El dólar, bajo observación: tres pruebas clave definirán si continúa la calma o vuelve la presión cambiaria

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Tras las elecciones, el mercado mira tres eventos que definirán el rumbo del dólar.
  • Este martes vence la Lelink D3105, con expectativas de ajustes en el tipo de cambio.
  • El miércoles el Tesoro deberá renovar casi $12 billones de deuda.
  • El 31 de octubre se liquidan los contratos de dólar futuro, que concentran alta atención.
  • Los analistas prevén que no habrá saltos inmediatos en el tipo de cambio.
  • El Gobierno buscará sostener la calma mientras calibra su estrategia monetaria.

Con las elecciones legislativas ya consumadas, la atención de los mercados se desplazó rápidamente hacia el frente cambiario. Más allá del resultado electoral, el verdadero test para el Gobierno comienza esta semana, con un calendario financiero cargado de vencimientos e indicadores que marcarán si la reciente estabilidad del dólar logra sostenerse o si regresa la tensión cambiaria.

En la City porteña, los analistas coinciden en que el futuro inmediato del tipo de cambio se definirá a partir de tres momentos clave: el vencimiento de una Lelink este martes, una nueva licitación del Tesoro prevista para el miércoles y el cierre de los contratos de dólar futuro el próximo 31 de octubre. En conjunto, estos hitos permitirán medir el humor del mercado, la confianza en la gestión económica y las expectativas respecto de eventuales cambios en el esquema monetario.

Primer test: la Lelink D3105

El primer desafío llega este martes con el vencimiento de la Lelink D3105, un bono atado al tipo de cambio oficial que había sido altamente demandado por los inversores por su rendimiento implícito, que supone un dólar en torno a los $1.420. La elevada suscripción respondió al apetito de cobertura que predomina en los fondos locales, que descuentan posibles modificaciones en el esquema cambiario tras los comicios.

Según un informe de GMA Capital, la lectura del mercado es clara: “El tipo de cambio breakeven a diciembre con Lecaps se ubica cerca de los $1.600, mientras que hacia febrero supera los $1.700. Estos valores implican que los inversores esperan ajustes en la política cambiaria”.

El principal riesgo, señalan los analistas, radica en el breve lapso entre el vencimiento de esta Lelink y la licitación del Tesoro. Si el Gobierno decidiera introducir cambios en el régimen cambiario hacia el 31 de octubre, los tenedores quedarían tres días expuestos a un eventual salto del dólar sin el resguardo que brinda hoy el instrumento.

Segunda parada: licitación del Tesoro

El segundo evento del calendario se concretará el miércoles, cuando el Tesoro encare una nueva licitación para refinanciar casi $12 billones de deuda, de los cuales una parte significativa corresponde precisamente al bono que vence esta semana. El resultado de esa operación será un termómetro clave para medir la confianza de los inversores en la capacidad del Gobierno de sostener el equilibrio fiscal y financiero.

La jornada se perfila como un test político y económico a la vez: si el Tesoro logra renovar la totalidad de los vencimientos sin recurrir a asistencia del Banco Central, el mercado podría interpretar que el Ejecutivo mantiene capacidad de gestión y disciplina. En cambio, un bajo nivel de roll-over podría reavivar la demanda de cobertura cambiaria y presionar sobre los tipos de cambio paralelos.

Última prueba: dólar futuro octubre

El tercer punto de tensión llegará el jueves 31, cuando venzan los contratos de dólar futuro de octubre. En la plaza financiera se impone la visión de que una corrección cambiaria significativa antes de ese día es poco probable. La razón: el Gobierno evitaría asumir el costo de pagar la diferencia a los compradores de esos contratos, que representan cerca del 20% de la posición vendida total del Banco Central.

Según cálculos de la Consultora 1816, el mercado observará de cerca las operaciones del BCRA durante el “rolleo” —la renovación de posiciones—, ya que cualquier señal de cobertura agresiva podría interpretarse como un anticipo de ajustes más amplios.

Expectativas contenidas

En síntesis, el escenario que enfrenta el equipo económico combina prudencia y vigilancia. Si bien el resultado electoral no generó un shock inmediato en los mercados, la sucesión de compromisos financieros que se avecinan obligará al Gobierno a administrar con precisión quirúrgica su política cambiaria. Por ahora, los analistas descartan un movimiento disruptivo del dólar este lunes, salvo que surjan señales políticas que modifiquen drásticamente las expectativas.

El “día después” de las elecciones, al menos en materia financiera, se juega entre la cautela de los inversores y la capacidad del Gobierno para sostener la calma cambiaria más allá de los próximos tres días clave.

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