambos espacios, el gobernador de Córdoba, a lo largo de casi todo su mandato, trató de hacer un fino equilibrio que en los últimos días dejó de lado. Córdoba se diferencia del gobierno nacional y apuesta por la obra pública, el aumento de las jubilaciones y la ayuda social, todos temas que el presidente Milei esquiva desde que llegó al gobierno con el argumento real de que Argentina está quebrada y "no hay plata".

 Seguramente, de un lado estará Schiaretti y del otro Luis Juez o Rodrigo de Loredo; aún no se sabe. Son posibilidades, pero la gente percibirá que en Córdoba la disputa será Llaryora o Milei. Si al gobernador de Córdoba la jugada le sale bien y logra un triunfo, por ajustado que sea, el camino hacia su candidatura presidencial en 2027 estará absolutamente allanado y será un llamado de atención muy grande para Milei. Si ganan los libertarios, ese sueño chocará contra una gran pared.

Llaryora no se cansa de repetir que "Córdoba es un país aparte" y está seguro de superar a los libertarios. Por su parte, los violetas comenzaron a poner reparos y tratar de amortiguar un futuro golpe argumentando que las elecciones de medio término no tienen nada que ver con las presidenciales, pero igual están convencidos de ganar, y por más del techo que algunos le ponen del 45%.

Históricamente, Córdoba fue el termómetro del país; ahora también lo podrá ser. Llaryora se juega mucho; quizá sea su gran disputa. En pocas semanas sabremos si sacó un pleno o simplemente fue una apuesta a color.