La CGT y el Día de la Lealtad: un 17 de octubre dividido entre Kicillof y Cristina Kirchner

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • La CGT y el kirchnerismo celebrarán por separado el Día de la Lealtad.
  • La central obrera organiza un acto artístico con mapping en su sede de Azopardo.
  • El kirchnerismo impulsa una caravana hacia la casa de Cristina Kirchner, bajo el lema “Leales de corazón”.
  • Axel Kicillof podría ser el invitado principal en el acto cegetista.
  • La lista bonaerense de Fuerza Patria incluye referentes sindicales de distintos sectores.
  • La división sindical refleja la disputa de poder dentro del peronismo rumbo a las elecciones.

El sindicalismo peronista llegará nuevamente fragmentado al Día de la Lealtad. Lejos de la unidad que intentan mostrar hacia afuera los distintos sectores del peronismo, la Confederación General del Trabajo (CGT) y el kirchnerismo conmemoran por separado la fecha más simbólica del movimiento fundado por Juan Domingo Perón. Mientras la central obrera prepara un acto artístico en su sede de Azopardo 802, con proyecciones de mapping, teatro y danza, el kirchnerismo impulsará una caravana hacia la casa de Cristina Kirchner, en San José 1111, donde la ex vicepresidenta cumple prisión domiciliaria.

La distancia entre ambas convocatorias evidencia la persistente grieta dentro del universo sindical. Aunque la mayoría de los dirigentes de la CGT confía en una victoria del peronismo en las elecciones de octubre, la fractura interna se mantiene firme. En Azopardo, el tono será institucional y sin discursos, mientras que en San José el mensaje será netamente político: “Leales de corazón”, el lema elegido por el espacio Argentina con Cristina, busca reafirmar la fidelidad al liderazgo de la ex mandataria.

Desde la cúpula cegetista, encabezada por Héctor Daer y Pablo Moyano, se evitó confirmar si asistirán figuras políticas, pero distintas fuentes señalan que el gobernador bonaerense Axel Kicillof podría ser el invitado principal. El mandatario, que viene desplegando una estrategia para ampliar su base de apoyo en el movimiento obrero, logró en las últimas semanas sumar respaldos dispares. En la lista bonaerense de Fuerza Patria —el espacio que lo impulsa a nivel nacional— conviven nombres propuestos por la CGT, como Hugo Moyano (hijo), junto a dirigentes kirchneristas como Sergio Palazzo y Vanesa Siley, además de Hugo Yasky, referente de la CTA de los Trabajadores.

Esta heterogénea integración revela la apuesta de Kicillof por contener a todo el arco sindical y evitar que la división gremial debilite al peronismo en plena campaña. Sin embargo, el equilibrio es delicado: mientras algunos sindicalistas se inclinan por acompañar la caravana a la casa de Cristina, otros prefieren asegurarse la foto junto al gobernador en el acto artístico de la CGT.

La central obrera, por su parte, decidió adelantar la celebración al jueves 16 de octubre, argumentando que “fue ese día, en 1945, cuando la CGT decretó el paro por la libertad de Perón”. Pero también pesó un factor práctico: evitar la superposición con las múltiples actividades convocadas para el 17. El evento, organizado por el secretario de Prensa de la CGT, Jorge Sola, contará con proyecciones sobre la fachada del histórico edificio de Azopardo y una puesta escénica que recreará episodios del nacimiento del peronismo.

Como antesala, ya se realizaron intervenciones artísticas en las estaciones de Once y Constitución, y este miércoles se replicarán en Retiro, con actores, bailarines y raperos evocando la gesta de 1945. Todo el material formará parte de un documental que la CGT planea estrenar el 17 de noviembre, Día de la Militancia.

Mientras tanto, fuera de la central obrera, otros gremialistas vuelven a acercarse al kirchnerismo. Es el caso de Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE y referente de la CTA Autónoma, quien visitó a Cristina Kirchner para discutir “el Estado que viene”. Aguiar aseguró que el encuentro sirvió para debatir la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores públicos y la necesidad de “reconstruir la Nación cuando este Gobierno concluya”.

La dualidad entre un acto institucional y otro militante sintetiza el presente del peronismo sindical: dividido, expectante y en plena disputa por su conducción política. El 17 de octubre, día fundacional del movimiento, volverá a mostrar que la unidad obrera —aún con la posibilidad de un triunfo electoral en el horizonte— sigue siendo una meta lejana.

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