El BCRA sorprende con reducción de posiciones vendidas en futuros de dólar y el convulsionado escenario financiero local

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El BCRA redujo en junio sus posiciones vendidas en futuros de dólar en unos 37 millones de dólares, dejando un stock cercano a 1.910 millones, menos de lo esperado por el mercado.
  • Demian Reidel, asesor de Milei, salió de su cargo y vuelve a la energía nuclear, reflejando una salida de figuras del ciclo político anterior.
  • Hay incertidumbre sobre las próximas licitaciones de deuda pública por un vencimiento cercano a 12 billones de pesos, con presión sobre las tasas y ajustes del BCRA para estabilizar el mercado monetario.
  • La tasa de caución subió abruptamente tras el desarme de las LEFI, generando distorsiones temporales; el “carry trade” sigue activo pero con ganancias a corto plazo debido al contexto electoral.
  • El dólar sigue siendo foco central, con el BCRA interviniendo para controlarlo y altas tasas que buscan contenerlo, aunque con dificultades por la inflación.
  • Economistas debaten sobre el desafío de renovar deuda en un mercado complejo, evitando errores pasados como los de los años 80.
  • El FMI confirmó un desembolso para principios de agosto, que dará un respiro al Ministerio de Economía.
  • En el plano global, el “carry trade” muestra menos posiciones cortas en dólares y mayor interés en el euro, mientras el yen pierde posiciones ante expectativas del Banco de Japón.
  • En resumen, el mercado argentino enfrenta turbulencias internas y externas, con estrategias activas del BCRA y el Tesoro y un entorno internacional que exige manejo táctico.

En un contexto marcado por la incertidumbre y las tensiones en los mercados financieros, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) dio una sorpresa al cerrar junio con una reducción de aproximadamente 37 millones de dólares en posiciones vendidas en futuros de dólar, dejando un stock cercano a los 1.910 millones de dólares para julio. Este número quedó por debajo de lo esperado por los operadores, que proyectaban cifras superiores a los 2.100 millones.

En medio de este panorama, otra novedad fue la salida inesperada de Demian Reidel de la mesa de asesores del presidente Javier Milei. Reidel, conocido por su vínculo con el sector nuclear y su paso por la presidencia de Nucleoeléctrica, regresa ahora a la energía atómica, dejando entrever un repliegue de figuras del anterior ciclo político, aunque manteniendo conexiones con proyectos oficiales.

Mientras tanto, en una reunión privada convocada por una gestora financiera, se analizó el difícil escenario para las próximas licitaciones de deuda pública. El vencimiento de 12 billones de pesos a fin de mes, principalmente en letras capitalizables del Tesoro, genera incertidumbre sobre las tasas a ofrecer. La flexibilidad horaria en la ventanilla de liquidez inmediata del BCRA apunta a estabilizar las tasas a un día, evitando que la excesiva liquidez encaje en el Central y genere distorsiones.

Las mesas financieras siguen con atención la evolución de la caución, cuya abrupta suba tras el desarme de las LEFI (Letras de Financiamiento) y la presión sobre el mercado cambiario se interpreta como una distorsión temporal. Los operadores destacan que, aunque aún existen oportunidades de “carry trade” (arbitraje entre activos con diferentes rendimientos), estas ganancias podrían ser de muy corto plazo, especialmente ante la cercanía de las elecciones nacionales de octubre.

El dólar continúa siendo el centro de atención, pero la atención en el mercado se divide entre la intervención del BCRA para mantener el tipo de cambio bajo control, la rentabilidad de los pesos y el proceso de dolarización creciente. Se destaca que la política de altas tasas cortas del Central apunta a contener el dólar, pero genera un sendero de tasas difícil de sostener ante la expectativa inflacionaria.

En paralelo, un debate entre economistas resaltó la complejidad del desarme de la bomba monetaria que representaban las LEFIs, y el desafío del Tesoro para renovar deuda en un mercado complicado, evitando repetir errores históricos como los vividos en los años 80 con las letras diarias.

Desde Washington, llegó la noticia esperada: el desembolso del FMI está previsto para principios de agosto, lo que otorga un respiro momentáneo al Ministerio de Economía, aunque obliga a mantener ajustes financieros hasta entonces.

A nivel global, el llamado “carry trade” muestra movimientos interesantes: en Estados Unidos, las posiciones cortas en dólares disminuyen mientras la curva OIS anticipa menos recortes en las tasas de interés. El euro gana posiciones en el G10, y el yen experimenta una reducción de posiciones largas ante la expectativa de que el Banco de Japón mantenga su política monetaria en su próxima reunión.

En síntesis, el mercado argentino navega en aguas turbulentas, con intervenciones activas del BCRA, movimientos estratégicos del Tesoro y un calendario electoral que acelera las decisiones de inversores y reguladores, mientras que las señales internacionales ofrecen un contexto complejo pero con oportunidades tácticas para quienes saben leer las cartas financieras.

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