Caputo defiende las bandas cambiarias y pide prudencia: “No nos agrandemos, ya nos pasó”

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Caputo defendió mantener la flotación entre bandas y descartó liberar totalmente el tipo de cambio.
  • Afirmó que la dolarización del 40% del M2 refleja inestabilidad en la demanda de dinero.
  • Señaló que el mercado cambiario argentino es demasiado chico para flotar libremente.
  • Explicó que las reservas compradas se destinaron al pago de deuda, no al BCRA.
  • Prometió acumular reservas “inteligentemente”, sin generar déficit cuasi fiscal.
  • Pidió prudencia ante el optimismo económico: “Ya nos pasó que corrimos antes de tiempo”.

El ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a ponerse en el centro del debate sobre el rumbo cambiario argentino al defender con firmeza el sistema de flotación entre bandas, descartando por ahora una liberalización total del mercado. “Hay que graduarse primero antes de flotar libremente. La mayoría de los países no flota libremente, no flota nadie. No nos agrandemos tampoco, porque ya nos pasó en el pasado que intentamos flotar y no estaban las condiciones”, advirtió durante su exposición en la 31ª Conferencia de la Industria, organizada en el Centro de Convenciones Buenos Aires (CEC).

Ante un auditorio colmado de empresarios, economistas y funcionarios, Caputo buscó transmitir calma y sostener la hoja de ruta del Gobierno en materia cambiaria. “Cuando las cosas empiezan a ir mejor queremos correr más rápido de lo que nos dan las piernas”, ironizó, al justificar su decisión de mantener el esquema actual. Argumentó que la inestabilidad en la demanda de dinero —visible en la dolarización de más del 40% del M2 privado en los últimos meses— demuestra que aún no están dadas las condiciones para liberar completamente el tipo de cambio.

Caputo aprovechó el evento para ofrecer una clase práctica de economía aplicada: “Nuestro mercado de cambios opera unos 200 millones de dólares por día. Si alguien cree que se puede flotar libremente en un mercado que mueve eso, nunca operó un mercado”, lanzó, en alusión a los sectores que reclaman mayor libertad cambiaria, entre ellos el exministro Domingo Cavallo.

Además, defendió la estrategia oficial de acumulación de reservas, aunque aclaró que gran parte de las compras del Banco Central se destinaron al pago de deuda. “Fuimos a Estados Unidos a garantizar los pagos de los próximos años. Vamos a acumular reservas, y más de lo que cualquiera puede estar pensando”, afirmó. Sin embargo, insistió en que el Gobierno no comprará dólares con pesos que no sean demandados por la economía real: “Eso generaría un déficit cuasi fiscal fenomenal. La estrategia es comprar reservas inteligentemente”.

La conferencia —que tuvo como lema “El futuro se produce hoy”— se desarrolló en un contexto complejo: la actividad industrial sigue resentida, las importaciones aumentan y el debate sobre el “costo argentino” continúa abierto. Si bien la nueva conducción de la Unión Industrial Argentina (UIA), encabezada por Martín Rappallini, mantiene una línea de diálogo más fluida con el Ejecutivo, los reclamos de fondo se repiten: alivio impositivo, previsibilidad y mejoras en infraestructura.

Caputo también reconoció que “la economía se empezó a planchar” tras los episodios de tensión política en el Congreso, pero se mostró optimista de cara al futuro inmediato. “Después de las elecciones parece haber habido una recuperación fenomenal. Esperamos un tercer trimestre bastante positivo y un 2026 con proyección optimista”, aseguró, en referencia al nuevo escenario legislativo que, según adelantó, facilitará la aprobación de las reformas laboral e impositiva que el Gobierno planea enviar en las sesiones extraordinarias.

El ministro del Interior, Diego Santilli, acompañó a Caputo en el evento en representación del presidente Javier Milei, quien no asistió por cuestiones de agenda. La presencia del equipo económico fue interpretada como un gesto de acercamiento a la cúpula industrial, tras los roces de los últimos meses.

La jornada había comenzado con un discurso del empresario Martín Cabrales, quien llamó al sector a “apostar más que nunca” y a asumir un rol protagónico en la transformación económica. “El futuro se produce hoy, vivimos un momento de cambio, un momento bisagra en la Argentina. Tenemos una gran oportunidad por delante”, sostuvo, en sintonía con el mensaje de gradualismo y confianza que luego repetiría Caputo.

El ministro, fiel a su estilo, cerró su intervención con una advertencia pragmática: “No hay que dejarse llevar por el entusiasmo. Ya nos pasó que corrimos antes de tiempo. Ahora tenemos que consolidar, no improvisar”.

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