
“Grito Federal”: cuando las provincias entienden lo que la Nación no escucha
OPINIÓN Agencia de Noticias del Interior



- La alianza “Grito Federal” de cinco gobernadores de distintas provincias es un gesto político que va más allá de lo electoral: busca construir una agenda de desarrollo común.
- La iniciativa interpela al centralismo nacional y promueve un modelo de país basado en la producción y el trabajo desde el territorio, no desde Buenos Aires.
- La clave del desarrollo está en conectar capacidades regionales, no en competir por recursos.
- Es un llamado a construir consensos de largo plazo y a repensar el federalismo como herramienta para el crecimiento.
- La sostenibilidad de esta propuesta dependerá de la voluntad política y del compromiso de la sociedad en salir de la lógica de la grieta.
En una Argentina acostumbrada a leer cada gesto político con desconfianza, la foto de cinco gobernadores de provincias tan distintas como Santa Cruz, Chubut, Santa Fe, Córdoba y Jujuy, sentados en torno a una agenda común, merece algo más que una mirada cínica. No es solo una jugada electoral, ni una alianza táctica. Es, esencialmente, un acto de rebeldía frente a un modelo de país que sigue creyendo que el desarrollo se dicta desde un Excel en Buenos Aires.
La decisión de estos gobernadores —de orígenes partidarios diversos— de articular un frente que priorice la producción y el trabajo sobre las disputas ideológicas, interpela a una política nacional atrapada en la grieta, incapaz de construir consensos de largo plazo. Lo que une a estas provincias no es un color partidario. Lo que las une es una convicción: la Argentina no saldrá adelante si seguimos esperando que las soluciones bajen del poder central. La salida es colectiva y nace en el territorio.
Cada una de estas regiones tiene algo valioso para aportar: el sur con su energía, su pesca y su minería; el centro con su potencia agroindustrial y su entramado pyme; el norte con su litio, sus energías renovables y su inmenso capital cultural. Separadas, son esfuerzos dispersos. Juntas, representan un mapa vivo del potencial argentino.
Llevo años trabajando en proyectos de desarrollo productivo, formación laboral y articulación público-privada. Si algo he aprendido es que el progreso no se logra compitiendo por recursos escasos, sino conectando capacidades. La Argentina necesita menos disputas por la coparticipación y más redes de cooperación estratégica. Necesita que la política deje de pensar en términos de centro y periferia, y empiece a entender que el verdadero capital de este país está en su diversidad territorial.
La foto de “Grito Federal” es, en ese sentido, una señal potente. Es un mensaje que dice: sí, es posible construir futuro por encima de las diferencias. Es posible pensar en un modelo de desarrollo que no dependa de la coyuntura ni de los humores de Balcarce 50. Lo que hace falta es decisión política. Y estos cinco gobernadores la tuvieron.
Claro que no será fácil. La Argentina arrastra décadas de centralismo económico y político. Pero si queremos un país que produzca más, que genere empleo genuino, que distribuya mejor las oportunidades, necesitamos un nuevo contrato federal. Uno donde las provincias sean protagonistas de su desarrollo, y donde la Nación deje de administrar pobreza para empezar a gestionar crecimiento.
Lo que vimos esta semana puede ser el inicio de una etapa distinta. Dependerá de la capacidad de estos gobernadores —y de otros que se animen a sumarse— de sostener esta agenda en el tiempo. Pero, sobre todo, dependerá de nosotros, como sociedad, de no resignarnos a la comodidad de la grieta y apostar por un proyecto que nos una en lo esencial: producir, innovar, trabajar y crecer juntos.
Ojalá este “Grito Federal” no sea solo una foto más. Ojalá sea el comienzo de un país que decide caminar junto.






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