Empresarios estadounidenses ven una “transición” hacia la normalización del mercado argentino

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Las empresas estadounidenses ven a la gestión Milei como una etapa de transición.
  • Identifican seis leyes clave: Presupuesto, reformas laboral y tributaria, ley de glaciares, inocencia fiscal y Código Penal.
  • Reclaman claridad en la normativa ambiental para destrabar inversiones mineras.
  • Prevén exportaciones por USD 128 mil millones hacia 2033 si se concretan las reformas.
  • Señalan trabas regulatorias y baja demanda interna como principales obstáculos.
  • Consideran que el acceso al dólar ya no es el problema central, sino el riesgo país.

Tras las elecciones legislativas que consolidaron el liderazgo político de Javier Milei, el capital estadounidense vuelve a observar con atención el panorama argentino. Alejandro Díaz, CEO de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (AmCham), encabezó una conferencia en la que delineó las condiciones que, según las principales empresas norteamericanas, permitirán destrabar inversiones y marcar el comienzo de un nuevo ciclo económico.

Díaz afirmó que el resultado electoral implicó una “confirmación del electorado de que el Gobierno va en la dirección correcta”. En su visión, los cambios en la relación de fuerzas dentro del Congreso brindan la oportunidad de avanzar con reformas estructurales que los inversores consideran esenciales. Sin embargo, aclaró que la actual gestión debe entenderse como una etapa de “transición” hacia una normalización del clima de negocios, después de décadas de inestabilidad, sobrecostos y regulaciones.

Durante su exposición, el titular de AmCham enumeró seis proyectos de ley que concentran el interés del empresariado estadounidense. En primer lugar, el Presupuesto nacional, que deberá marcar la pauta fiscal del próximo año. Luego, la reforma laboral, la tributaria, la modificación de la ley de glaciares, los cambios en la llamada “inocencia fiscal” y una reforma al Código Penal. Estas iniciativas, explicó, podrían ser tratadas durante las sesiones extraordinarias. “Van a ser colocadas en las próximas semanas para entrar probablemente en extraordinarias”, señaló.

El capítulo ambiental, especialmente la ley de glaciares, fue uno de los puntos más sensibles. Díaz consideró que la legislación actual constituye una barrera para la minería, al generar incertidumbre sobre las zonas preglaciares. “Si el Gobierno no la menciona, probablemente esté equivocado. Para mí es vital”, afirmó. Según el empresario, varias compañías decidieron ingresar al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) pese a la falta de claridad en la norma, mientras otras postergan decisiones hasta que se modifique la ley. “La velocidad de la llegada de inversiones dependerá de esas definiciones”, enfatizó.

De acuerdo con un estudio de la consultora ABECEB encargado por la AmCham, si se concretan las reformas propuestas, la Argentina podría alcanzar exportaciones por 128 mil millones de dólares hacia 2033, con un flujo de inversión acumulado de unos 180 mil millones de dólares en ocho años. Los sectores más dinámicos serían la minería, el petróleo y gas —con epicentro en Vaca Muerta— y la agroindustria.

Pese al optimismo, Díaz advirtió que todavía persisten obstáculos significativos. Entre ellos, las trabas regulatorias en minería y servicios, la lentitud en las licitaciones de rutas y la falta de avances en la concesión de la Hidrovía. “Estados Unidos tiene mil cincuenta y cuatro empresas de servicios para minería; Argentina, apenas seis”, comparó. También alertó sobre el bajo nivel de consumo interno: “Una empresa que opera al 56,65% de su capacidad instalada no va a invertir en nuevas líneas de producción mientras la demanda siga deprimida”.

En materia de comercio bilateral, el titular de AmCham adelantó que el Gobierno argentino y Estados Unidos negocian la eliminación de un 10% de aranceles sobre determinados productos, lo que permitiría reducir costos y ampliar el intercambio. Explicó que las desgravaciones se concentran en bienes que Estados Unidos exporta con tasas por encima del promedio, mientras que las ventas argentinas hacia ese mercado ya enfrentan bajos aranceles.

Respecto a los sectores de acero y aluminio, Díaz recordó que continúan sujetos a la sección 232 de la legislación estadounidense, vinculada con la seguridad nacional, aunque Argentina podría recuperar el cupo que había obtenido durante el gobierno de Mauricio Macri en 2018.

El ejecutivo también se refirió al “swap” financiero con Estados Unidos, aclarando que se trata de un acuerdo sin vínculo comercial directo. En ese contexto, deslizó que los fondos habrían sido utilizados por el Tesoro argentino para intervenir en el mercado y cumplir compromisos con el FMI.

Finalmente, Díaz sostuvo que las restricciones cambiarias ya no representan el principal problema para las empresas. “El flujo fue liberado a partir del primero de enero de 2025. Si quiero distribuir dividendos de un ejercicio cerrado en marzo, no tengo limitación”, explicó. A su entender, el verdadero condicionante sigue siendo el alto riesgo país y el escaso acceso al crédito.

“Los próximos dos años serán un proceso de transición. Hay que sostener el rumbo, implementar las reformas y generar confianza. Solo así llegará el crecimiento real”, concluyó el titular de la AmCham, reflejando el tono prudente pero expectante del capital norteamericano ante el nuevo escenario argentino.

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