Caputo apuesta a un dólar estable, pero el mercado aún no compra su estrategia

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Caputo busca estabilidad cambiaria de cara a las elecciones, pero enfrenta un mercado tenso tras la suba del dólar del 14% en julio.
  • La oferta de dólares cayó drásticamente: las cerealeras redujeron sus ventas de u$s250 millones diarios a u$s30 millones, sumando u$s50 millones del sector energético.
  • La demanda supera la oferta: ahorristas, turistas y compras online generan un déficit diario de casi u$s70 millones.
  • El Gobierno apuesta al ingreso de dólares financieros ("carry trade") para cubrir el desbalance, pero la confianza del mercado no está garantizada.
  • El desafío es atraer esos capitales antes de las elecciones; de lo contrario, la tensión cambiaria podría reaparecer.

En el Palacio de Hacienda saben bien qué quieren: que el dólar deje de ser noticia. A poco más de un mes de las elecciones en la provincia de Buenos Aires y con las legislativas nacionales en el horizonte, Luis Caputo desearía que la cotización del dólar se mantenga quieta, lejos de los sobresaltos de julio, cuando saltó un 14% en apenas semanas. Sin embargo, el ministro de Economía enfrenta un escenario mucho más desafiante de lo que quisiera admitir en público.

A pesar del endurecimiento monetario —con tasas de interés al 65% anual y un fuerte ajuste a los encajes bancarios— la cotización del dólar no cedió. Se mantuvo firme, ignorando las maniobras del equipo económico. La razón es simple: la oferta de dólares se achicó drásticamente, justo cuando la demanda no muestra signos de enfriarse.

El derrumbe de la oferta de divisas

Tras la liquidación de la cosecha gruesa, que aportó cerca de u$s10.000 millones en los últimos tres meses, la oferta de dólares se desplomó. La semana pasada, las cerealeras apenas inyectaron unos u$s30 millones diarios al mercado, una caída brutal si se compara con los u$s250 millones que ingresaban en junio. A esto se suman los u$s50 millones diarios que aporta el sector energético, pero aun así, el total disponible ronda apenas u$s80 millones por día.

El problema es que la demanda supera largamente esa cifra: solo los ahorristas minoristas compran unos u$s120 millones diarios en los bancos. Si se suman los u$s30 millones diarios que salen por turismo y los u$s3,5 millones por compras en el exterior, el desequilibrio es evidente.

Un déficit diario que no se tapa con discurso

Las cuentas son alarmantes: por día, el mercado muestra un déficit de casi u$s70 millones. Si esta dinámica se mantiene, a fines de agosto el desbalance podría rozar los u$s1.400 millones. La gran pregunta es si Caputo podrá atraer los dólares financieros (los llamados “dólares calientes”) para cubrir ese agujero.

La estrategia oficial es clara: tentar a los inversores locales e internacionales a apostar al "carry trade", aprovechando el nuevo nivel del tipo de cambio y los altos rendimientos de los bonos en pesos. La expectativa es que esos capitales especulativos ingresen al país para aprovechar las tasas, frenando así la demanda de dólares.

El desafío: conquistar al mercado en plena campaña

Sin embargo, la apuesta no está garantizada. Las últimas medidas de Caputo no lograron transmitir confianza a un mercado que ya se mueve bajo la lógica electoral. La incertidumbre sobre el futuro económico y político hace que los inversores prefieran esperar. Y en economía, el tiempo es dinero.

El desafío para el Gobierno es conseguir que esos dólares lleguen antes de que las urnas hablen. Si no lo logra, el mercado podría volver a tensarse y la estabilidad cambiaria que hoy anhela Caputo podría desvanecerse, arrastrando consigo las expectativas de una campaña sin sobresaltos.

La pulseada entre el ministro y los inversores sigue abierta. El dólar, lejos de congelarse, sigue siendo el termómetro que todos miran de reojo.

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