La CGT afila su ofensiva y advierte al Gobierno: “Si no nos llaman, chocarán con la pared de siempre”

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • La CGT y diputados sindicales acordaron bloquear los puntos más sensibles de la reforma laboral impulsada por Milei.
  • Jorge Sola lanzó una advertencia directa al Gobierno y cuestionó la falta de diálogo.
  • La central obrera buscará apoyo político en gobernadores y en la bancada que lidera Pichetto.
  • La reunión expuso diferencias internas, con una fuerte autocrítica de Sergio Sasia.
  • Se cuestionó la falta de autocrítica del peronismo tras la derrota electoral y su estrategia fallida.
  • El sindicalismo reconoce pérdida de influencia y anticipa una disputa legislativa de alto voltaje

La tensión entre el Gobierno y el sindicalismo volvió a escalar tras una reunión clave en la sede histórica de la CGT, donde la conducción de la central obrera y los diputados de extracción gremial analizaron el borrador de reforma laboral que impulsa Javier Milei. El encuentro, que se extendió durante varias horas en Azopardo 802, dejó en claro que la estrategia será bloquear los artículos que consideren más lesivos para los sindicatos y los convenios colectivos. Sin embargo, también expuso matices internos dentro del movimiento obrero y un diagnóstico más amplio sobre la debilidad política que atraviesa el peronismo.

Jorge Sola, uno de los cotitulares de la CGT, fue el encargado de pronunciar la advertencia más contundente. “Si no nos llaman, chocarán con la pared de siempre”, lanzó a modo de ultimátum, señalando que el Gobierno no abrió ninguna instancia de diálogo para moderar la iniciativa. El sindicalista cuestionó especialmente el discurso del ministro de Economía, Luis Caputo, frente a la UIA, al remarcar que ni siquiera mencionó a la industria. Para Sola, esa omisión refleja un problema mayor: la falta de escucha a “los dos sectores que más entienden del tema, los que invierten y los que ponen el laburo”.

En la reunión participaron diputados que representan a diferentes gremios, entre ellos Sergio Palazzo (bancarios), Mario Manrique (SMATA), Vanesa Siley (judiciales), Hugo Yasky (CTA) y el diputado electo Hugo Antonio Moyano. Todos expusieron alternativas para intentar frenar o modificar el proyecto cuando llegue al Congreso. Por parte de la CGT estuvieron presentes figuras de peso como Héctor Daer, José Luis Lingeri, Sergio Sasia, Juan Carlos Schmid y Guillermo Moser, entre otros. La mesa coincidió en que la pelea principal se dará en la Comisión de Legislación del Trabajo, ámbito obligado de tratamiento durante las sesiones extraordinarias.

Consciente del escenario parlamentario, la CGT acordó abrir una ronda de contactos políticos para sumar respaldos. Una parte de la estrategia apunta a los gobernadores, quienes, según remarcaron en la reunión, no estarían dispuestos a modificar la estructura sindical ni tocar los convenios colectivos. El otro frente será el Congreso, donde ya está prevista una reunión con la bancada que lidera Miguel Ángel Pichetto. La central obrera recuerda que el dirigente logró, a mediados de 2024, recortar el capítulo laboral de la Ley Bases gracias a la presión gremial, un antecedente que creen que puede repetirse.

Aunque la mayoría de los participantes coincidió en la necesidad de cerrar filas frente al Gobierno, no todas las voces fueron homogéneas. La posición más autocrítica surgió de Sergio Sasia, titular de la Unión Ferroviaria, quien sostuvo que nadie debería sorprenderse por la profundidad de la reforma laboral que propone el oficialismo. Señaló que tanto el peronismo como la CGT arrastran “aciertos y errores” desde hace años y que el movimiento obrero perdió capacidad de respuesta frente a la creciente informalidad laboral. “Hay más trabajadores informales que formales desde hace mucho y jamás levantamos la voz para buscar soluciones”, dijo, en un cuestionamiento directo a la dirigencia tradicional.

Sasia también apuntó contra el rol político del peronismo, al considerar que la fuerza no realizó una autocrítica real tras la derrota electoral. Recordó que la estrategia de campaña se centró exclusivamente en “frenar a Milei”, una apuesta que fracasó sin que nadie asumiera responsabilidades. Su intervención generó incomodidad en algunos sectores más alineados con el kirchnerismo. Mario Manrique, de SMATA, respondió que ahora sí harán una autocrítica y anticipó que muchos de los presentes participarían luego en una reunión del Consejo Nacional del PJ.

La frase final de Sasia resonó en la sala y dejó en evidencia el nivel de discusión interna dentro de la CGT: “Ya dejamos de ser la columna vertebral del movimiento obrero”. La sentencia sintetizó la preocupación por la pérdida de influencia política y la necesidad de redefinir estrategias frente a un Gobierno decidido a avanzar sobre el esquema laboral vigente.

Con un sindicalismo que combina resistencia, búsqueda de alianzas y cuestionamientos hacia su propio rol, y un Ejecutivo que mantiene su proyecto sin abrir mesas de negociación, la discusión promete convertirse en uno de los ejes centrales del escenario político en las próximas semanas.

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