Los escondites del dinero: la trama oculta que vuelve a sacudir la Causa Cuadernos

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • La Causa Cuadernos continúa con más de 100 acusados y audiencias en marcha.
  • Cristina Kirchner aparece como figura central dentro del juicio.
  • Diez escondites de dinero vinculado al caso fueron detallados en un informe televisivo.
  • Bóvedas, oficinas y propiedades de allegados integran la red de ocultamiento.
  • La casa materna de Néstor Kirchner y la inmobiliaria de Máximo también forman parte de la investigación.
  • El episodio de José López arrojando bolsos en un convento sigue siendo el símbolo más fuerte del caso.

La Causa Cuadernos, uno de los expedientes de corrupción más extensos y sensibles de la historia reciente, continúa avanzando con audiencias y testimonios que mantienen a más de un centenar de acusados bajo la lupa judicial. Pese a su complejidad y a la magnitud del caso, las instancias procesales no se detendrán. En el corazón de la investigación aparece una figura central: la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, señalada por su presunta vinculación con el esquema de desvío de fondos estatales que, según la acusación, alimentó una red clandestina de depósitos y ocultamiento de dinero en diferentes puntos del país.

Un reciente informe televisivo volvió a encender el debate al detallar diez lugares específicos donde, según la investigación judicial, se habría escondido parte del dinero ilegal. Los sitios mencionados incluyen propiedades familiares, oficinas privadas y espacios vinculados a figuras cercanas al kirchnerismo. La enumeración es amplia e involucra desde la conocida casa de El Calafate hasta el icónico convento de José López, cuyo episodio quedó grabado en la memoria pública.

Una arquitectura del ocultamiento

Entre los lugares más llamativos se destaca la vivienda de los Kirchner en El Calafate. Según el informe, allí funcionaba una bóveda con características de alta seguridad: puerta blindada, caja fuerte interna y dimensiones que, al ser conocidas tras los allanamientos, confirmaron la existencia de una estructura diseñada para guardar importantes montos en efectivo. Con planos y medidas precisas, los peritos describieron un espacio que excedía cualquier parámetro doméstico.

Otro de los puntos que volvió a la discusión pública es la bodega —o bóveda— de Lázaro Báez. El empresario, considerado socio y beneficiario de la obra pública nacional durante los gobiernos kirchneristas, habría reconvertido un espacio destinado a la guarda de dinero en una falsa bodega de vinos. Mantener esa fachada no alcanzó para disimular lo que más tarde sería descubierto: un recinto preparado para almacenar sumas millonarias.

La inmobiliaria de Máximo Kirchner también forma parte de los lugares señalados. Según el informe, allí se administraban los bienes de la familia y, además, se habría escondido parte del denominado “dinero negro” proveniente de la recaudación irregular. Los inmuebles vinculados a esta firma están hoy embargados y se encuentran bajo investigación en varias causas paralelas.

Otro punto menos conocido es la casa materna de Néstor Kirchner. Se trataba de una vivienda sencilla en apariencia, pero que —según testimonios y reconstrucciones— podría haber albergado una de las dos cajas fuertes provenientes del ex Banco Hipotecario de Río Gallegos. La hipótesis de los investigadores es que el dinero oculto superaba ampliamente el valor de la propiedad, en una ecuación que alimenta las sospechas sobre la trama financiera del entorno presidencial.

Entre baños, oficinas y galpones

El informe televisivo también repasó otros escondites insólitos, como el baño del secretario Daniel Muñoz en su departamento de Puerto Madero o el galpón del contador Víctor Manzanares, otro de los nombres claves en la estructura patrimonial kirchnerista. Cada uno de esos sitios aparece mencionado en los cuadernos que dieron origen al caso o bien surgió a partir de allanamientos posteriores.

La Oficina Sosa, un espacio administrativo vinculado a una red de operaciones inmobiliarias, y la casa de Cristina Kirchner en Juncal y Uruguay completan el listado de los diez puntos centrales. La investigación sostiene que, en estos lugares, también se movían y ocultaban fondos provenientes de retornos ilícitos.

El episodio que marcó un quiebre

Entre todos los episodios mencionados, uno se mantiene como símbolo inequívoco del caso: los bolsos de José López. El exsecretario de Obras Públicas fue grabado arrojando mochilas repletas de dólares hacia el interior de un convento bonaerense. Monjas recibiendo los bultos, cámaras de seguridad registrando la escena y el despliegue policial posterior transformaron ese momento en un ícono de la corrupción argentina contemporánea.

Aquella madrugada, convertida en viral casi de inmediato, funciona hoy como recordatorio de la profundidad estructural que tuvo —según la acusación fiscal— el sistema de recaudación ilegal. Su potencia simbólica continúa atravesando discusiones políticas, judiciales y mediáticas.

Con el juicio avanzando y los testimonios multiplicándose, la Causa Cuadernos sigue revelando un entramado cuyo impacto excede a sus protagonistas y que mantiene expectante a una sociedad que, una vez más, observa con atención cómo se exponen los detalles de una de las tramas de corrupción más resonantes del país.

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