Moreau celebró el rechazo a los vetos y advirtió que las elecciones definirán el rumbo del Congreso

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
leopoldo-moreau-el-grito-del-sur-3-1
  • Leopoldo Moreau calificó como “un enorme triunfo de la sociedad” el rechazo a los vetos presidenciales que afectaban universidades y la Emergencia Pediátrica.
  • Destacó que la combinación de movilización social y acción parlamentaria fue clave para proteger derechos fundamentales.
  • Considera que estas decisiones muestran que algunas políticas públicas llegaron “para quedarse para siempre”.
  • Señaló que revertir un veto era poco común y que la presión ciudadana cambió la organización de fuerzas en el Congreso.
  • Sobre el Presupuesto 2026, advirtió que la oposición aún evalúa su contenido y duda de la voluntad del Ejecutivo de debatirlo.
  • Subrayó que las elecciones del 26 de octubre definirán la dinámica futura del Congreso y la aprobación de proyectos clave.

El diputado de Unión por la Patria, Leopoldo Moreau, calificó como “un enorme triunfo de la sociedad argentina” la decisión del Parlamento de revertir los vetos presidenciales a las leyes que ampliaban fondos para la universidad pública y para la Emergencia Pediátrica. En diálogo con El Intransigente, el legislador subrayó que el resultado no solo es una victoria política, sino también una señal de que la movilización social puede torcer decisiones del Poder Ejecutivo en defensa de derechos fundamentales.

“Es un triunfo no solo desde los sectores políticos en el Parlamento, sino del conjunto de la sociedad”, afirmó Moreau. Para el diputado opositor, el rechazo a los vetos ratifica que hay políticas públicas, como el financiamiento educativo y la protección de la salud infantil, que “han llegado para quedarse para siempre”. El gesto político, remarcó, envía un mensaje directo al gobierno de Javier Milei: ni el ajuste presupuestario ni las decisiones unilaterales pueden desmantelar consensos históricos construidos en torno a la educación superior gratuita y hospitales de referencia como el Garrahan.

Moreau recordó que hasta hace poco revertir un veto presidencial era una rareza en la práctica legislativa. Según su análisis, la clave del cambio estuvo en la presión social. “Buena parte de la sociedad dejó de creer en las propuestas del Ejecutivo y se movilizó históricamente. Eso impactó sobre la dirigencia política y cambió la organización de fuerzas en el Parlamento”, señaló. En su lectura, la ciudadanía no solo expresó descontento, sino que activó un mecanismo institucional que revitalizó el rol del Congreso como contrapeso del poder presidencial.

El legislador vinculó este episodio con el debate por el Presupuesto 2026, que el Gobierno envió esta semana al Parlamento. “Llegó hace solo 24 horas. Queremos discutirlo, pero tenemos dudas sobre la voluntad del Ejecutivo. El año pasado intentaron que no se discutiera”, advirtió. Si bien evitó adelantar una postura formal, deslizó que el bloque opositor observa con atención las señales del oficialismo sobre su disposición a negociar.

De cara a las elecciones legislativas del 26 de octubre, Moreau fue explícito al plantear que el resultado tendrá consecuencias inmediatas sobre la dinámica parlamentaria. “El resultado definirá cuál será el comportamiento del Congreso en el futuro inmediato. Habrá dos opciones: votar por los candidatos de Milei o por los de la oposición”, afirmó. A su juicio, la nueva composición de las cámaras determinará no solo el destino del Presupuesto 2026, sino también la viabilidad de otras iniciativas clave del oficialismo.

El episodio de los vetos, interpretado por Moreau como un hito institucional, refuerza la idea de que el sistema de frenos y contrapesos funciona cuando hay participación ciudadana activa. El diputado sostuvo que la combinación entre movilización en las calles y acción parlamentaria fue decisiva para preservar derechos esenciales, y destacó que este tipo de respuestas colectivas “fortalecen la democracia en momentos de tensión política”.

En el trasfondo, la discusión expone un escenario político más fragmentado, en el que las mayorías automáticas ya no existen y cada votación se vuelve una pulseada estratégica. Para Moreau, la lección es clara: las instituciones son más fuertes cuando la sociedad exige ser escuchada. “Estos debates recientes muestran que ni el Ejecutivo ni el Parlamento están desconectados de la gente. Es un mensaje para todos los poderes del Estado”, concluyó.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto