Lisandro Catalán, el operador discreto de Francos que asume el Interior tras la derrota bonaerense

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Tras la derrota en Buenos Aires, el gobierno de Javier Milei intensificó su actividad política para mostrar control y reacción.
  • Se realizaron tres reuniones de Gabinete y se crearon las mesas Política, Bonaerense y Federal.
  • El Ministerio del Interior fue reactivado, con Lisandro Catalán —hombre de confianza de Guillermo Francos— como nuevo titular.
  • Catalán, abogado tucumano y operador de bajo perfil, tiene experiencia en gestiones previas y en la transición presidencial.
  • Su misión será recomponer vínculos con gobernadores y fortalecer la estrategia legislativa de La Libertad Avanza.
  • La designación busca frenar el desgaste político y preparar el terreno para las elecciones de octubre.

El traspié electoral de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires sacudió al gobierno nacional y obligó a un rápido reacomodamiento político. Consciente del impacto que la derrota podría tener en su imagen y en el delicado equilibrio parlamentario, el presidente Javier Milei decidió mostrar una hiperactividad inusual: en apenas tres días se realizaron tres reuniones de Gabinete, se crearon tres nuevas mesas de trabajo y se reactivó el Ministerio del Interior, una cartera que el año pasado había sido degradada a Secretaría. El elegido para liderar el regreso del ministerio es Lisandro Catalán, un dirigente de bajo perfil pero con amplia experiencia en la gestión pública.

La decisión se formalizó este miércoles por la mañana, cuando el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, anunció la creación de la Mesa Federal junto al flamante ministro del Interior y al titular de Economía, Luis Caputo. “Siguiendo las instrucciones del presidente Milei, con el objetivo de retomar el diálogo con los gobernadores afines, hemos constituido la Mesa Federal”, señaló Francos, subrayando que el gobierno busca “profundizar los vínculos con las provincias que comparten el espíritu de cambio”.

El desembarco de Catalán en el Interior no sorprende a los pasillos de la Casa Rosada. Nacido en San Miguel de Tucumán en 1971, es un hombre de extrema confianza de Francos. Ambos compartieron responsabilidades en el Banco Provincia durante el primer mandato de Daniel Scioli (2006-2007), una relación que forjó un lazo personal y político duradero. Durante el gobierno de Milei, Catalán se desempeñó como vicejefe de Gabinete y acompañó a Francos en reuniones clave con gobernadores y legisladores, operando como un puente discreto entre el oficialismo libertario y diversas fuerzas provinciales.

Su trayectoria combina bajo perfil y eficacia técnica. Abogado formado en la Universidad de Tucumán, se trasladó a Buenos Aires en 1997 para ejercer la profesión. Su incursión en el sector público comenzó a consolidarse en 2012, cuando secundó a Francos en la creación de la Fundación Acordar, un think tank donde coordinó equipos técnicos. Posteriormente, durante el gobierno de Mauricio Macri, ingresó al Registro Nacional de Reincidencia, cargo que mantuvo incluso bajo administraciones peronistas. En 2020, fue designado director del área por Marcela Losardo y conservó el puesto cuando Martín Soria, del kirchnerismo, asumió el Ministerio de Justicia.

Catalán también desempeñó un papel crucial en la transición presidencial entre Alberto Fernández y Milei, facilitando el diálogo con Eduardo “Wado” de Pedro, exministro del Interior. Ese desempeño, lejos de los flashes, consolidó su reputación como operador confiable para tender puentes en un escenario político fragmentado.

La reactivación del Ministerio del Interior es una señal inequívoca: el gobierno busca recomponer relaciones con los mandatarios provinciales y frenar la sangría política que la derrota bonaerense puso en evidencia. En el Congreso, La Libertad Avanza ha sufrido reveses que complicaron su agenda de reformas y generaron dudas entre los mercados sobre la estabilidad del proyecto libertario.

Para Milei, la apuesta es clara: reconstruir puentes con las provincias no solo es clave para garantizar gobernabilidad, sino también para enviar una señal de fortaleza al electorado y a los actores económicos. Catalán, por su parte, asume un desafío que requerirá negociar con sectores que hasta hace poco se mostraban reacios al oficialismo.

En este contexto, la Mesa Bonaerense y la Mesa Política complementarán el trabajo del Interior y de la Mesa Federal, apuntando a recomponer alianzas y a ordenar la estrategia electoral de cara a octubre. Si la derrota en Buenos Aires marcó un punto de inflexión, la designación de Catalán y la frenética actividad política de estos días buscan mostrar que el gobierno libertario no está dispuesto a ceder terreno.

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