Déficit de cuenta corriente: la otra cara del superávit fiscal que preocupa a los economistas

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El déficit de cuenta corriente supera los USD 5.000 millones, con récord negativo en servicios, especialmente por turismo al exterior.
  • El tipo de cambio atrasado impulsa importaciones, sobre todo en el sector automotriz.
  • El Gobierno minimiza el problema, confiando en el superávit fiscal como ancla de estabilidad.
  • Economistas advierten que sin reservas ni financiamiento externo, el déficit es insostenible.
  • La estabilidad macroeconómica está en riesgo por la falta de dólares reales para sostener el modelo.

Mientras el Gobierno celebra su superávit fiscal como ancla de estabilidad, crece la preocupación en el frente externo. El déficit de cuenta corriente superó los USD 5.000 millones, con un rojo histórico en el rubro servicios, donde el turismo al exterior, favorecido por el atraso cambiario, fue el principal factor de salida de divisas.

Según datos del INDEC y del Banco Central, entre enero y mayo ya se superó el déficit en servicios de todo 2024, con casi USD 4.100 millones gastados en "viajes, pasajes y pagos con tarjeta". A esto se suma el aumento de importaciones de bienes, en particular del sector automotriz, impulsadas por un tipo de cambio que abarata el dólar comercial.

El ministro de Economía, Luis Caputo, minimizó el problema y sostuvo que el déficit responde a decisiones libres del sector privado, no a un descontrol fiscal. En su visión, el desequilibrio no pone en riesgo la estabilidad si el Estado mantiene el orden en sus cuentas.

Sin embargo, economistas y entidades como el Banco Provincia advierten que el superávit fiscal no es suficiente para sostener la balanza externa si faltan dólares reales para financiar el déficit. Alertan que la apreciación del tipo de cambio alienta las importaciones, mientras las reservas no crecen y el acceso al financiamiento externo está cerrado.

El economista Gonzalo Carrera (Equilibra) coincidió en que el equilibrio fiscal es un punto de partida, pero subrayó que la diferencia con otros momentos de déficit —como en 2017-2018— es la falta de reservas y de crédito externo, lo que hace más frágil la posición del país ante shocks.

En conclusión, aunque el Gobierno sostiene que el déficit de cuenta corriente "no preocupa", los datos muestran que el modelo actual depende de dólares que no están, y eso enciende señales de alerta en un contexto donde la estabilidad macroeconómica aún está lejos de estar garantizada.

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