Retenciones al agro: el desafío fiscal y político que pone a prueba la estrategia económica de Milei

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El gobierno de Milei enfrenta alta expectativa en el agro por la posible eliminación total de retenciones, que podría quedar en un alivio parcial.
  • El vocero Adorni advierte que un anuncio menor puede generar repercusiones negativas.
  • El ministro Caputo confirma que eliminar retenciones es un objetivo, pero pide paciencia.
  • Los contratos futuros de soja y maíz subieron por expectativas, pese a caídas internacionales.
  • Escépticos creen que solo la carne tendrá alivio significativo, no los cultivos.
  • Gobernadores provinciales presionan por reforma tributaria y critican un modelo “porteñocéntrico”.
  • El campo sufre baja rentabilidad por retenciones altas y costos dolarizados.
  • Informe CREA indica que con retenciones del 33%, solo 20% de soja es rentable; con retenciones cero, casi toda la superficie lo sería.
  • Empresas agrícolas enfrentan dificultades financieras y riesgos de default.
  • La balanza comercial muestra estancamiento y caída de precios que afecta márgenes y entradas de divisas.
  • Retenciones aportan 7,5% de la recaudación total (~u$s6.000 millones), y su reducción impactaría las finanzas públicas, en un contexto de búsqueda de superávit.
  • El gobierno apuesta a que una baja impositiva impulse la economía y aumente la recaudación, pero es una apuesta incierta.
  • La disyuntiva clave: proteger la caja fiscal o cumplir con la promesa al campo para asegurar apoyo político en año electoral.

En plena antesala de anuncios esperados para el sector agropecuario, el gobierno de Javier Milei enfrenta un dilema delicado: la fuerte expectativa generada en torno a la eliminación total de las retenciones a la exportación del campo, que podría quedar reducida a un alivio parcial. La tensión crece mientras el oficialismo intenta calibrar su discurso para no defraudar a un sector clave, pero exigente y en alerta.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, no ocultó su preocupación: “Será de los discursos que al otro día estará en la tapa de los diarios”, advirtió sobre el impacto que tendrá un anuncio que no cumpla con las altas expectativas. Por su parte, el ministro de Economía, Luis Toto Caputo, confirmó que la eliminación de las retenciones sigue siendo un objetivo, aunque pidió “confianza y paciencia” para conocer los detalles.

La expectativa ya contagió al mercado: los contratos futuros de soja y maíz se dispararon en las últimas jornadas, a contramano de las tendencias internacionales, reflejando la esperanza de un alivio impositivo. Sin embargo, persisten dudas entre los más escépticos, quienes creen que el anuncio podría limitarse a la carne, dejando a los cultivos con mejoras marginales y profundizando el malestar rural, que reclama la eliminación total.

La disputa política no es menor. Gobernadores provinciales como Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos) presionan por un cambio tributario profundo y acusan a Milei de sostener un modelo “porteñocéntrico”. Paradójicamente, la crítica más dura vendrá del propio campo, que hoy ve caer la rentabilidad debido al alto nivel de retenciones y al aumento del dólar, que no compensa porque gran parte de los insumos están dolarizados.

El informe de CREA refleja un panorama complejo: con retenciones del 33%, solo un 20% de la superficie de soja es rentable, mientras que con retenciones cero, prácticamente toda la tierra podría producir con ganancias. Esto explica la creciente fuga de inversiones y el deterioro en la renovación de maquinaria y tecnología.

El sector también enfrenta un “clima de default” creciente, con empresas agrícolas de renombre en dificultades financieras por deudas heredadas y por un escenario económico con altas tasas de interés y baja rentabilidad.

En este contexto, la balanza comercial muestra un estancamiento preocupante, con una caída de precios en los granos que amenaza los márgenes futuros de trigo, maíz y soja, lo que podría desacelerar aún más las liquidaciones y la entrada de divisas.

La gran cuestión para Milei es política y fiscal: las retenciones aportan actualmente un 7,5% de la recaudación total, cerca de u$s6.000 millones, y su reducción implicaría un duro golpe a las finanzas públicas, justo cuando el gobierno busca cerrar el año con superávit y ya ha eliminado otros impuestos importantes como el impuesto PAIS.

La única salida, según algunos, sería confiar en que la baja de impuestos dinamice la economía y aumente la recaudación, una apuesta liberal que aún está por verse.

Por ahora, el gobierno se enfrenta a una disyuntiva compleja: mantener la caja fiscal o cumplir con una promesa que podría consolidar el apoyo del campo, clave para la estabilidad política en un año electoral.

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