Ventas minoristas de pymes registran quinta caída consecutiva y muestran impacto del consumo contenido

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Las ventas minoristas de pymes cayeron en agosto por quinto mes consecutivo: -2,6% interanual y -2,2% frente a julio, sin estacionalidad.
  • Aun así, acumulan un crecimiento del 6,2% en 2025, gracias al rebote respecto a la recesión de 2024.
  • El 55% de los comercios mantuvo su economía estable, mientras que el 35% afirmó que empeoró respecto a 2024.
  • Las fechas comerciales, promociones y planes de pago ayudaron a contener parcialmente la caída, con predominio de ventas presenciales sobre digitales.
  • Por sectores, Farmacia creció 0,2%, mientras que Bazar, Perfumería, Textil y otros mostraron retrocesos significativos.
  • El deterioro general se relaciona con pérdida de poder adquisitivo, presión tributaria e incertidumbre macroeconómica, que condicionan inversión y consumo.

Las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas (pymes) registraron en agosto una nueva caída, la quinta consecutiva, con un descenso del 2,6% interanual a precios constantes y del 2,2% frente a julio, sin considerar estacionalidad, según datos difundidos por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). La serie muestra bajas continuas desde abril y refleja un contexto de consumo aún contenido en gran parte del país.

A pesar de este retroceso mensual, el acumulado de 2025 marca un crecimiento del 6,2% interanual, evidenciando un rebote respecto al mismo período del año pasado, cuando la actividad comercial se encontraba en niveles mínimos tras la recesión de comienzos de 2024. Sin embargo, las cifras recientes ponen de relieve la fragilidad del consumo y la persistente presión sobre los márgenes de las pymes.

El relevamiento de CAME señala que el 55% de los comercios declaró que su situación económica se mantuvo estable en comparación con 2024, mientras que el 35% indicó que empeoró, cinco puntos porcentuales más que en la medición anterior. De cara a 2026, el 49% de los comerciantes espera una mejora, aunque también aumentó del 7% al 9% el porcentaje que prevé un deterioro de la actividad.

Las fechas comerciales, como el Día del Niño, aportaron cierto alivio, pero los resultados fueron dispares entre sectores y no lograron frenar el retroceso general de las ventas. Predominaron las operaciones presenciales sobre las digitales, mientras que promociones y planes de pago resultaron fundamentales para contener parcialmente la caída del consumo.

El informe de CAME subraya que la incertidumbre macroeconómica, la presión tributaria y las dificultades de financiamiento condicionaron decisiones clave de inversión, stock y precios, lo que derivó en un consumo más cauteloso y en estrategias defensivas por parte de la mayoría de los comercios.

El detalle por sectores evidencia una situación dispar: el único rubro con desempeño positivo en la comparación interanual fue Farmacia, con un incremento marginal del 0,2%. Por el contrario, otros sectores registraron bajas importantes: Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles (-10,4%), Perfumería (-8,9%), Textil e indumentaria (-4,8%), Ferretería, materiales eléctricos y construcción (-1,9%), Alimentos y bebidas (-0,9%) y Calzado y marroquinería (-0,8%).

En términos intermensuales sin estacionalidad, tres rubros mostraron caídas superiores al 4%: Textil e indumentaria (-4,3%), Perfumería (-4,1%) y Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles (-4,1%), reflejando la presión sobre los segmentos más sensibles al poder adquisitivo y al gasto discrecional.

Según CAME, las ventas de agosto estuvieron influenciadas por factores estacionales, el impacto de las fechas comerciales y la necesidad de recurrir a financiamiento para mantener los niveles de operaciones. La entidad destacó que la secuencia de caídas coincide con el deterioro del poder adquisitivo de los salarios, en el marco del tope a las paritarias impuesto por el Gobierno, lo que limita la capacidad de consumo de los hogares.

Asimismo, el relevamiento señaló un cambio en los hábitos de compra: mayor concentración en volúmenes reducidos, predominio de productos esenciales y uso extendido de promociones y planes de pago. Este patrón refleja la estrategia defensiva de los comerciantes, quienes buscan mantener la operación y fidelizar clientes en un contexto de consumo restringido.

En síntesis, los datos de CAME muestran que, aunque el crecimiento acumulado del año ofrece un panorama positivo respecto a la base de 2024, las ventas minoristas de las pymes siguen enfrentando desafíos estructurales. La combinación de inflación, poder adquisitivo limitado y costos operativos altos obliga a los comerciantes a adaptar sus estrategias, mientras el consumo se mantiene cauteloso y fragmentado entre distintos sectores y niveles de ingresos.

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