


La batata es uno de los tubérculos más consumidos en todo el mundo, valorada por su sabor y sus beneficios nutricionales. Existen diversas variedades, siendo las principales la de pulpa naranja y la morada, cada una con características particulares.
La batata naranja es rica en betacaroteno, que se convierte en vitamina A en el organismo, esencial para la salud visual y el sistema inmunológico, según expertos en nutrición citados por The New York Times. Por otro lado, la variedad morada contiene antocianinas, poderosos antioxidantes que ayudan a reducir el daño celular relacionado con el estrés oxidativo.
En general, la batata es una excelente fuente de fibra dietética, vitamina C, potasio y compuestos fenólicos, lo que la distingue de otros tubérculos, como la papa blanca. Su aporte de fibra ayuda a mantener la salud intestinal y favorece la saciedad, lo que puede ser beneficioso para el control del peso.
Los antioxidantes presentes en la batata, especialmente en la variedad morada, se asocian con una disminución del daño celular, vinculándolo con el envejecimiento prematuro y enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares y neurodegenerativas. El potasio, otro mineral presente en este tubérculo, es clave para la regulación de la presión arterial.
El almidón resistente de la batata, un tipo de carbohidrato que no se digiere completamente, puede contribuir a una mejor salud metabólica al ralentizar la absorción de glucosa en sangre, evitando picos de azúcar después de las comidas. Esto es relevante para quienes buscan prevenir complicaciones relacionadas con la resistencia a la insulina o la diabetes tipo 2.
Preparación y consumo de la batata
El método de cocción de la batata afecta su perfil nutricional. Hervirla con piel reduce su índice glucémico y preserva más nutrientes. En contraste, hornear o freír puede elevar su potencial glucémico. Cocinarla con piel ayuda a retener fibra y antioxidantes. Se sugiere lavarla bien y aprovecharla en su totalidad.
Al integrarla en la dieta, es recomendable combinarla con fuentes de proteína o grasas insaturadas, como carnes magras, huevo, aguacate o aceites vegetales, para ayudar a moderar la absorción de azúcares.
Para personas con necesidades dietéticas específicas, como diabeticos, es crucial controlar el tamaño de las porciones y elegir métodos de cocción que optimicen su perfil glucémico.
La versatilidad de la batata permite incluirla en una variedad de preparaciones, desde recetas clásicas hasta innovadoras, promoviendo una alimentación equilibrada y variada.






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